Las aulas vascas escuchan la voz de las víctimas de ETA y del GAL
Los alumnos se muestran impactados "al escuchar el enorme sufrimiento padecido por las víctimas, y por no sentir odio". Han participado 2.256 alumnos de 4º de la ESO y Bachillerato de 21 centros educativos vascos. Los testimonios han sido aportados por 17 familiares directos de víctimas del terrorismo, 11 de ETA, 4 del GAL y dos de abusos policiales
"El terrorismo es una cosa del pasado". "Les impacta el relato del enorme dolor y sufrimiento que les ha causado el terrorismo, y que no sientan odio". Un total de 2.256 alumnos de 4º de la ESO y Bachillerato de 21 centros educativos vascos han participado este año en el programa de testimonios de víctimas del terrorismo en las aulas, Adi Adian (Muy atentos) en el que 17 familiares directos de víctimas asesinadas por ETA, los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA), el GAL o por abusos policiales han relatado su experiencia tras sufrir el impacto de la violencia.
En un vídeo grabado por ellos mismos con sus teléfonos móviles y que anima a continuar adelante con la campaña y a extender la experiencia para evitar que se vuelvan a repetir, los alumnos resaltan el impacto que les produce escuchar en primera persona los "testimonios de vida" de quienes han sufrido la violencia terrorista. Una de las conclusiones a las que llegan es que el dolor es igual en todos los casos, independientemente de la procedencia de los disparos. Pese a que solo han pasado cinco años desde el último asesinato de ETA y tres desde su declaración de fin de la violencia, los alumnos resaltan que "ETA es algo del pasado, algo que afectó más a sus padres"
El programa comenzó
El Gobierno vasco ha calificado de "muy positivo" el programa, que comenzó en la legislatura socialista de Patxi López, aunque solo se pudo llevar a cabo en ocho centros, y espera extenderlo en 2015 a unos 30, muchos de ellos en Álava, provincia en la que doce están en lista de espera. La consejera de Educación, Política Lingüística y Cultura, Cristina Uriarte, y el secretario general para la Paz y la Convivencia, Jonan Fernandez, han analizado los resultados de un módulo educativo que se promociona como "aprendizajes de dignidad humana, convivencia y empatía mediante una experiencia de escucha de testimonios de víctimas".
El Gobierno de Iñigo Urkullu presentó los programas de Educación para la paz en noviembre de 2013, es voluntario, y antes de su puesta en escena en cada centro se "trabaja" en los claustros. Son los propios centros educativos los que deciden hacerlo y con qué grupo de alumnos, pero es el Gobierno quien elige la víctima que va a prestar su testimonio. Una vez contada la experiencia en el centro es cada profesor el que decide si sus alumnos realizan un trabajo posterior, aunque de forma experimental, este año el Ejecutivo ha desarrollado actividades complementarias que se han recogido en ese vídeo realizado por los alumnos.
Las víctimas hacen un gran esfuerzo personal"
Este año 2014 han participado familiares directos de once víctimas asesinadas por ETA y los CAA, cuatro del GAL y dos de abuso policial. "Estas personas hacen un importante esfuerzo personal. Se exponen ante grupos de jóvenes y exponen una parte muy dolorosa de sus vidas con un objetivo educativo", ha explicado Uriarte tras señalar que en su opinión es extremadamente importante su testimonio, porque "ayuda a los alumnos a entender el compromiso con la no violencia". Los relatores de las experiencias subrayan que mantienen un discurso universal. "Todos se sienten representados con el discurso de todos", ha explicado Fernández, y están muy cómodos y seguros. Por todo ello, desde el Gobierno vasco afirman que este módulo de testimonios de víctimas "está funcionado muy bien" y ha puesto en valor que se haya conseguido sacarlo del debate mediático-político y poderlo desarrollar en un marco de "sosiego y tranquilidad".
Durante este año 2014 se han ofrecido 50 sesiones de testimonios de víctimas, de las que 47 han sido testimonios directos y en las que han participado 2.256 alumnos de 21 centros educativos. La práctica totalidad de los centros que han participado en el módulo han solicitado repetir la experiencia de cara a 2015 y cuentan con solicitudes de otros 12 centros. Jonan Fernández ha relatado que las víctimas participantes destacan que el programa tiene unos principios éticos claros y explícitos y, sobre todo, se trata de un espacio que ha nacido "con tranquilidad, mucho diálogo, confianza y discreción". En relación con la posibilidad de hacer que el programa crezca muy rápido ha explicado que en su opinión "testimoniar una experiencia personal tan dura supone un esfuerzo muy grande".
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