El Gobierno central no invertirá un céntimo más en la Marina de Valencia

La Marina Real de Valencia, un proyecto personal de la alcaldesa Rita Barberá, ya no gozará de mucha más bula. El Gobierno central, que ha financiado casi en solitario el funcionamiento del Consorcio 2007 —ni Generalitat ni Ayuntamiento han satisfecho los compromisos económicos que adquirieron en su día—, apuesta por gastar lo mínimo y que el espacio se autofinancie.

“No vamos a gastar un céntimo más mientras no tengamos más ingresos”, dijo rotundo el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tras la reunión del Consorcio, paralizado desde que acabó la última prueba de la Copa del América. En un contexto de recortes y ajustes presupuestarios, el secretario de Estado dejó caer que el Gobierno de Rajoy no podía permitirse más gasto en estos proyectos. “Aquí y en otros lugares de España”, remachó Beteta.

El Ejecutivo está dispuesto a ceder el suelo de la dársena —ahora propiedad de Puertos del Estado— para facilitar la instalación de negocios. También dirigirá la operación para refinanciar el crédito de 320 millones de euros concedido por el ICO para preparar la dársena para la Copa. El Consorcio no ha pagado ninguna de las cinco primeras cuotas y el Tesoro ha tenido que hacerse cargo de ellas. Ambas operaciones deberán estar listas en mes y medio, antes del 15 de diciembre. El crédito tendrá un periodo de carencia de cuatro o cinco años, a partir de entonces se pagarán intereses durante 25 años y a partir de entonces habrá que devolver el principal. Todo ello deberá financiarse con los ingresos que sea capaz de generar la Marina Real.

Barberá se ha comprometido a aportar un millón de euros este año al presupuesto del Consorcio y el año que viene otros 2,5 millones de euros, mientras la Generalitat desembolsará tres y cuatro millones, respectivamente. Se acabó que la carga económica del Consorcio descanse solo sobre los hombros del Gobierno central. Beteta verificó que la consignación estaba en los presupuestos de ambas Administraciones públicas.

El ente se apretará el cinturón y reducirá al máximo los gastos de personal y también los de publicidad, que pasan de 180.000 euros a 80.000. Barberá dijo incluso que recurrirán al boca a boca, si es preciso, y Beteta replicó que la mejor publicidad es la política de los hechos y las realidades. “Si todo va bien, habrá más ingresos”, coincidieron al final los dos.

El consejo del órgano rector discutió también un plan de usos para la Marina, donde el Gobierno local quiere ubicar zonas de ocio y restauración, un área tecnológica, los amarres y negocios náuticos. Barberá encomendó al director del Consorcio, Pablo Landecho, la redacción de los pliegos de condiciones de los concursos para adjudicar las concesiones.

El presupuesto de 2012 se cerrará con unas pérdidas de 819.000 euros, cuando estaban se esperaban 2,9 millones de euros de resultado negativo. Las cuentas para 2013 aprobadas ayer prevén 4,9 millones de ingresos.

Barberá echó la culpa de la pésima situación del Consorcio al anterior Gobierno socialista y aseguró que desde que el PP gobierna en España el desbloqueo de este órgano se ha producido en pocos meses. La alcaldesa anunció que se trasladarán al sur de la Marina varias de las bases de los equipos de la Copa. Concretamente las que tapan los tinglados 4 y 5. Conectará la Ciudad de las Artes y la Marina con un tren turístico, pondrá parada de taxis y de Valenbisi.