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La humanidad en vidrio

El artista Barry Wolfryd extrae de sus cuadros figuras tridimensionales en una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo en Vidrio de Alcorcón

Sergio C. Fanjul
El artista Barry Wolfryd en su exposicion en el Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón.
El artista Barry Wolfryd en su exposicion en el Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón.Jaime Villanueva

Hay un helado que se ha caído al suelo y que se derrite en un charco de sangre. Su alegre colorido y brillantez contrastan con su terrible mensaje. “Podría ser el helado que se le cae a un niño en una zona en guerra cuando echa a correr porque llegan los bombarderos”, dice su creador, el artista Barry Wolfryd. Nacido en Los Ángeles (EE UU) en 1952, pero afincado hace más de 40 años en México, es un pintor de corte pop, que factura cuadros muy coloridos, llenos de referencias populares. De hecho, algunos de sus colores y de sus referentes (luchadores, nopales, vírgenes) son de clara influencia mexicana.

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Desde hace cuatro años, Wilford extrae algunos elementos que aparecen en sus pinturas bidimensionales y los recrea en 3D, encarnados en vidrio. Su exposición Intereses comunes, comisariada por Aldo Flores, se puede ver hasta el 7 de septiembre en el Museo de Arte Contemporáneo en Vidrio de Alcorcón (MAVA). El artista conoció la técnica del vidrio en Valencia, a través del experto Juan Ripollés y de Adriano Berengo, fundador de la bienal veneciana Glasstress, que invita a artistas de renombre (Ai Wei Wei, Jan Fabre, Olafur Eliasson) a trabajar con este material. “Me picó el bicho del vidrio”, dice Wolfryd. “Soy un artista inquieto que siempre quiere probar nuevos medios que permitan plasmar las ideas de formas distintas”.

De sus obras, llenas de humor e ironía, también ha extraído muchos nopales (una especie de cactus). “En México se utiliza el nopal para todo: comida, fibras, tejidos, así que yo lo uso como metáfora del país”, dice el artista. Por ejemplo, en esa pieza de vidrio transparente en la que se ve un nopal tachado: “Es una forma de hablar de los problemas del país, como la violencia o el narcotráfico”. Para la realización de las obras, Wolfryd ha colaborado con la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia), con la que ha producido piezas relucientes y transparentes mediante el método del soplado. También con el Berengo Studio en Murano (Venecia), donde practican otro tipo de técnica, la de trabajar sobre la masa caliente del vidrio, al modo del escultor, calentando el material constantemente con un soplete. “Trabajo con maestros artesanos que conocen el oficio. El artista es el que lleva la batuta”, cuenta.

Una de las obras de Barry Wolfryd.
Una de las obras de Barry Wolfryd.J.V.

Entre estas últimas obras se encuentra la pieza que muestra un conejo. “Utilizo en mis cuadros el conejo como símbolo de la inocencia”, dice Wolfryd, “pero este conejo, lleno de tatuajes, es un conejo que se ha pervertido, un conejo pandillero que se posa sobre una gran chapa de Coca-Cola”. Su obra es una investigación sobre el fondo común que comparte la humanidad, en la que le gusta utilizar elementos de gran carga simbólica que puedan contar muchas historias, con gran concentración de significados.

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“El vidrio tiene un potencial brutal, pero hay que animar a los artistas a utilizar este medio, que tiene ciertos requerimientos para su producción”, dice la directora del MAVA, María Luisa Martínez. Por eso desde el museo han promovido dos proyectos de producción, Pensar en vidrio, para artistas de media carrera (como Ouka Leele, Juan Ugalde o Esther Pizarro), y Working glass, para emergentes (E1000, Alejandro Marote o Jorge Peiranes), en los que invitaron a artistas a producir sus obras en vidrio. El MAVA custodia una colección permanente que muestra la evolución de este tipo de arte desde sus inicios en los años sesenta hasta hoy.

“Como el público tiene curiosidad por el trabajo con el vidrio tenemos un pequeño taller de soplado”, señala la directora. Allí se ven los ingredientes y la tecnología utilizadas, que sigue fundamentalmente igual que en el siglo I. Eso sí, para moldear la bola de vidrio incandescente los artesanos utilizan un montón de papel de periódico húmedo. ¿Y cuando se dejen de imprimir periódicos en papel? “Entonces tendremos un problema”, dice la directora.

Intereses comunes. MAVA de Alcorcón. Hasta el 7 de septiembre. Gratuita.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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