Un miembro abandona el comité de expertos por su “lentitud”
"En algunas calles hay una UVI de árboles y habría que cambiarlos todos”, afirma el miembro del CSIC que deja el cargo
Uno de los seis miembros designados inicialmente por el Ayuntamiento de Madrid para examinar el arbolado del parque de El Retiro y evitar nuevos incidentes por caída de ramas ha abandonado ese comité de expertos por “discrepancias” debidas a la “excesiva lentitud de los trabajos” y a su enfoque “excesivamente teórico”. Mariano Sánchez es conservador del Real Jardín Botánico y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se integró en el comité de expertos cuando fue creado por el gobierno municipal de Ana Botella (PP), el 14 de julio, y dimitió el 3 de octubre, una vez finalizado el protocolo para examinar los árboles del parque en busca de ejemplares peligrosos.
Sánchez ha señalado a EL PAÍS que la selección de los 813 árboles que pueden entrañar riesgo (eran 814, pero uno se cayó el mismo día en que se anunció el protocolo, el 14 de octubre) no la terminó realizando el comité de expertos, sino los técnicos municipales de El Retiro. Sánchez ha puesto esto como ejemplo de la excesiva lentitud, a su juicio, del trabajo de la comisión.
El concejal de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito, creó este comité de expertos tras la muerte el 21 de junio de un hombre aplastado por la rama de una falsa acacia y de varios incidentes similares, pero sin víctimas, en El Retiro. Fue el primer fallecido por un hecho similar desde el año 2000, pero no el último. El 8 de septiembre perdió la vida otro hombre, derribado por la rama de un olmo cuando paseaba por la calle en Villa de Vallecas. Las caídas de ramas o árboles enteros se han sucedido prácticamente a diario en los últimos meses, provocando alarma social y fuertes críticas contra Botella. El Ayuntamiento reaccionó intensificando las podas y talas de árboles, y con la creación del comité.
Lo integraron en un primer momento el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Carlos del Álamo; el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de la Politécnica, Antonio Prieto; el subdirector municipal de Parques y Viveros, Santiago Soria; el director municipal de Emergencias, Alfonso del Álamo; el profesor de Patología Forestal José Antonio Sainz de Omeñaca; y Sánchez.
El pasado 14 de octubre, tres meses exactos después de su constitución, el comité de expertos presentó los primeros resultados de su trabajo. Estos especialistas han escogido los parámetros para determinar el umbral de riesgo de los árboles de El Retiro, en función de su especie, edad, diámetro, copa, raíces o ubicación.
Según anunciaron ese día, de la aplicación de ese protocolo salió la lista de 814 ejemplares sospechosos, de los que 108 ya han sido sometidos a una inspección más urgente mediante radar por compartir las mismas características que algunos de los caídos en las últimas semanas en el parque.
Sin embargo, según ha asegurado Sánchez a EL PAÍS, la selección de estos árboles —entre los que “no hay ninguno claramente peligroso”, afirmaron apenas minutos después de que uno de ellos, un pino, se viniera abajo, sin provocar víctimas— la llevaron a cabo los técnicos municipales del Retiro a partir de sus propias fichas. El protocolo se aplicará ahora para confirmar su nivel de riesgo. Aquellos que entrañen un mayor peligro, serán talados.
En lo que va de año, ya se han cortado 187 ejemplares por su riesgo, y otros 534 han sido podados, una cantidad “un poquito superior” a otros años, según el Ayuntamiento.
“Tres meses me parece demasiado tiempo” para elaborar este protocolo, afirma Sánchez. Los trabajos para determinar el nivel de peligrosidad de los árboles seleccionados no concluirán además hasta diciembre. “Las discusiones sobre el protocolo fueron demasiado teóricas, y esa forma de trabajar lo ha retrasado todo”, añade Sánchez.
En cualquier caso, Sánchez asegura que ese retraso no ha tenido, a su parecer, consecuencias “porque los técnicos de El Retiro ya estaban trabajando en paralelo”. Añade además que él mismo realizó una inspección personal del 6% del arbolado seleccionado por su posible peligrosidad y coincidió plenamente con el criterio de los técnicos municipales.
Sánchez cree de suma importancia aplicar el protocolo diseñado para El Retiro al arbolado de las calles madrileñas. “En las reuniones, planteé que debía traspasarse el plan de gestión al resto de la ciudad, que era fundamental, y me dijeron que sí, pero si han pasado tres meses para hacer el protocolo, hasta que se haga esto... Y eso que, en realidad, no debería llevar más de tres semanas”, añade. En su opinión, la gestión del arbolado de un parque histórico “no es ni parecida a la del viario urbano”, donde, en lugar de tratarse árbol a árbol, hay que tomar en consideración todo el conjunto de una calle. “En algunas calles hay una UVI de árboles, han superado su edad límite de largo y habría que cambiarlos todos, pero no se puede actuar con una motosierra sin más. Es necesario planteárselo con cinco o 10 años de antelación e ir sustituyendo los árboles de tanto en tanto, a la vez que se plantan otros”, explica Sánchez.
Al comité de expertos se han unido el jefe de Jardines de Patrimonio Nacional, Ángel Muñoz; y la presidenta del Comité Hispano de la Internacional Society Arboriculture, Laura Mendiburu.
Lissavetzky censura el “retraso” en el examen del arbolado
El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha exigido a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP), que aplique “rigor y transparencia” a la gestión de esta crisis derivada de la caída de ramas y árboles, que, en su opinión, la regidora “no ha sabido gestionar” apropiadamente.
Después de trasladar su respeto a los expertos seleccionados por el Ayuntamiento, Lissavetzky ha asegurado que no comprende “el retraso” a la hora de informar sobre las conclusiones de sus trabajos.
El líder socialista ha vuelto a solicitar además una comisión municipal monográfica sobre este asunto, algo a lo que el concejal de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito, accedió en primera instancia, pero que todavía no ha convocado.
Lissavetzky ha lamentado que el comité de expertos no haya estudiado los 300.000 árboles de alineación que hay en las calles de la capital, circunscribiendo sus trabajos al parque histórico de El Retiro —donde hay unos 20.000 ejemplares—.
"Es inaudito que Botella se empeñe en que la caída de árboles y ramas no debe provocar alarma a los ciudadanos", destaca el líder socialista.
En su opinión, el gobierno municipal de Botella no ha sabido dar "respuestas" a los ciudadanos ante esta nueva "crisis de gestión". Para Lissavetzky, resulta "imprescindible adoptar medidas y soluciones rápidas" y que el gobierno municipal "deje de esconder la cabeza en el agujero".
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