Domecq lleva al juzgado a Calatrava
La bodega Ysios de Laguardia demanda al arquitecto por goteras y humedad Pide dos millones para reparar el tejado porque no confía en el arquitecto
En Álava también. La espectacular bodega Ysios, ideada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava que dibuja su perfil contra la Sierra de Cantabria, al norte de Laguardia, Álava, tiene problemas de estanquidad. Después de los enfrentamientos entre las instituciones vizcaínas y el arquitecto por la poca funcionalidad de las llegadas de pasajeros a la Paloma, la terminal del aeropuerto de Loiu, y la polémica y consiguiente conflicto judicial de Zubizuri, —el puente que cruza la Ría de Bilbao entre las torres Isozaki y Campo Volantín, ahora le toca el turno a la bodega de Laguardia propiedad de Bodegas Domecq.
El espectacular edificio en el que se produce toda la gama de vinos con el nombre de Ysios, tiene goteras y humedades desde hace años. La cubierta metálica que dibuja rectángulos en el cielo pero que, al parecer, no soporta demasiado bien las tensiones de los cambios de temperatura que hay en la Rioja Alta, está generando numerosos problemas de filtraciones debido, posiblemente, a problemas derivados de un insuficiente anclaje a la estructura. Pese a los numerosos parches que se han realizado en coordinación con el arquitecto, los problemas no sólo no se han solucionado, sino que, según un informe técnico pericial pedido por la propiedad y aportado a la demanda, han acabado por agravar los problemas de estructura del tejado. El resultado es que sigue habiendo goteras y humedades cuando que complican la habitabilidad y no ofrecen una atmósfera estable y controlada para la producción de vinos.
Otros problemas
Loiu, 2000.Ocho años después de su inauguración en 2.000, con un coste de 90 millones de euros, Calatrava tuvo que reformar el aeropuerto de Loiu por otros 35, 7 millones. La zona de llegadas que estaba a la intemperie se cerró.
Zubizuri, 1997. El puente blanco sobre la Ría es otra cruz. El Ayuntamiento, Pese a las muchas reparaciones para evitar caídas y conectar el puente con la Plaza de la Convivencia, tuvo que pagar 30.000 euros al conocido arquitecto en 2007 por vulnerar sus derechos.
El caso es que a la bodega se le ha acabado la paciencia y la confianza. La empresa ha demandado en el juzgado número cuatro de primera instancia e instrucción de Vitoria a Santiago Calatrava, como proyectista, pero también como director facultativo de la obra, así como a la empresa que la ejecutó, Ferrovial, SA, y les pide dos millones para reparar ella misma la cubierta. Pero además la bodega no pide en el juzgado que sea Calatrava quien acometa la reparación. Le pide dos millones para afrontarla ella misma, cansada de soluciones del arquitecto valenciano, con estudio en Zurich, que no han funcionado hasta ahora.
El proyecto de reforma de la cubierta que quiere afrontar Bodegas Domecq, consiste en colocar una nueva sobre la actual, previo acondicionamiento de la estructura, y después forrar el tejado. El nuevo mantendría la singularidad de la bodega y su mismo aspecto visual ya que el acabado de la misma se realizará en aluminio. Fuentes acreditadas de Bodegas Domecq, confirmaron ayer la presentación de la demanda, pero evitaron hacer comentarios. El juzgado se encuentra a la espera de la contestación a la demanda por parte de Calatrava. La demanda de una indemnización permitirá a Domecq solucionar el problema de habitabilidad que sufre, con independencia de la duración del procedimiento judicial ya que la empresa podría adelantar el pago de esos trabajos.
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