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Crónica de Baleares
Crónica
Texto informativo con interpretación

‘Gonellismo’ político

Los primitivos ‘pepgonella’ estaban en la reivindicación periférica, anticentralista, por las hablas populares y el ‘xerrar’, la lengua oral, antigua

Desde la Jaume III se sostiene que el "catalán está marginando al mallorquín".
Desde la Jaume III se sostiene que el "catalán está marginando al mallorquín".Tolo Ramon

Una versión no abrupta del gonellismo se examina en las elecciones de Baleares. Es el neogonellismo, endemismo político y social sin estructurar, siempre avivado. Evoca a un líder que fue una máscara, Pep Gonella, que en los años 70 predicó en el Diario de Mallorca. Gonella, que era un apodo de un personaje del folclore (con glosa antigua absurda, con versiones de rock), fue un seudónimo para polemizar con el filólogo Francesc de B. Moll contra un uso cerrado de la lengua catalana, sin las formas y modalidades propias insulares, en la lengua escrita y publicada. Sin libertad, no había medios en el idioma de la calle.

Murió Franco, llegaron las urnas, TVE y RNE emitieron (como hoy) en un catalán correcto, abierto. En los 80 se inició la enseñanza del y en catalán. El Estatuto de Autonomía de 1983 recogió la cooficialidad de la “lengua propia”. TV3 comenzó a emitir en Baleares.

Los promotores del gonellismo y sus conversos lograron que el PP de José Ramón Bauzá, tras ganar el Gobierno balear, en 2011, aplicase algunas de sus demandas. El PP eliminó la exigencia del catalán para las oposiciones, dio vía a la libre elección de lengua en las escuelas, implantó el trilingüismo, diluyó el peso de la lengua autóctona en las aulas. E ignoró a la universidad UIB.

Bauzá en sus discursos en catalán (denominación que no usa) habla en la versión no literaria, sala y vulgariza. Atendió al gonellismo y fue sensible a las presiones; así la televisión oficial IB3 en sus programas y telediarios maneja el salat y lo popular: sa, es, ets, lo, nígul, mistos, veïnat, servici, vacacions

Los primitivos pepgonella estaban en la reivindicación periférica, anticentralista. Clamaban por las hablas populares y las formas señoriales, auténticas, el xerrar, la lengua oral, antigua, los particularismos ante la metrópoli uniformadora.

El patriarca Moll en el libro La polèmica d’en Pep Gonella (1972) situó en la portada otra máscara, una foto vieja de un anónimo inculto. El creador del gonellismo era representado por un payés con cara de atontado, descalzo, pipa en mano, azada y cesta a su lado.

El gonellismo, en cuatro décadas, con el desarrollo de la democracia (1977) y la autonomía (1983) ha sido escrutado en las elecciones. Concurrió bajo siglas distintas de grupos utilitarios del PP para abrir debates y restar votos: lo más evidente Sa Clau de Biel Martí, que entró en el PP.

Existieron candidaturas y campañas paralelas animadas por exfalangistas, expolicías y ejecutivos hoteleros: en defensa de los candidatos mallorquines, la identidad insular distinta, la exacerbación de lo propio, contra la enseñanza del catalán y con la vindicación del castellano. Las urnas mesuraron el escaso volumen de estos discursos de minorías anticatalanistas.

El catalanismo fue en las islas una variante conservadora, literaria, postrenacentista, mallorquinismo político según Josep Melià. Ahora el PP usa como anatema la voz “catalanista” por favorable a la inmersión lingüística, contrario a la elección de lengua por padres y al trilingüismo.

Los guionistas seminales del gonellismo nunca han asumido su autoría, pero sí han mostrado criterios semejantes a los escritos fundacionales. Un aparente impulsor del viejo Pep Gonella es Pep Zaforteza Calvet, quien creó y preside desde 2013 la Fundación Jaume III que, con capital, anuncios, vídeos y manuales busca salvar el “bon mallorquí” y “las variedades baleares”. Jaume III murió en la batalla de Llucmajor en 1349 y su Reino de Mallorca fue anexionado a la Corona de Aragón.

Zaforteza, heredero y albacea de Llorenç Villalonga, presidió el diario que lanzó a Gonella, la ex caja Sa Nostra (que nombró así frente a La Caixa “catalana”), lideró el Colegio de Abogados, fue juez del Tribunal Superior y senador de UCD. Sostiene que el “catalán está marginando al mallorquín” y que “nuestras variedades” están amenazadas de desaparición. En la web de su fundación se habla de “falanges catalanistas acostumbradas a mandar” y de “intelectuales orgánicos”.

Xavier Pericay, filólogo y periodista catalán que habita en Palma, es vocal e ideólogo del lobby de la Jaume III. Con este marchamo y el de ser fundador del movimiento de Albert Rivera se estrena en las urnas como el líder electoral balear de Ciudadanos.

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