Gràcia tendrá el edificio ecológico privado más grande de Barcelona
La vivienda, propiedad de una pareja joven, dispondrá de cinco plantas construidas en madera y estará lista para el mes de agosto
“Se te va a prender fuego como la casa de los cerditos”, le dijo el padre a su hijo, cuando se enteró que el joven de 35 años, iba a construir junto a su pareja una vivienda de madera sin precedentes en Barcelona. Pese a la negativa del entorno, la pareja se lanzó a la inédita aventura.
Para agosto, tras seis meses de obras, se estrenará en la parte alta de Gràcia un edificio unifamiliar de 346 metros cuadrados, erguidos sobre 14 pilares de madera, de nueve metros cada uno y acabados con materiales sostenibles, a excepción del hueco del ascensor que, por razones de fuerza mayor, debe hacerse con ladrillos. Será la construcción ecológica particular más grande de Barcelona. Una vivienda vanguardista, planificada para funcionar desde la eficiencia y ahorro energético, amable con el medioambiente, y también, con la salud de quien la habite.
“Puede dar la sensación que será una mansión de cinco plantas, pero en verdad es una casa que en el mercado tiene un precio muy parecido a un piso promedio”, asegura el propietario, un joven barcelonés que prefiere reservar su identidad. “Una casa de estas dimensiones, pero construida en hormigón, podría costar más del doble”, compara el joven haciendo hincapié en el beneficio económico que conllevan las construcciones sostenibles.
Pero barato, no es sinónimo de precario. Una de las curiosidades más llamativas de este hogar será su complejo y eficaz funcionamiento para calentar y refrigerar el ambiente. La vivienda incorporará un sistema de renovación de aire, con recuperador de energía de alta eficiencia, que permite, por ejemplo, ventilar sin abrir las ventanas. “La casa siempre tendrá aire fresco. Cada media hora, automáticamente, un sistema de ventilación forzada coge el aire de la calle, le cambia la temperatura, y hecha fuera el aire viciado”, explica el propietario.
La madera se reforzará con aisladores naturales, como la celulosa reciclada y la fibra de madera. Esto hará que la casa mantenga la temperatura deseada durante varios días. La aerotermia, fuente de energía renovable, será otro recurso ecológico para para abastecer la vivienda de agua caliente. Según los cálculos realizados, se estima que el gasto medio mensual en refrigeración, calefacción y agua caliente, será de 62 euros al mes.
Será una vivienda unifamiliar de 346 metros cuadrados, erguidos en 14 pilares de madera
“Todo el mundo piensa que es una locura vivir en una casa de estas características en el medio de la ciudad. Creen que vamos a arder en llamas”, ironiza el propietario, pero argumenta que esto es falso. “En caso de incendio, evidentemente arderá antes que el tocho, pero la gente no sabe que la madera tiene propiedades que funciona mucho mejor que los materiales convencionales, justamente porque no colapsa”. Según explica, en caso de quemarse, la estructura lograría mantenerse erguida “mucho más tiempo” que una casa de hormigón. “Nos lo hemos currado mucho y no tenemos miedos que nos frenen. Cuando tenemos una idea en mente, jamás pensamos que las cosas nos saldrán mal”.
Tras investigar durante diez meses la tecnología apropiada, de visitar casas similares por el interior de Cataluña, de comparar proveedores y empresas constructoras,la pareja firmó contrato una empresa catalana especializada en la construcción sostenible y con amplia trayectoria en la materia.
“Ojalá sirva como ejemplo piloto para que otra gente se lance. Es un pasada ver cómo queda la casa, la calidez y sensibilidad que tiene, con acabados que se parecen mucho a una casa convencional, pero con la diferencia de contribuir al medioambiente”, reflexiona el propietario.
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