El Rolls Royce de las sales

Es nieve en pleno verano, un paisaje insólito que al mismo tiempo ha logrado encandilar a los cocineros de mayor nivel para acompañar a sus manjares. El Valle Salado de Añana dio ayer el pistoletazo de salida a su cosecha de 2012 con uno de los chefs que demuestran en cada uno de sus platos su compromiso con esta sal, Martín Berasategui En la mente de todos estaba la candidatura del Valle Salado a Patrimonio Mundial de la Unesco, a la que el Ministerio de Cultura ha dado su aval.

El chef guipuzcoano se deshizo en halagos hacia la sal de Salinas de Añana llegando a calificarla como “el Rolls Royce de las sales de todo el mundo” y como una “joya gastronómica” que, junto con el Cantábrico, caracteriza la alta cocina vasca. Berasategui calificó la sal alavesa como “excepcional, de gran pureza y producida de forma artesanal, lo que le permite conservar todo su sabor original".

Al acto acudieron, entre otros, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, también presidente de la fundación que gestiona el valle, quien entregó al cocinero la placa que acredita su patrocinio de una de las granjas de eras de sal. Entre los patrocinadores destacan otros nombres ilustres de la cocina vasca, como Andoni Luis Aduriz, Pedro Subijana o Eneko Atxa.

La recuperación de varias eras permitirá que este año se recojan 12 toneladas de flor de sal y otras 80 de sal mineralizada, según los cálculos de la Fundación Valle Salado de Añana, frente a las ocho y 58 toneladas respectivamente, que se cosecharon en 2011. La ampliación de la producción permitirá incrementar paulatinamente el número de establecimientos al que llega este producto. Hoy en día, la sal alavesa se puede encontrar en más de 200 comercios de todo el mundo.