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Más de 2.500 escolares comen en verano en Valencia gracias a ayudas sociales

FAPA Castellón denunció en junio la existencia de niños que buscaban comida en papeleras Ni la Generalitat, ni las diputaciones de Alicante y Castellón prestan este servicio en verano

Una niña come en el colegio Vicente Mortes de Paterna.
Una niña come en el colegio Vicente Mortes de Paterna.Tania Castro

Desde el 1 de junio y hasta el 31 de septiembre 2.506 niños valencianos tendrán asegurada la comida del mediodía justo cuando cierran los comedores escolares. La Diputación de Valencia ha puesto en marcha el Programa de Asistencia Nutricional a Menores para intentar paliar las necesidades de algunas familias. Pero Valencia parece una isla alrededor de la cual no existe el problema del hambre. En el resto de la Comunidad Valenciana, ni la Consejería de Educación, ni la de Bienestar Social, ni las diputaciones de Alicante y Castellón han considerado necesario poner en marcha programas similares porque, dicen, “no han llegado peticiones concretas”. La Federación de Padres de Alumnos de Castellón denunció el pasado mes de junio la existencia de niños que buscan comida en las papeleras del colegio y niños que se marean porque no han desayunado ni cenado. Unos hechos que la corporación provincial castellonense no ha tenido en cuenta a la hora de realizar su plan de ayudas sociales.

“¡Está fresquito!”, dice Laura dejando salir el aire entre sus dientecitos mientras come melón. A su lado, el que define como su “amigo de secretos”, mira la fruta de reojo y le lanza un bocado furtivo. Es verano, no tienen clase, pero les han traído al comedor del colegio Vicente Mortes de Paterna para que al menos puedan comer al mediodía. Sopa marinera, albóndigas con tomate y melón. Un menú que llena el estómago de los pequeños y evita que se agote el ya marchito bolsillo de sus familias.

92 municipios de la provincia se han acogido al plan de ayudas

Con un presupuesto total de 500.000 euros, 92 municipios de la provincia de Valencia dan de comer a niños de entre 3 y 12 años hijos de familias necesitadas mientras están cerrados los comedores escolares. Parados de larga duración, madres víctimas de violencia de género... los menores han sido seleccionados por los servicios sociales municipales entre las familias con menos recursos.

A las puertas del colegio de Paterna, Juan espera ver salir a sus hijos: “Yo tengo cuatro nanos. Ahora estoy en paro pero era gruísta. Con la crisis la faena bajó y nos echaron. Cobraba un buen sueldo, casi 1.700 euros al mes. Mi piso está en el aire porque estoy en proceso de desahucio. Jamás pensé que tendría que pedir ayuda a los servicios sociales, pero somos seis. No puedo más. El mundo se te cae”. Juan asegura que sus hijos no se dan cuenta de la situación. “Ellos no sufren. Yo les digo: ¿vamos al cole hoy y comemos? Y no se enteran mucho. Es como si aun siguieran en el colegio”. Cada día 126 menores de Paterna comen en dos centros.

Los menores han sido elegidos por los servicios sociales municipales entre las familias más necesitadas

“Los niños llegan a las 12.30, hacen grupos, se lavan y entran a comer. Después de comer salen a jugar con los monitores y a las 14.30 vienen los padres a recogerles”, explica Sol Cuenca, responsable del área de inclusión en la empresa municipal que gestiona el comedor.

“Algunos Ayuntamientos han abierto los polideportivos, han aprovechado las piscinas municipales y después han preparado los menús en la cafetería del propio polideportivo. En otros Ayuntamientos han utilizado el servicio de menjars a casa para distribuirlos”, explica Amparo Mora, responsable de Bienestar Social en la Diputación de Valencia.

El Ayuntamiento de Paterna ha optado por utilizar las instalaciones de dos colegios. La Diputación ha adelantado el precio de los menús, servidos por la misma empresa que cocina durante el año en los comedores escolares. El Ayuntamiento paga monitores, conserje y limpieza. Alfonso Romero, teniente de alcalde de Paterna, explica que “los excedentes” de este plan se destinan a una asociación de ayuda a familiares de drogodependientes.

Durante el mes de agosto, algunos niños han dejado de asistir al comedor. Los monitores explican que algunos padres se han marchado a trabajar de temporeros o no han traído a los hijos por ser Ramadán.

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