El ‘incesto’ entre tío y sobrina hizo blanco a ‘Copito de Nieve’
La secuenciación del genoma completo del difunto gorila revela el gen que provocó su albinismo
La endogamia en la selva de Guinea Ecuatorial entre dos gorilas muy cercanos (con un 12% de consanguinidad), seguramente incesto entre tío y sobrina, provocó el albinismo de Copito de Nieve. Esta es una de las conclusiones del estudio que ha permitido secuenciar el genoma del gorila albino, que durante casi 40 años fue el símbolo del zoo de Barcelona y uno de los iconos de la ciudad. SLC45A2 es la denominación del gen responsable del albinismo en el gorila, según la investigación. El mismo gen es causante del albinismo en otras especies, como el ratón, el caballo y la gallina.
La investigación, publicada en BMC Genomics y presentada ayer en el zoo barcelonés, ha estado liderada por científicos del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), centro mixto de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La secuenciación del genoma abre el camino para explorar nuevas metodologías en el ámbito de la genética de la conservación de especies amenazadas. Asimismo, hace mucho más fácil, según explicaron ayer dos de los autores del estudio, Tomàs Marquès (que lo ha dirigido) y Javier Prado, la posibilidad de crear un nuevo gorila albino. “Es muy sencillo y no requiere ni ingeniería ni manipulación genética algunas”, dijeron, “basta con detectar la mutación de ese gen en dos gorilas y cruzarlos. Tienes el 25 % de posibilidades de que salga otro albino”. Otra cosa son, advirtieron, las implicaciones éticas de traer al mundo un animal con una deficiencia como el albinismo.
Copito pagó muy cara su fama —aunque inicialmente su coloración le salvó la vida y le libró de ir a parar a la olla cuando lo capturaron cazadores guineanos en 1966 y lo vendieron a Jordi Sabater Pi, su padre putativo—: el albinismo tiene pegas graves como la fotofobia, la agudeza visual reducida y la predisposición al cáncer de piel, que fue lo que finalmente acabó con el gorila blanco de ojos azules. Por no hablar de las vejaciones a que fue sometido para conseguir la descendencia.
De Copito de Nieve, que fue sacrificado en 2003, cuando empezó a sufrir por el cáncer terminal, se guardaron muestras de tejidos. Pero para esta investigación del genoma se ha utilizado la muestra de sangre que ya tenía el laboratorio, comentó Jaume Bertranpetit, genetista de poblaciones. “Hace 12 años empecé a buscar en Copito de Nieve los genes del albinismo humano conocidos entonces y no había nada”, explicó Bertranpetit. “Ahora, con el enfoque de Marquès en todo el genoma se ha encontrado la mutación de un gen asociado al albinismo, uno solo, que hace 12 años se desconocía”. En este trabajo se han analizado 3.000 millones de nucleótidos (los ladrillos del ADN) y la mutación, el error, está en solo uno de ellos, añade este científico, informa Alicia Rivera.
En un hijo de dos hermanos será idéntico un 25% de las dos copias del mismo cromosoma, y en Copito de Nieve se encontró un 12,5% idéntico. “La cuestión era averiguar qué tipo de cruce cosanguíneo generaba el patrón genético que observamos en este individuo”, explica Carles Lalueza-Fox, científico del CSIC en el IBE y uno de los autores de esta investigación. “Analizamos, mediante modelos, tres tipos posibles de cruce consanguíneo: entre primos hermanos, de tío y sobrina y de abuelo y nieta, y el que da un patrón de distribución más ajustado a este gorila concreto es el segundo, el de tío con sobrina”.
Pero el mismo hecho de la consanguinidad es rara en los animales en estado salvaje, apunta, ya que tienen hábitos que la evitan. “Lo normal es que el gorila macho joven abandone el grupo en que ha nacido, pero en este caso es posible que volviera, se cruzase con una sobrina y nació Copito de Nieve”. El resultado ha sido esa mutación en un gen del albinismo. Lalueza-Fox dice que era su favorito porque el primero de los cuatro genes del albinismo lo había buscado Bertranpetit y no estaba en Copito de Nieve y los otros dos “no eran buenos candidatos porque sus mutaciones suelen producir una coloración rojiza residual que no tenía este, así que ha sido el cuarto”.
En cuanto a la posibilidad de hacer otro Copito de Nieve, Lalueza-Fox es tajante: “No tendría ninguna utilidad científica y éticamente me parece reprobable”.
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