El Gobierno no habilita, dos meses después, las ayudas para Filipinas

Emergencias que no urgen tanto. El Gobierno vasco no ha podido cumplir con su intención de activar las ayudas de acción humanitaria antes de final de 2013, después de que la administración autonómica se encontrara sin herramientas para permitir canalizar ayudas económicas ante la catástrofe que asoló Filipinas por el tifón Haiyán en noviembre. La falta de respuesta estuvo motivada por los recortes que el equipo de Iñigo Urkullu ha materializado en el área de cooperación al desarrollo y que impidieron aprobar un decreto de ayudas humanitarias que se publica cada año para que, en casos como el filipino, la comunidad autónoma pueda actuar con rapidez.

Tras el tifón, el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, aseguró que “no se ha decidido hoy [POR AYER]nada y tampoco se han hecho previsiones para las próximas reuniones” en esa materia pero, 24 horas y varias críticas políticas después, el Gobierno anunció a través de un comunicado que, ante la falta de un decreto que diera amparo legal a las ayudas en 2013, tramitaría de manera “anticipada” las de 2014. En su comunicado, aseguraron que el Ejecutivo “tramitará en los próximos días la convocatoria de subvenciones para ayuda humanitaria que permitirá a organizaciones no gubernamentales desarrollar acciones humanitarias y de desarrollo en zonas afectadas”, y sus portavoces aseguraron que esto supondría que las ONG podrían acceder a esta línea “a finales de año”.

Esa “tramitación anticipada” de la normativa para 2014 no ha permitido, sin embargo, que la ayuda humanitaria esta pueda ponerse en marcha antes y se ha cumplido la previsión de Erkoreka, que descartó actuaciones de la administración autonómica en el corto plazo. Partidos como EH Bildu y PSE denunciaron en noviembre la “inacción” del Ejecutivo en esta materia.

Una vez superado el mes de diciembre, el decreto, que debe pasar por el Consejo de Gobierno para que el Ejecutivo dé luz verde, aún no ha finalizado su tramitación. Fuentes de la Lehendakaritza, de quien depende la Agencia vasca de Cooperación al Desarrollo, explican que el retraso se debe exclusivamente a los trámites internos y ratifican que su objetivo es el de publicar la orden “pronto”. Esta no se oficializará en el Boletín Oficial del País Vasco hasta al menos finales de enero, ya que la próxima semana no habrá reunión del equipo de Urkullu. La convocatoria tiene un carácter general y contará con dos millones de euros para la “post-emergencia y rehabilitación”, según el Ejecutivo, de lugares que precisen de intervenciones humanitarias, entre ellas la de Filipinas.

Otras instituciones vascas ya han realizado aportaciones para que las ONG vascas puedan colaborar en la fase de emergencia en Filipinas. Es el caso del Ayuntamiento de Bilbao, con 55.000 euros, el de Irún con 30.000, el de Durango con 10.000 o el de Getxo, con 5.000 euros.

El país vive, dos meses después del tifón, una complicada situación debido a la falta de infraestructuras, que deben ser reconstruidas, a la destrucción de los hogares de miles de familias que siguen instaladas en refugios temporales y al hecho de que un tercio de los cultivos de arroz, la principal fuente de alimentación y, en muchos casos, de ingresos, han sido arrasados.

A falta de una respuesta económica desde la administración autonómica, las actuaciones se impulsan desde otros flancos. Es el caso de la DYA, cuyos técnicos de Bizkaia volarán a Filipinas hoy, por tercera vez, para realizar nuevas actuaciones humanitarias en la zona devastada por el tifón Haiyan. Su misión tendrá una parte de 25.000 euros financiada por una ONG de medicamentos y otra por los socios de la propia DYA. Según datos de la Coordinadora de las ONGD de Euskadi, que agrupa a más de 80 organizaciones, hay 14 ONG con presencia en la comunidad autónoma que están prestando ayuda a Filipinas o tienen proyectos en el país.