Maroto insta a los nacionalistas a aclarar el coste de una Euskadi independiente
Basagoiti insiste en que el PP ya ha alcanzado en intención de voto al PSE
Cuentan dirigentes del PP vasco que los últimos sondeos de que disponen —una actualización sobre la muestra del realizado a comienzos de septiembre— concluyen que rebasa al PSE y se sitúa a la cabeza del voto constitucionalista para el 21-O. Cuentan que lo atribuyen a la polarización del debate electoral en torno al pulso soberanista tanto en Cataluña como en Euskadi. Cuentan que ello les beneficia, en especial en Álava, territorio trascendental para las aspiraciones electorales de los populares en Euskadi.
A ese tracking —una encuesta de seguimiento continuado— es al que lleva varias jornadas refiriéndose su candidato a lehendakari, Antonio Basagoiti, cuando sostiene, como ayer repitió, que ya han alcanzado en intención de voto a los socialistas y que “la mayoría silenciosa de ciudadanos que se sienten vascos y españoles” optan por sus siglas.
De la mano con ello, el PP está acentuando más en los últimos días su requisitoria económica a los nacionalistas con mayor peso que la política. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, la gran novedad de las listas populares cono número dos por Álava, avanzó ayer en esa vía en su intervención en Bilbao en el Fórum Europa. Maroto reclamó a quienes apuestan por la independencia que pongan cifras a sus intenciones para que los ciudadanos sepan a qué atenerse.
El alcalde de Vitoria
“Deberían explicar qué se va a dejar de hacer, qué hospitales, qué infraestructuras, qué servicios dejaría de hacer un País Vasco independiente”, apuntó. Su argumento es el dinero que habría que deducir “a lo que ahora paga el resto de España”.
El regidor recordó que de cada 100 euros que se recaudan en Euskadi se quedan en ella 95 —un poco menos, el efecto de descontar el Cupo—. Y el Estado invierte miles de millones en el País Vasco, además de sufragar el déficit de las pensiones en la comunidad autónoma —2.600 millones en el último lustro, según datos recientes de Basagoiti— y contribuir a las prestaciones del desempleo. Conclusión para Maroto: un cambio del actual modelo de país empobrecería a los vascos.
Mientras el presidente de la Generalitat, Artur Mas, intenta calmar a los empresarios catalanes preocupados por su apuesta soberanista, Maroto instó a los vascos a tener un papel en el debate abierto “como cuando una empresa toma una decisión” y analiza sus costes.
El candidato dejó otra idea que pocas horas después ya le granjeó las críticas del PNV y Bildu: vincular el cobro de las ayudas sociales a un compromiso escrito por su perceptor de que asume “el principio básico de igualdad entre hombres y mujeres”. Objetivo implícito: los inmigrantes musulmanes.
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