El Ministerio de Cultura destinará 300.000 euros a la Fábrica de Tapices
El dinero se destinará para pagar las seis nóminas que se adeudan a los trabajadores
Dos días después de que la Real Fábrica de Tapices haya solicitado el concurso de acreedores, el Ministerio de Cultura ha anunciado este jueves que hará una aportación extraordinaria de 300.000 euros para pagar, principalmente, las seis nóminas (dos de 2013 y cuatro desde el comienzo de año) que desde hace años se adeudan a los trabajadores.
Aunque el pasado martes las tres administraciones públicas que conforman el patronato de la fábrica —el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad y el Ministerio— se comprometieron a realizar aportaciones económicas adicionales para revertir la situación, solo el Ministerio ha anunciado, de momento, una ayuda económica. El Ministerio, además, ha convocado a una reunión al Consistorio y a la Comunidad de Madrid para "buscar soluciones a las deudas más inmediatas", según una nota emitida este jueves.
En la Real Fábrica de Tapices, fundada en 1721 por Felipe V, trabajan 52 personas. La institución, además de deber seis nóminas a sus empleados, las correspondientes cuotas de la Seguridad Social, el pago a proveedores y varios recibos de luz, acumula pérdidas de hasta 5,3 millones de euros.
Reducción de las subvenciones
Además de estar detrás de buena parte de los pedidos, la aportación económica de las distintas Administraciones ha bajado los últimos años, repercutiendo en la viabilidad de la Fábrica. Tanto el Ministerio de Cultura, como la Comunidad y el Ayuntamiento aportaron 320.076 euros a la Real Fábrica de Tapices en 2013, casi la mitad que en 2011. El descenso de las subvenciones del Gobierno regional fue notable: de 395.401 euros en 2011 a 93.375 dos ejercicios después. El Ministerio de Cultura también redujo su aportación, que pasó de 260.000 a 185.000 euros. El Ayuntamiento comenzó en 2013, con Ana Botella como alcaldesa, a subvencionarla, con 75.000 euros a fondo perdido dicho ejercicio.
El secretario de Acción Sindical de UGT, José Luis Hijosa, admitía el pasado martes a EL PAÍS que se sintieron estafados, pues el patronato les negó la insolvencia de la fábrica hasta el día de antes del concurso. “No entendemos de dónde ha salido semejante agujero”, explicaba Hijosa.
Las tres instituciones encargadas de la Real Fábrica anunciaron el martes que se reunirían esta semana con los bancos que sostienen la deuda —Bankia y Banco Popular son los mayores acreedores— para evaluar cuánto dinero deben aportar para asegurar el pago de las nóminas. En un comunicado conjunto anunciaron la creación de un equipo de gestión de crisis que “permita encauzar el rumbo” de una fábrica que produce “un bien cultural único en el mundo”.
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