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crisis económica

El Gobierno desvía 54 millones en becas de Educación para obras forales

El préstamo, al 1,5%, se devolverá en plazos anuales a lo largo de un lustro

El Gobierno vasco derivó en 2013 un total de 54 millones de euros del Departamento de Educación, concretamente del programa de becas, para costear el préstamo que el Ejecutivo ha concedido a las tres diputaciones forales para que pongan en marcha proyectos de reparación de carreteras u obras como la línea 3 del metro de Bilbao.

El Consejo de Gobierno aprobó el 5 de noviembre, fuera del orden del día y sin que se diera a conocer a los medios de comunicación en la rueda de prensa posterior, la decisión de que el Departamento de Hacienda asumiera 54 millones de euros de “excedentes” del área de Educación para convertirlos en un préstamo. Sus beneficiarios fueron las diputaciones a través del plan interinstitucional firmado por el Gobierno con los tres entes forales en septiembre, documento posibilitado por la relajación del objetivo del déficit desde el Ministerio de Hacienda. En la práctica, supuso realizar inversiones por 180 millones de euros, de los que 54 iban a ser cedidos por el Ejecutivo a las tres diputaciones para que pudieran impulsar los proyectos que estimasen oportunos en cada una de las tres provincias.

Educación explica que en 2012, con la consejería en manos del PSE, se adelantaron varios millones de euros de las becas que tocaba pagar a lo largo del ejercicio siguiente, por lo que el año pasado solo tuvieron que pagar 21 de los 63,9 millones presupuestados. ¿Le sobraba dinero a Educación en 2013? La consejera Cristina Uriarte ha dicho en varias ocasiones que le “gustaría” contar con más recursos para su departamento.

De hecho, aunque el presupuesto oficial de ese año fue el prorrogado de 2012, en realidad el que manejó Educación fue un 10% inferior. Pese a ese descenso, el departamento no se quedó con los excedentes de 54 millones para destinarlos a otros fines educativos, algo que técnicamente es posible a través de reasignaciones presupuestarias, sino que fueron redirigidos al plan de las diputaciones. Se trató de una decisión del Gobierno, indican los portavoces del Ejecutivo, y no de la consejería, la única de las ocho existentes en la administración autonómica hoy en día que aportó dinero para ese préstamo foral.

“No hay un nicho de recursos excedentes en el Departamento de Educación”, asegura la exconsejera del área y parlamentaria socialista Isabel Celaá, “hay un discurso de papel de que todos los departamentos se reducirán menos el de Educación, pero eso no es cierto”. De hecho, el plan de infraestructuras educativas para el periodo 2014-2018, un lapso en el que se prevén mejores perspectivas presupuestarias que en los últimos ejercicios, prevé un recorte del 55% —311,4 millones— con respecto al plan anterior. “No recortamos porque nos da la gana. Si hay menos entradas de dinero para dar satisfacción a todas las necesidades tenemos la obligación de priorizar”, resaltó la consejera al difundir el plan. Uriarte ya señaló en 2013 que ese año no se iniciaría ninguna infraestructura nueva.

El dinero redirigido a las diputaciones se corresponde, según una respuesta parlamentaria requerida por la socialista Idoia Mendia, con las transferencias corrientes del programa 4231 de Educación, o lo que es lo mismo, el área de promoción educativa en el que se engloban las becas, el transporte, los comedores de gestión directa o los programas de estancias en el extranjero.

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Ese dinero está siendo ya utilizado por las tres diputaciones, según confirmaron a este periódico ayer. La medida que concentra la mayor cantidad, 15,4 millones, es la obra de la línea 3 del metro de Bilbao —a la que el Gobierno destinará también dinero de su parte de ese mismo plan otros 15,4 millones—. El resto de los 27 millones que ha recibido la Diputación vizcaína a través de ese préstamo se utilizarán para distintos proyectos, como la ampliación del parque tecnológico de Zamudio, la puesta en marcha de distintas obras hidráulicas y para un centro de empresas e innovación de Gernika.

En Gipuzkoa se financiarán siete líneas de programas, la mayor parte para inversiones municipales, seis millones. El resto de los 18 millones que ha recibido esta provincia son proyectos para equipamientos sociales y culturales, las obras en carreteras e iniciativas de innovación o el fomento del empleo local así como medidas de apoyo a localidades dañadas por los temporales. En Álava, con nueve millones, la inversión se centra ante todo en obras de carreteras, pero también en la creación de un parque de bomberos de la Diputación en Júndiz, al oeste de Vitoria, y la realización de un estudio sobre energías renovables, especialmente centrada en poner en marcha ideas de aprovechamiento de biomasa. También se están impulsando colectores hidráulicos en tres municipios de la provincia.

El dinero no es una subvención a fondo perdido, sino que, según el acuerdo firmado por las cuatro instituciones en septiembre del pasado año, las tres diputaciones deberán devolver al Gobierno. El préstamo se devolverá gradualmente, con pagos antes del 30 de junio de cada año empezando por 2014 y con un máximo de cinco años para realizar la devolución. El tipo de interés es del 1,5%, unas condiciones que las diputaciones consideran favorables.

Tres años de ayudas

A. E.

Los 54 millones de euros que el Gobierno ha prestado a las diputaciones equivalen a la cantidad invertida en los tres últimos años por el Gobierno para costear las ayudas de emergencia social (AES) que los Ayuntamientos otorgan a personas con dificultades para asumir gastos básicos puntuales. Es también la cifra destinada a la formación profesional para el empleo de 60.000 personas el pasado año.

Esa cantidad es también la que el Ejecutivo destinó a nuevas emisiones de deuda en 2013 y se acerca a la que el Gobierno vasco destinó para poder pagar las obras del nuevo San Mamés (55). Con 54 millones de euros se pueden hacer casi tres estaciones de autobuses como la que Vitoria inaugurará previsiblemente este otoño, y se puede destinar el doble de dinero del que la Lehendakaritza está dedicando en 2014 a los proyectos de Cooperación al Desarrollo.

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