Toma castaña... aceite y sierra
Puestos de nostalgia castiza, escaparate de los mejores jugos de aceituna y sabores de Guadarrama
Al descubrir entre mi ardilleo de libros un cuento antiguo, Mariuca la castañera, troquelado e ilustrado por Ferrandiz y con una pequeña paleta de freír incorporada, me entró un ataque de nostalgia castiza. En mi barrio moderno no hay puestos, pero me reconforta saber que en el centro persisten. El asunto es algo de la imaginería navideña, pero con estos fríos que aún nos atacan en febrero sigue apeteciendo un cucurucho de humeantes castañas asadas, y de boniatos o maíz también asados (que ahora los puestos son multioferta). Y si fuera verano tampoco pasaría nada, que en una coqueta tienda del metro de Tokio pude probar castañas en distintas épocas del año. Es de agradecer que Google Maps sitúe en la ciudad todos los puntos de castañeras y castañeros: “La de Goya de toda la vida”, “Paco el de Chamberí”... Y además de ponerle el GPS a la nostalgia, se me ocurre que en la ola de food trucks a la madrileña incorporen al mercado MadrEat una furgoneta castañera.
Pero saltando a la actualidad, toca recomendar uno de los alimentos clave de la dieta mediterránea, que se muestra este lunes en todo su esplendor: el aceite de oliva virgen extra. El Hotel Villamagna acoge el III Salón Olipremium, un escaparate del beneficioso AOVE. Más de 40 almazaras de distintas comunidades exhibirán un centenar de jugos de jugo de aceituna, y junto a la calidad del producto se mostrará cómo el diseño de los envases es un atractivo más para la proyección internacional. Cocineros como Firo Vázquez o Manuel de la Osa, cocinarán bacalao con el AOVE como aliado.
Y para no olvidar los productos que brinda la sierra madrileña, arrancan ahora (hasta el 1 de marzo) las jornadas gastronómicas Saborea Guadarrama. Verduras de la huerta, lechazo asado al horno de leña, solomillo, quesos, vinos y setas son algunas de las tentaciones. Participan 16 establecimientos y habrá catas de cerveza ecológica de Guadarrama, talleres de cocina para niños, visita a La Finca de Jiménez Barbero (donde pastan sus vacas felices) y una camioneta-restaurante del chef Javi Estévez con comida callejera gurmé.
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