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Abiertas al público las pinturas rupestres de las montañas de Prades

Los abrigos prehistóricos conservan escenas de caza y culto al astro solar

Una mujer contempla un ciervo en una de las pinturas rupestres en la zona de Prades.
Una mujer contempla un ciervo en una de las pinturas rupestres en la zona de Prades.JOSEP LLUÍS SELLART

El arte rupestre de las montañas de Prades, catalogado como Patrimonio de la Humanidad desde 1998 pero hasta ahora inaccesible, se abrirá al público a partir de este sábado. Los recovecos de sus rocas albergan una tercera parte de las pinturas prehistóricas de Cataluña. Tras intensas labores de acondicionamiento se realizarán rutas guiadas a tres conjuntos de la zona de Montblanc (Conca de Barberà). Se trata de los yacimientos de El Portell de les Lletres, Mas d'en Llort y Mas d'en Ramon d'en Bessó. Están separados entre sí por escasos 800 metros y se ubican en dos abrigos diferentes.

Los trazos rojizos han sobrevivido a la intemperie hasta 10.000 años rodeados de vegetación agreste. “La Unesco pide identificar, conservar y divulgar estos monumentos”, explicó ayer el consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Maria Pelegrí, quien visitó los yacimientos. En las figuras se distinguen recolectores de miel, escenas de caza, solsticios y equinocios. Por estas últimas los investigadores sopesan que se trataba de un lugar donde se profesaba culto al astro rey. “Eran sitios sagrados, santuarios donde se hacían ritos y además constituían espacios estratégicos para la caza, las pinturas expresan ideas, ideología”, explicó a pie del Portell de les Lletres Ramon Viñas, director del Centro de Interpretación de Arte Rupestre (CIAR) e investigador del Instituto Catalán de Paleontología Humana y Evolución Social (IPHES).

El arte prehistórico de Prades abarca dos periodos diferentes: Existen pinturas datadas entre 8.000 y y 4.000 años antes de Cristo pertenecientes a pueblos cazadores y otras manifestaciones artísticas que se remontan a entre el 5.000 y 2.000 años antes de Cristo, llevadas a cabo por pueblos agricultores. La pintura se realizaba con hematita, un mineral compuesto de óxido de hierro, que se mezclaba con sustancias aglutinantes. Pese a su valor, algunos yacimientos se encuentran prácticamente en situación de abandono, aseguró Viñas, que pidió recursos económicos a la Generalitat para seguir investigando y buscando nuevas pinturas. En este caso se han destinado 48.000 euros invertidos en proteger los dos abrigos, en realizar un seguimiento arqueológico y en eliminar la vegetación que los rodeaba, puesto que esta produce graves problemas para la conservación de las pinturas.

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