El Ivima vuelve a poner en venta 340 plazas de garaje tras el escaso éxito de la subasta del año pasado
El PSOE critica la opración porque cree que solo busca recaudar y olvida cualquier finalidad social
La Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid (antes Ivima) ha vuelto a poner a la venta 340 plazas de garaje de su propiedad en el distrito madrileño de Tetuán. Tras el fracaso casi completo del año pasado (se vendieron 35 de las 375 plazas ofrecidas en dos subastas públicas), el organismo prueba suerte de nuevo con precios que van desde los 1.800 euros para espacios de moto a los 12.500 (sin IVA) para coches. El PSOE critica la operación porque solo busca recaudar, olvidando, aseguran, cualquier finalidad social.
Desde que el pasado 11 de enero se abrió la convocatoria de subasta de 340 plazas de garaje en el distrito de Tetuán (304 de coche y 36 de moto), la Comunidad ha recibido 130 solicitudes de compra, según un portavoz de la Consejería de Transportes y Vivienda (se pueden hacer solicitudes hasta el próximo 6 de mayo). De ellas, añade, 22 están pendientes de la formalización final, teniendo en cuenta que en las subastas del año pasado muchos renunciaron en el último momento.
La consejería no ha respondido, sin embargo, a qué cree que se debe el escasísimo éxito del intento de 2016 de vender estas plazas que, aunque al menos en su mayor parte se ubican en los bajos de edificios de viviendas sociales, no están vinculadas a ningún piso, bien porque los dueños o inquilinos rechazaron en su día comprarlos o porque no se llegaron a ofrecer.
El diputado socialista en la Asamblea de Madrid Daniel Viondi sí lanza una teoría sobre el fracaso: el estado de las plazas de garaje, algunas de las cuales llevan lustros sin utilizar, y el precio de estas en tiempos de crisis y en un barrio de viviendas sociales, donde la salud económica de los vecinos es, en general, un poco más delicada.
De hecho, muchos de estos vecinos se quejaban el pasado viernes de que cuando les entregaron las casas, si querían una plaza de garaje, tenían que pagarla aparte. Lo comentaban en el entorno de los números 38 a 54 de la avenida de Asturias, en el barrio de la Ventilla, donde se encuentran buena parte de las plazas que ofrece la Comunidad, y el bar que regenta en la zona Susana Prieto. Detrás de la barra, Prieto explicaba que ella sí compró una plaza cuando llegó a los nuevos pisos en 1989. Del barrio de Ventilla “de toda la vida”, la mujer se quejaba de las idas y venidas con las dichosas plazas a lo largo de los años. “Un tiempo después de que yo me comprara la mía, sacaron a la venta otras que estaban libres, pero mucho más baratas. Protesté, pero no conseguí nada”, asegura.
A su alrededor, a otros parroquianos se les iba calentando la boca —“Estos del Ivima no quieren más que hacer negocio”—, mientras explicaban que a los folletos de propaganda sobre la subasta se han sumado cartas personales a algunos de ellos.
“La gestión del patrimonio del Ivima fue siempre un caos y con Cristina Cifuentes no ha mejorado en absoluto”, aporta el diputado Viondi. “Llevamos años con cientos de plazas de aparcamientos sin vender y locales abandonados. En algunos casos, más de 15 años”, añade y concluye: “Se necesita pensar en las personas, en quién las necesitas y en qué utilidad social tienen. No en hacer caja como único motivo”.
Esta subasta se suma, dentro de un plan que se ha llamado Aparca, a la oferta de otro medio centenar de plazas en alquiler en los distritos de Hortaleza, Fuencarral, Ciudad Lineal, Moratalaz y Usera, a las que a lo largo de 2017 se irán sumando “todas las plazas libres en Madrid capital que cumplan los requisitos”. De momento, se han alquilado 92.
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