Solo las instituciones gobernadas por el PNV renovarán sus presupuestos

La celebración de las elecciones forales y municipales ha condicionado por completo el debate presupuestario en las principales instituciones vascas, de tal modo que solo aquellas que están gobernadas por el PNV, esto es, el Gobierno vasco, la Diputación vizcaína y el Ayuntamiento de Bilbao, lograrán renovar las cuentas de 2015. En cambio, allí donde el poder está en manos de otros partidos, como es el caso de Gipuzkoa y San Sebastián, donde rige Bildu, y Álava y Vitoria, controladas por el PP, se verán obligadas a prorrogar los presupuestos del próximo ejercicio.

De las siete grandes instituciones vascas, el Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao han conseguido ya aprobar las cuentas de 2015. El PP no ha conseguido un solo apoyo para superar este trámite en la Diputación de Álava, y otro tanto le ha sucedido a Bildu en la Diputación de Gipuzkoa. La coalición abertzale ha presentado esta misma semana el proyecto para el consistorio donostiarra, donde todo apunta a que toda la oposición obligará el alcalde, Juan Karlos Izagirre, a retirar su propuesta económica.

Esta vez no se ha cumplido la recomendación y el deseo que el lehendakari, Iñigo Urkullu, lanzó tras el verano para lograr la “estabilidad” en todas las instituciones vascas. Solo se ha cumplido allí donde su partido está gobernando. El Parlamento autonómico ha sancionado esta misma semana las cuentas de la administración vasca, que ascienden a 10.639 millones de euros, con el apoyo del PNV y de seis de los 16 parlamentarios socialistas, fruto del acuerdo alcanzado entre estas dos formaciones. Aunque el PSE-EE hubiese preferido salvar la situación con la abstención de todos sus representantes, pero el voto en contra del resto de formaciones de la oposición obligó a prestar seis votos a los peneuvistas.

Sin tantos equilibrios, Bizkaia y Bilbao han conseguido aprobar las cuentas sin sobresaltos. El de la Diputación que preside José Luis Bilbao, que se eleva a 7.552,2 millones, obtuvo luz verde con la abstención de socialistas y populares, el mismo respaldo que logró el presupuesto del consistorio de la capital.

El resto de instituciones no podrán hacerlo. La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, acusó recientemente a la formación presidida por Andoni Ortuzar de “castigar a las instituciones en las que no gobierna”. “El PNV cae en el error de no entender ni respetar la pluralidad de este país y lo que trasladan a los ciudadanos es que aquellos territorios que no están siendo gobernados por ellos deben sufrir el castigo, en el caso de Álava por el error de haber apostado por el PP y en el caso de Gipuzkoa por no ser capaces de articular una alternativa al Gobierno de Bildu”, afirmó tras fracasar su intento de lograr un acuerdo económico con los nacionalistas.

A raíz de esta falta de entente, el diputado general alavés, Javier de Andrés, se vio forzado a retirar el proyecto presupuestario que había presentado tras constatar que todos los grupos estaban en contra. Otro tanto tuvo que hacer el regidor popular Javier Maroto, quien también acudió a la prórroga en 2012.

Y en Gipuzkoa, donde el gabinete de Martin Garitano había conseguido aprobar sus cuentas durante tres ejercicios (en 2012 y 2014 con la abstención del PNV, y en 2013 con la del PSE), esta vez no ha sido posible el entendimiento que Bildu y el PNV trataron de alcanzar. La proximidad de los comicios de mayo próximo ha echado al traste la búsqueda de puntos de encuentro entre partidos de gobierno y de oposición en estos dos territorios. Otro tanto le podría suceder a Bildu en San Sebastián, la institución más rezagada en la presentación de su propuesta económica para 2015. Izagirre, a quien en 2014 le apoyó el PNV, quiere darse un tiempo para convencer al resto, pero es más que probable que también pague la factura de la carrera electoral.