Barcelona acusa a la Generalitat de “chupar rueda” en política de refugiados
El Ayuntamiento ha atendido a 1.890 refugiados en lo que va de año y alberga a 70
El rifirrafe a propósito de la política del Ayuntamiento de Barcelona en materia de refugiados es un clásico de las comisiones de Presidencia. También en la de este martes. El teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía, Jaume Asens, ha presentado, en un primer momento sin datos, el balance de un año del programa Barcelona Ciutat Refugi. Y la oposición ha acusado al Ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau de utilizar el drama de los refugiados para hacer política. La respuesta de Asens —que acababa de pedir no hacer "batalla política" con el tema— ha sido dura. El teniente de alcalde ha acusado a CiU de, desde la Generalitat, "chupar rueda" en sus políticas de atención a las víctimas de la guerra.
A preguntas de los grupos, Asens ha facilitado al final datos: de enero a octubre el SAIER, el servicio municipal que atiende a los refugiados, ha atendido a 1.890 personas (el mismo periodo del año pasado fueron 1.254). Respecto a la acogida de refugiados en pisos de la ciudad, hay 200 en pisos del Gobierno español, y 70 en alojamientos del Ayuntamiento.
Éstos han sido acogidos bajo el Plan Complementario que atiende a casos de personas muy vulnerables, ha explicado el coordinador del programa Barcelona Ciutat Refugi, Ignasi Calvó. A finales de año serán 90 y esperan doblar la cifra el año que viene.
Desde la oposición, CiU ha reprochado la ausencia de cifras concretas en el informe y la concejal Francina Vila ha acusado al ejecutivo de Colau de "querer apropiarse del clamor de toda la sociedad" sobre el drama de los refugiados. Marlién Barceló, de Ciutadans, ha criticado la falta de coordinación institucional y ha afirmado: "No necesitamos fotos y eslóganes diciendo que llegarán tres mil o cinco mil", además de preguntar qué ha hecho Colau con los 10 millones presupuestados para atender a refugiados.
También ha pedido concreción ERC, que por boca de Montse Benedí ha pedido "mayor ejecución del programa", y ha preguntado en qué se han traducido los convenios firmados con los ayuntamientos de Lesbos y Lampedusa. Por parte del PP, Àngels Estellés ha asegurado que España "cumple los tratados internacionales, mientras Colau ha querido hacer política con los refugiados e ir por libre, haciendo política con el drama".
Desde la CUP, Josep Garganté ha criticado, como otras veces, que Colau atienda a los refugiados de guerra y no a "los del capitalismo, como los manteros o los chatarreros".
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