CDC hará un consejo nacional para refundarse y lograr “corrupción cero”

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ha aprobado hoy celebrar un consejo nacional extraordinario el próximo mes de febrero para establecer el calendario de "refundación" del partido, uno de los objetivos del cual será alcanzar la "corrupción cero". Así lo ha anunciado el coordinador general de la formación, Josep Rull, en el marco de consejo nacional que se ha celebrado este mediodía en el campus de Bellaterra, en Cerdanyola del Vallès (Barcelona).

El número dos de CDC ha querido remarcar la voluntad del partido de desvincularse de los casos de corrupción que han salpicado a la formación nacionalista en los últimos meses, centrados en la familia Pujol, y ha constatado que uno de los objetivos prioritarios de la formación es lograr la "corrupción cero".

"Hemos acordado autoconvocarnos en un consejo extraordinario para el próximo mes de febrero, con el objetivo de fijar el calendario de refundación del partido este 2015", ha anunciado Rull. La formación ha aprobado la decisión centrada en el desarrollo de tres ejes: "El eje nacional se centrará en construir un nuevo Estado independiente; el social, en generar actividad económica para reforzar el Estado del Bienestar; y el eje ético, centrado en que haya corrupción cero", ha apuntado Rull, sin mencionar en ningún momento los supuestos casos vinculados a la familia Pujol.

Con ese objetivo, CDC se ha marcado como prioridades la construcción de los instrumentos de Estado con el fin de afrontar con garantías el día después de la proclamación de la independencia que desea. En este sentido, Rull ha asegurado que "ahora será necesario desarrollar el Libro Blanco de la Transición Nacional, en ámbitos como la hacienda catalana, la acción exterior o infraestructuras estratégicas".

En otro orden, la formación espera poder ampliar la base soberanista a partir de la refundación del partido, con el fin de atraer aquellas personas que el 9 de noviembre no participaron en el proceso participativo. "Lo que hemos aprendido de la experiencia de Quebec o Escocia es que cuando hay una votación trascendente como la del mes de septiembre la participación se dispara", ha señalado Rull. Por ello, considera que se tiene que tener la capacidad de entender que "nos situamos en un escenario que puede superar ampliamente el 70% o el 80 % de participación, por lo que es necesario llegar a este núcleo de gente que aun duda de la conveniencia de un Estado nuevo.