Línea XYZ: 150 kilómetros de turismo entre trincheras
Un proyecto transformará en ruta transitable la mayor línea defensiva de España, construida en 1938 y que atraviesa 40 poblaciones de Castellón
La Línea XYZ es la mayor línea defensiva de España. Repleta de trincheras y fortificaciones levantadas hace ocho décadas, durante la Guerra Civil, por el ejército republicano para defender Valencia del avance de las tropas franquistas, recorren 150 kilómetros a lo largo de cuarenta y dos poblaciones. Desde Almenara, en Castellón, hasta Santa Cruz de Moya, ya en Cuenca, apoyándose en las crestas montañosas adyacentes al mar, la Sierra de Espadán y después las de El Toro y Javalambre, ésta última en la provincia de Teruel.
Ahora, la Agencia Valenciana de Turismo quiere poner en valor esta ruta y los elementos que la integran para convertirla en recurso turístico “con valores” que acerque “cultura”, proporcione “experiencias” y ayude a preservar el “patrimonio” y la “memoria histórica”. Un objetivo que emerge en el marco de un proyecto conjunto en el que participan también el sector académico y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).
Estos últimos asumen desde hace tres años la primera fase del proyecto: la catalogación y localización de los elementos defensivos, en estrecha colaboración con los ayuntamientos. Se trata de hacer un inventario exhaustivo de todas las trincheras, nidos de ametralladora y fortificaciones que se conservan, y proteger después estos vestigios para incluirlos como bienes y espacios protegidos.
Una vez concluida esta fase, la AVT se encargará de diseñar rutas a las que el público podrá acceder andando, en bicicleta o en automóvil, de señalizarlas e implementar los recursos necesarios que las consoliden como “producto turístico”, señalan fuentes de la institución.
El plan de puesta en valor –a largo plazo- contempla la creación de tres nodos: uno en el litoral, otro en la Sierra de Espadán y un último en El Toro, así como un centro de interpretación en cada nodo que aporte un relato científico de la guerra.
La colaboración de la Agencia de Turismo con la FVMP se plasma a través de tres convenios, firmados en 2016, 2017 y 2018 y por un importe global de 118.000 euros.
El territorio XYZ, también conocido como línea Metallana en honor al coronel que estaba al mando de los ejércitos que la construyeron, comprendía cuarenta y dos municipios valencianos ubicados en cinco comarcas. Cuarenta de ellos están en Castellón y van desde Montán a Villamalur, Azuébar, Bejís, Teresa, Navajas, Segorbe o la Vall d’Uixó.
En ella se enfrentaron prácticamente medio millón de soldados, unos 200.000 del bando republicano y 260.000 de la parte sublevada. Fue testigo de los combates más intensos y mortíferos de toda la Batalla de Levante, especialmente para las tropas leales a Franco, que quisieron atravesar sin éxito esta franja de tramos discontinuos, escalonados y estratégicamente situados. Aunque el paso del tiempo ha sido “demoledor”, recuerdan los promotores de esta puesta en valor, se conservan abundantes vestigios de aquellos combates.
Sus 150 kilómetros repletos de trincheras, búnkeres y otras construcciones, la convierten en la mayor línea fortificada de toda la historia de España. Tardó en forjarse once meses y fue necesario el trabajo de 14.000 personas.
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, ha incidido en la necesidad de “buscar la transformación turística de nuestros municipios” y ha explicado que un territorio “inteligente” será aquel que “identifique sus productos singulares, como lo es la ruta turística Línea XYZ, una línea de guerra que hoy es una línea de paz, de cultura y de experiencias”.
Ha resaltado “la apuesta de la Generalitat por la creación y puesta en valor de nuevos productos ligados al patrimonio y a la memoria histórica”.
La Línea XYZ se une a otros proyectos de recuperación de patrimonio de origen bélico como elemento turístico y de recuperación de la memoria histórica que en los últimos meses han cobrado ya forma en la provincia de Castellón.
Es el caso de la localidad de Vilafamés. Desde el pasado febrero ha convertido su campo de aviación de la Guerra Civil en un museo al aire libre de 11.000 metros cuadrados donde se puede caminar entre trincheras, conocer cómo fueron construidas, acceder a los polvorines, descender al refugio antiaéreo o comprobar in situ el tamaño real de un caza. Un viaje por la historia transitable y palpable como el que desde hace una semana exhibe la capital de Plana, que ha abierto 80 años después como museo subterráneo uno de los 43 refugios antiaéreos públicos de la Guerra Civil, el de la plaza Tetuán.
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