Política y vino en la fiesta de la Vendimia

El vino hace compañeros de viaje imposibles, como ningún otro elemento. La fiesta de la Vendimia, que ha comenzado al mediodía de hoy en Lapuebla de Labarca, Álava, ha dejado estampas difíciles fuera de lo que son los muros del Parlamento vasco. El lehendakari Patxi López brindando con una copa de vino con el diputado general de Álava, Javier de Andrés, o el destronado y ya expresidente del PNV de Álava Iñaki Gerenabarrena intercambiando toqueteos en el antebrazo con el presidente del PP, Antonio Basagoiti. Pero no fueron las únicas estampas. Si la fuerza del vino y la fiesta que supone el inicio de la vendimia, aunque este año se retrase todavía unos días más, se ven potenciados por una precampaña electoral, y por el hecho de que encima todos se la juegan, electoralmente, en Álava, el nivel de afluencia a Lapuebla fue total. Por sus calles y entre los puestos de vino, productos con label y sin él, desfilaron desde el candidato del PNV, Iñigo Urkullu, al que no se le vio beber ni una taza —es más se negó a dejarse a fotografiar con una copa de vino— hasta el secretario general de EA, e integrante de EH Bildu Peio Urizar, con su habitual atuendo de mendigoizale, que sí se dejó ver disfrutando de un caldo de año. El caso es que la cata del primer mosto debió de ser productiva y satisfactoria porque uno detrás de otro se han puesto ante los micrófonos en la localidad más alejada de Álava —está en la muga con Logroño— y han repasado la actualidad política.

El primero en hacer declaraciones ha sido el candidato del PNV a lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha formulado un deseo. “Espero que sea sincero”, dijo refiriéndose al libro en el que el portavoz de la antigua Batasuna Arnaldo Otegi ha pedido disculpas a las víctimas.

En clave más electoral, se ha referido a la postura soberanista que mantiene su partido y ha opinado que “no hay que ponerle puertas al campo ni a la voluntad de los ciudadanos que mayoritariamente puedan pensar, como en el caso de Euskadi, que mayor autogobierno es mayor bienestar y mayor desarrollo”. El lehendakari y candidato a la reelección por el PSE-EE, Patxi López, a renglón seguido empezó una ronda de pintxopote con el resto de sus compañeros de lista y del partido. “Bienvenido sea”, se ha referido a las palabras de Otegi, aunque ha lamentado que algunos empiecen 20 años tarde a reconocer lo que ha supuesto el mantenimiento del terrorismo. “Pero bueno, eso es avanzar en una dirección que creo que es la correcta” y “es lo que hemos venido diciendo todos estos años”, ha subrayado. En cuanto a la soberanía que proclaman los nacionalistas López ha advertido de que el coste de la soberanía, de la secesión y de que Euskadi se salga de España y Europa “es enorme” y lo que puede provocar es que se hunda todo. “Defender la independencia como la solución a los problemas de la crisis” es “un error de bulto y es ir marcha atrás”, ha considerado López. El candidato del PP a lehendakari, Antonio Basagoiti, se llevó hasta Lapuebla al ex alcalde de Vitoria y portavoz parlamentario en el Congreso, Alfonso Alonso. Pese al apoyo que tenía, con una larga lista de miembros de su partido y de diputados forales, Basagoiti ha pasado por alto la declaración de Otegi. Si ha hablado de la independencia. “Es la prima de riesgo vasca”, dijo “que inestabiliza la economía”, y “cuantos más votos tenga el PP en el País Vasco, menos probable será la independencia”, ha afirmado. Finalmente, el candidato de EH Bildu al Parlamento Vasco y secretario general de EA, Pello Urizar, ha pedido al resto de fuerzas políticas que se mojen por la normalización política porque la izquierda abertzale está dando pasos y los dará hasta el final.