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Garitano tiende la mano a la oposición para negociar su plan de residuos

El diputado general de Gipuzkoa se ofrece a mediar entre los Ayuntamientos y las Juntas Generales

Mikel Ormazabal
Garitano (derecha) y el diputado foral Juan Carlos Alduntzin, ayer antes de la rueda de prensa.
Garitano (derecha) y el diputado foral Juan Carlos Alduntzin, ayer antes de la rueda de prensa.JAVIER HERNÁNDEZ

El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, reconoció ayer sentirse “aludido” por la moción de censura que los partidos de la oposición han presentado contra un miembro de su gabinete, el responsable foral de Medio Ambiente, Juan Carlos Alduntzin. Por eso, ha decidido mover ficha. El mandatario de Bildu quiere explorar ahora la vía del acuerdo, algo que no había intentado hasta ahora, para tratar de “desbloquear” el conflicto de las basuras. Garitano tendió la mano al PNV, PSE-EE y PP para “debatir” en reuniones bilaterales sobre el modelo de gestión de los residuos de Gipuzkoa.

Este ofrecimiento al diálogo se ha concretado en sendas “invitaciones” que el Gobierno foral trasladó ayer mismo a los tres partidos, aceptadas inmediatamente por las tres formaciones. Garitano pretende con estas reuniones por separado dejar a un lado el “circo mediático” que, según dijo, rodea al problema de los residuos. Su “deseo” es buscar “acuerdos entre diferentes” a partir de una negociación sobre los contenidos de la propuesta que ha presentado recientemente la Diputación y fue rechazada la semana pasada por la mayoría de las Juntas Generales.

Garitano, que compareció junto a Alduntzin, situó el núcleo del problema en el “choque de legitimidades” existente entre una mayoría de Ayuntamientos gobernados por Bildu que “quiere gestionar los residuos en una dirección” y otra mayoría en las Juntas Generales que “quiere hacerlo en la contraria”. El Gobierno foral quiere erigirse ahora en “facilitador” de un consenso entre ambas partes, aunque es sabido que se decanta claramente a favor del modelo que proponen los municipios regidos por la coalición <CF1001>abertzale<CF1000>. El propio diputado general recordó que 50 Consistorios han optado por “no financiar la incineradora y no llevar sus residuos” a esta planta.

El máximo responsable foral negó que este llamamiento al acuerdo responda a “un movimiento táctico” para neutralizar la moción de censura contra Alduntzin, ni persigue que algunos de los partidos firmantes “se eche atrás”. En todo caso, Garitano fue muy crítico con la unidad de acción de la oposición para reprobar al diputado: “PP, PNV y PSOE han creado la alianza anti-Bildu. Están haciendo ruido, mucho ruido. Honestamente, no hay quien pueda entender esto. Hasta el más ingenuo sabe que aquí hay gato encerrado”.

Una vez expuestos los reproches, Garitano desplegó el mensaje conciliador. “Es hora de buscar consensos. La estrategia presentada por la Diputación los posibilita”, indicó. Sin embargo, no concretó qué aspectos del plan de residuos que ha presentado la Diputación son susceptibles de cambiarse, aunque señaló que “en una negociación todo se puede modificar”.

Preguntado si admitiría una incineradora más pequeña en Zubieta, Alduntzin dijo tajante que “no es el momento ni el lugar de entrar en disquisiciones sobre infraestructuras”, aunque aclaró que la estrategia sobre residuos del Gobierno foral es “un documento abierto al debate, a aportaciones y propuestas”. El titular de Medio Ambiente negó la posibilidad de trasladar parte de las basuras de Gipuzkoa a la planta vizcaína de Zabalgarbi, porque un principio “elemental” de la estrategia de la Diputación guipuzcoana es “gestionar el 100% de los residuos en este territorio”

El debate está agotado

El PNV recordó a Garitano que el nuevo plan de residuos de la Diputación de Bildu ya fue debatido en las Juntas Generales y salió rechazado los días 13 y 14 junio. La invitación a negociar "llega tarde". Para el PNV, el diputado general y la coalición abertzale "rechazan las resoluciones y mociones aprobadas por la mayoría de los representantes de la ciudadanía guipuzcoana".

Denis Itxaso, del PSE, exigió al diputado general que tenga "altura de miras" y "deje de lado su ceguera ideológica". Y le insistió en que hay "dos líneas rojas que son infranqueables para los socialistas: la imposición del puerta a puerta y abrir vertederos".

Finalmente, Alduntzin comentó que no había leído el texto de la moción de censura contra él y que si tiene que dejar su cargo los hará “con absoluta tranquilidad” y la “conciencia muy tranquila”.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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