La factura de las ‘vacaciones fiscales’ le cuesta ya a Euskadi 57 millones
La sentencia final del Tribunal de Luxemburgo no se espera hasta primavera
La multa de las vacaciones fiscales se va a situar el próximo 1 de enero en los 57 millones de euros. La equivocada estrategia de las tres Diputaciones de defender durante 15 años unas ayudas a las empresas que ya en 2001 fueron calificadas como ilegales por la Unión Europea, y en consecuencia reclamó su devolución, se ha convertido en un voluminoso lastre económico que sigue creciendo día a día.
Euskadi deberá hacer frente, en cuanto el Tribunal de Luxemburgo dicte una nueva sentencia, que se espera para primavera, a esa suma de 57 millones de euros acumulados hasta el 1 de enero de 2013, más otros 25.817,4 euros que pase desde entonces por cada día adicional que pase hasta que llegue dicha sentencia. Solo hasta enero, la multa, que comenzó a sumar en 38 millones el 25 de noviembre de 2011, costará a cada uno de los 891.829 afiliados vascos a la Seguridad Social —dato oficial de noviembre—, 64 euros por cabeza.
Al tratarse de una multa directa de la Unión al Reino de España, todavía no está diseñado el mecanismo para imputar esa cantidad a las Diputaciones y el Gobierno vasco. La Comisión Europea exigirá el pago a la Administración del Estado, sin importarle a quién se lo imputa esta después. Si finalmente Madrid lo incorpora a los flujos financieros entre ambas administraciones se convertirá en una parte más del conflicto.
A día de hoy, además, las discrepancias contables entre el Gobierno vasco y el central ascienden a 798 millones de euros. Esa factura, que Madrid debería abonar al Ejecutivo autonómico, responde a las diferencias de criterio que mantienen sobre diversas competencias que habrían de ajustarse a través del Cupo, pero que una y otra vez se descuentan de los sucesivos flujos dinerarios que están obligadas a hacer en ambas direcciones.
La multa supone 64 euros para cada afiliado vasco a la Seguridad Social
El Estado podría descontarlo del próximo ajuste de IVA, y darlo por cobrado, pero en el siguiente pago del Cupo, el Gobierno vasco lo volvería a descontar y vuelta a empezar, como vienen haciendo, con diferentes sumas, desde 2007.
La multa de la UE sigue un circuito diferente del de la recuperación de las ayudas ordenada por Bruselas, y es fruto del cansancio de Europa con las Diputaciones por incumplir una sentencia de 2001, ratificada en 2006 y que en 2010 generó la actual propuesta de sanción.
Las instituciones forales solo empezaron a dar pasos para cumplir en 2011, ante la multimillonaria multa propuesta por la UE. Desde entonces, Bizkaia y Gipuzkoa ya han logrado su objetivo de recuperar el dinero, e incluso anunciado a la Comisión Europea que lo han hecho, mientras que Álava va rezagada y sostiene que no va a completar el proceso hasta que llegue la última de las sentencias.
El problema es que las demoras a partir de ese día van a ser todavía mucho más caras. Una vez emitida la sentencia confirmatoria, y hasta el momento en que Competencia considere que las Diputaciones han recuperado ya todas las ayudas, la multa crecerá no ya a razón de 25.817,4 euros diarios —algo más de la renta media anual de los vascos en 2011, según el INE—, sino a razón de 236.044,8 euros cada 24 horas, casi un millón de euros cada cuatro días.
El cálculo
El cálculo de la multa propuesta por la Comisión al Reino de España por el incumplimiento de las Diputaciones, arranca el 14 de diciembre de 2006. Bruselas exigió la devolución de las vacaciones fiscales en 2001 y ratificó su decisión cinco años después.
Como en 2010 las Diputaciones seguían sin hacer ni caso, llevó el asunto al Tribunal de Luxemburgo. La propuesta de sanción es de 25.817,4 euros diarios desde 2006, lo que elevará la multa el próximo 1 de enero a 56.979.001 euros. A partir de la nueva sentencia se sumarían otros 236.044,8 euros diarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.