Las mediciones descartan que los malos olores en Pinto afecten a la calidad del aire

El mal olor sigue instalado en La Tenería, un barrio de Pinto. Sin embargo, los vecinos respiran aliviados con las primeras mediciones realizadas este fin de semana en la zona. Según los cálculos del Área de Calidad Atmosférica de la Comunidad, los niveles de calidad del aire son totalmente normales: no se detectan anomalías, ni aumento de partículas nocivas ni hay rastro de contaminantes. No obstante, el Ayuntamiento continúa buscando el origen de la pestilencia. Se descarta que provenga del municipio, que la semana pasada fue explorado por agentes de la policía municipal ante las quejas de los vecinos.

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El Gobierno regional instaló el viernes una Unidad Móvil en el colegio Dos de Mayo de La Tenería para determinar la afectación de esos olores a la salud de los ciudadanos. Fue el propio Ayuntamiento de Pinto el que solicitó la medida, después de conocer un informe policial que aseguraba que la fuente del hedor no estaba ubicada en la localidad, de 50.000 habitantes. Algunos residentes creen que los olores, más intensos cuando cae el sol, tienen su origen en hogueras que encienden en la Cañada Real, una opción a la que también apuntan los vecinos del barrio de Butarque, al sur de la capital, donde muchas tardes reconocen un tufo “a plástico quemado” que nada tiene que ver con las cuatro depuradoras de agua cercanas.

En el caso de Pinto es distinto. Los vecinos no habían notado, hasta hace unas semanas, ninguna pestilencia, por lo que comenzaron a denunciar lo anormal de la situación. Algunos temían que pudiera afectar a su salud, algo que se ha descartado inicialmente este lunes después de conocerse los primeros informes de las mediciones realizadas en la zona, correspondientes a tres días: viernes, sábado y domingo. Los datos muestran que los baremos de partículas en suspensión, anhídrido sulfuroso, benceno, monóxido de carbono, anhídrido nitroso y ozono están por debajo de los valores límites establecidos. Así lo desprenden las primeras gráficas obtenidas por el Área de Calidad Atmosférica, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente.

Mensaje de tranquilidad

Los datos corroboran los registrados la semana pasada en las tres estaciones de medición de calidad del aire fijas situadas en municipios limítrofes con Pinto: Valdemoro, Fuenlabrada y Getafe. En ninguna de ellas se detectaron alteraciones significativas. Un portavoz del Ayuntamiento de Pinto ha explicado que tampoco ha aumentado el número de pacientes atendidos en los centros de atención primaria de la localidad a causa de los malos olores y problemas de salud derivados. “Los análisis iniciales muestran parámetros normales, por lo que no hay que alarmarse, aunque persistan los olores”, insiste el alcalde, Rafael Sánchez.

Como medida adicional, el Consistorio ha encargado un informe al Instituto de Salud Carlos III para despejar cualquier duda con respeto a los compuestos orgánicos. Otro estudio de la Comunidad servirá para determinar la concentración de ácido sulfhídrico en el aire mediante fluorescencia. También se van a comprobar los compuestos orgánicos volátiles y los hidrocarbonos aromáticos policíclicos, aunque para obtener los resultados definitivos de estos, según una portavoz del Gobierno regional, harán falta 15 días, ya que hay que enviar las muestras a un laboratorio para analizarlas. Este lunes ha comenzado la instalación de 20 captadores pasivos de los compuestos, que estarán repartidos por todo el municipio.

Sánchez ha indicado que, aunque el medidor de la Comunidad se ha instalado en el barrio de La Tenería, los olores afectan a toda la población de Pinto. En su opinión, aún es necesario aclarar el lugar de donde proceden y, aunque manejan varias hipótesis, una ha tomado mayor fuerza por encima del resto. “Es probable que provengan de la Cañada Real. En las últimas semanas no han entrado los camiones para recoger la basura y creemos que la han podido estar quemando”.

El regidor ha explicado que el Ayuntamiento tiene constancia de que, en zonas cercanas al municipio, como Vallecas (un distrito de la capital) o Perales del Río (un barrio de Getafe), sufren el mismo problema, aunque no de forma persistente. Depende de la dirección del viento. El regidor confirma que el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) también ha iniciado una investigación para establecer el origen de las pestilencias.