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Mas garantiza a los compradores de ATLL que no saldrán perjudicados

El presidente se reunió en Sao Paulo con BTG Pactual, socio de Acciona en la privatización de la ATLL

Miquel Noguer

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, intentó este miércoles en Sao Paulo (Brasil) apagar uno de los incendios que mayores quebraderos de cabeza le ha dado a su gobierno desde hace meses. Se trata de la fallida venta de la empresa pública Aigües Ter Llobregat (ATLL) al consorcio liderado por Acciona y el banco brasileño BTG Pactual, y que mantiene en vilo a los inversores.

Responsables del banco brasileño y el presidente catalán mantuvieron un encuentro en el que Mas intentó transmitirles “tranquilidad” sobre el desenlace de la operación y les aseguró que no saldrán perjudicados. En una conferencia de prensa posterior, el presidente catalán lamentó que la venta de ATLL se “liara” hasta el punto de llegar a los tribunales después de la impugnación de AGBAR, la empresa que rivalizaba con Acciona para conseguir el control del suministro de agua.

Según explicó Mas, su mensaje a los responsables del banco fue que “ningún inversor debe sentirse perjudicado por resoluciones administrativas” como la que ha acabado con la interrupción del proceso de venta del ATLL. “No dejaremos a nadie en la estacada”, aseguró. El presidente, a diferencia de lo que le pide la oposición, está seguro de que el proceso de privatización continuará el camino previsto y aseguró que la voluntad de la Generalitat es que la empresa de aguas “siga en manos privadas”.

Los problemas con la privatización de ATLL se remontan a diciembre del año pasado, cuando la Generalitat adjudicó al consorcio Acciona-BTG Pactual la empresa de aguas por 1.047 millones de euros. La concesión a 50 años debía permitir a la Generalitat reducir deuda y evitar mayores recortes sociales. Todo se complicó cuando Agbar, perdedora del concurso, impugnó la adjudicación por considerar que la oferta ganadora incumplía los pliegues de condiciones. El órgano administrativo de recursos contractuales de la propia Generalitat ratificó estas irregularidades, así como el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Acciona y BTG Pactual desembolsaron 300 millones nada más formalizarse la compra. La Generalitat mantiene que si la operación acaba naufragando devolverá íntegramente este dinero. Sin embargo, Artur Mas aseguró ayer que su objetivo va más allá y que pretende conservar las “buenas relaciones” con estas empresas con vistas a posibles operaciones de futuro. “Creo que no peligran nuevas inversiones”, aseguró.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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