Sanidade admite que la privada queda al margen de los grandes recortes
Los fondos para atención primaria pierden 63 millones en los presupuestos del Sergas
La conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, afrontó ayer su cita en el Parlamento para detallar las cuentas de 2013 con nulas ganas de dar explicaciones por los recortes. Su primera intervención consistió en una retahíla de programas que continúan, sin nada de cifras negativas. Fue la oposición la encargada de aguarle la fiesta reprochándole un tijeretazo “temerario”, en palabras de la socialista Carmen Acuña, y acusándola de menguar la sanidad pública para engordar los ingresos de la privada. “Usted sabe bien a quien sirve”, le espetó Carlos Aymerich, del BNG, en alusión a su condición de exgerente de un hospital de Santiago propiedad del mismo grupo que Povisa, el mayor centro concertado de Galicia y beneficiario de un acuerdo que se mantiene intacto en 2013. “Sí, los conciertos con la privada bajan poco”, admitió Mosquera. “Pero también son empresas. Ustedes hablan de mantener el empleo y estas son empresas con las que queremos contratos que les den estabilidad”. “Tiene un conflicto de intereses”, le replicó Aymerich.
Los diputados del PSdeG, AGE y Bloque desvelaron las sombras de los presupuestos que Mosquera ignoró. La atención primaria contará con 63 millones menos que en 2012. La empresa pública Galaria, que gestiona los servicios hospitalarios de corazón de Vigo y Ourense, rebajará las operaciones por falta de fondos. El plan de drogodependencias estará dotado con un 30% menos, un 32% caerá el presupuesto para programas municipales de investigación en VIH y un 10% el destinado a asociaciones de exalcohólicos y toxicómanos. “¿Hacia dónde vamos cuando desprotegemos a los menos protegidos? Hacia el abismo social”, denunció Eva Solla, de AGE, quien instó a la conselleira a rectificar el tijeretazo en prevención de enfermedades genéticas y metabólicas y de cáncer, entre ellos el de mama: “Rectifique o pondrá en peligro la vida de miles de mujeres”. Mosquera se comprometió a no disminuir los fondos para la detección precoz y a no cobrar nunca las mamografías.
También anunció que iniciará este año los “trámites” para impulsar una oferta pública de empleo en todas las categorías menos en la de facultativos. La oposición le contestó que sus presupuestos prevén una rebaja de los complementos salariales del personal a espaldas de los sindicatos. La conselleira afirmó luego que en Galicia no hay ningún ciudadano sin asistencia o sin dinero para fármacos. Los grupos de oposición dejaron patente su indignación. “Usted desconoce la realidad”, concluyó Aymerich.
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