Los Encants costará al menos 300.000 euros más y necesita dos meses de obras

El nuevo mercado de Los Encants tiene “elementos mal ejecutados” en la red de saneamiento horizontal y la gran cubierta futurista necesita incrementar su capacidad de desagüe. Estas son algunas de las conclusiones del informe que ayer presentó el Ayuntamiento sobre la inundación del equipamiento tras un chaparrón el pasado 8 de junio. Un documento interno del Consistorio asegura que la solución de estos problemas necesitarán al menos dos meses de trabajo y, a falta conocer el resultado de los peritajes externos, su coste ascendería al menos a 300.000 euros, que correrán a cargo del arquitecto y los constructores.

El informe lo presentó Antoni Vives (CiU), el tercer teniente de alcalde, en la Comisión de Hábitat Urbà. El máximo responsable del urbanismo enfatizó que el Ayuntamiento no pagará un euro más por los arreglos y defendió el “alto nivel de seguimiento ” que han tenido las obras, a través de Bimsa. “Se han realizado 300 reuniones en dos años”, aseguró el regidor, saliendo así al paso a las críticas de la oposición —sobre todo de Unitat per Barcelona— respecto a posibles fallos en el control en la construcción, que costó 57 millones de euros.

La agua superó el cálculo de desagüe de los Encants

El PP criticó una vez más que el mercado “era un edificio más pensado en el diseño”, según el edil Eduardo Bolaños. El Gobierno y los partidos de izquierda salieron en defensa de la obra de Fermín Vázquez y defendieron la singularidad de los espacios públicos de la ciudad. “Más allá de las opiniones estéticas, es una obra que mejora la situación de una zona de la ciudad”, dijo Vives. Desde el PSC, Assumpta Escarp recordó que Encants era el mercado municipal en el que se había invertido menos. El ratio de obra por metro cuadrado del nuevo mercado es similar al del de la Sants, Sant Antoni o la Llibertat.

El edificio fue diseñado calculando una precipitación máxima de 160 milímetros de agua por hora (mm/h). El histórico de lluvias indicaba un promedio de 110 mm/h. Según el Ayuntamiento, el aguacero del día ocho de junio alcanzó los 180 mm/h en algunos momentos. El informe concluye que el efecto del agua fue “más severo que el que hubiese tenido en una cubierta menos singular”. El techo está compuesto de cuencas que recogen agua en un único punto, con pendientes muy elevadas. El texto sugiere “la necesidad de reconsiderar algunos parámetros de diseño del edificio en función del análisis de los datos pluviométricos actuales de Barcelona”.

“En la definición de la estructura de la obra hay elementos que ahora sabemos que deben corregirse”, reveló Vives. En la inundación, siete de los 41 desagües del techo se desbordaron, dando origen a las cascadas que denunciaron los comerciantes. Por ello los trabajos se centrarán en incrementar su capacidad de evacuar el agua, mejorando el sistema de elementos de recogida de los puntos bajos de los canales y de desagüe a los bajantes. En el caso del sistema del suelo, 7 de los 300 bajantes se desconectaron y se repararán. Vives reafirmó el compromiso de que sean los paradistas los que decidan la fecha de traslado una vez la obra se entregue en “perfecto estado de revista”.