Un español en el Swinging London

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En 1963, con solo 21 años, Enrique Sáenz de San Pedro se fue a pasar una temporada a Reino Unido para aprender inglés. Se acabó quedando once años. Fue durante esa estancia en el efervescente Londres de la época, el llamado Swinging London, donde entró en contacto con la fotografía, a través de un libro del alemán Billy Brandt. "Quedé impresionado", dice, "no tenía ni idea de que la fotografía pudiera ser así, mi ignorancia fotográfica era completa. En España, salvo una minoría en Madrid y Barcelona, la fotografía era solo un modo de ganarse la vida".

Después vino una exposición de Cartier-Bresson, la película Blow up de Antonioni (basada en un cuento de Cortázar) y Sáenz de San Pedro no pudo evitar coger la cámara fotográfica y ponerse manos, y ojos, a la obra. De su periplo inglés, el fotógrafo presenta ahora la exposición Inglaterra 1967-1972, que se puede ver en la sede de la Real Sociedad Fotográfica (Tres peces, 2) hasta el 16 de diciembre.

En sus fotos, en blanco y negro, Sáenz de San Pedro retrata en blanco y negro los tipos humanos y los ambientes de la época: las manifestaciones, las señoras conservadoras, los mercadillos o las tribus urbanas que iban apareciendo, como los teddy boys y su particular tupé o los hippys y otro tipo de modernos con melenas y peludos abrigos. "Pero lo que busco no son los tipos", dice el artista, "lo que me interesa, más que la gente, es la creación de imágenes, imágenes con figuras, que generen una atmósfera, una composición que contenga poesía o ironía".

Después de su experiencia británica, Saénz de San Pedro regresó a España, donde se dedicó a fotografiar los aún precarios barrios y descampados del sur de Madrid, según vimos en una reciente muestra en CentroCentro, o a trabajar sobre la Gran Vía.