La nucleares rebajan a la mitad las ayudas a los municipios de su entorno

Asociación Nuclear Ascó- Vandellòs (ANAV), integrada por Endesa e Iberdrola, las eléctricas propietarias de las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs, han cerrado el grifo a la concesión de subvenciones para proyectos sociales en su entorno debido, en gran parte, las tensiones con las Administraciones central y autonómica tras el anuncio de nuevos impuestos a la actividad atómica.

Las nucleares catalanas firmaban cada año a través ANAV, convenios voluntarios de colaboración con los municipios que las rodean, en este caso con los Ayuntamientos de Ascó (Ribera d'Ebre) y Vandellòs y L,'Hospitalet de l'Infant, además de con el Consejo Comarcal de la Ribera d'Ebre. Este último organismo recibió el año pasado 360.000 euros de ANAV. Con la aportación de las nucleares se sufragaban trayectos de autobús, se ampliaban los horarios de guarderías municipales o se pagaba parte de actividades culturales como la feria del libro de las Tierras del Ebro o de los casals de ancianos. Este año las centrales atómicas han reducido a la mitad estos convenios en el Consejo Comarcal de la Ribera d'Ebre o, directamente, no correrán con los gastos de ninguna iniciativa social, como en el caso del Ayuntamiento Ascó.

ANAV se niega a dar cifras, pero dice que estas “acciones de responsabilidad social corporativa” se han reducido por las circunstancias económicas: Han tenido que reducir partidas, entre otras razones porque sus empresas sufren una caída de la demanda. Sin embargo, en el fondo también subyacen las inversiones extraordinarias, cifradas en más 100 millones de euros, que Ascó y Vandellòs II deberán aplicar en mejoras en su seguridad hasta 2016, impuestas tras el grave accidente atómico de Fukushima en Japón.

Pero, por encima de todo, sobresalen las nuevas tasas sobre las nucleares anunciadas tanto por el Gobierno como por la Generalitat. En el caso del Ejecutivo central, el ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció el pasado julio un nuevo impuesto nuclear en dos partes: un gravamen a la producción de residuos, con el que se esperan ingresos de 269 millones euros hasta 2015, y un impuesto de almacenamiento de residuos. En total, unos 550 millones de euros de ingresos. Esto ha desatado una batalla entre las eléctricas y el Gobierno, promoviendo incluso el apagón de la central nuclear de Garoña.

Las nuevas tasas podrían estar detrás de la nueva política restrictiva de las eléctricas

Además, CiU y ERC pactaron en diciembre una tasa sobre la producción de residuos nucleares mediante la modificación de un gravamen de protección civil sobre las centrales atómicas. Según ERC, se recaudarán 100 millones de euros. La tasa aún no se ha aprobado, pero la Generalitat prevé incluirla en los presupuestos de este año.

Los perjudicados por estas nuevas tasas serán las administraciones locales de la zona. En un principio, la nuclear de Ascó pretendía suprimir la aportación de 360.000 euros al Consejo Comarcal de la Ribera d'Ebre, que maneja un presupuesto de seis millones de euros. El presidente del Consejo, Jordi Jardí (CiU), puso el grito en el cielo. Después de muchas negociaciones, al final se mantendrá el convenio, pero se recorta un 50%, ya que la central se ha prometido a aportar al organismo comarcal 180.000 euros. La rebaja obligará a hacer malabarismos, pero al menos se ha logrado salvar una parte. “Tenemos constancia de que ANAV ha ido eliminando los convenios que tenía con entidades privadas y públicas”, dice Jardí. Además, cuatro municipios de la comarca; Rasquera, Benifallet, Miravet y Ginestar, recibían a través de convenios similares 100.000 euros anuales. Ahora esta aportación también se verá reducida a la mitad.

El Ayuntamiento de Ascó, gobernado por CiU, tutelaba diferentes proyectos o asociaciones que organizaban actos y y recibían de la central su patrocinio económico. Para este año, en cambio, no está prevista la firma de ningún convenio en el municipio por estos conceptos. En el Ayuntamiento de Vandellòs y de l'Hospitalet de l'Infant, su alcalde, Alfons Garcia (PSC), aún es optimista y cree que se mantendrán los patrocinios, aunque todas las fuentes consultadas aseguran que las centrales también han decidido ya las mismas medidas de ahorro aplicadas en la Ribera d'Ebre.