"Decir que la Universidad es una fábrica de parados es un error"
La presidenta de la Conferencia de Rectores defiende las medidas de igualdad y los campus de excelencia, amenazados por los recortes
La rectora de la Universidad de Málaga (UMA), Adelaida de la Calle, procura no perder la sonrisa al enfrentarse cada día a una lista inagotable de tareas. Nacida “circunstancialmente” en Madrid en 1948, pero palentina de sentimiento y malagueña de vocación, atiende a EL PAÍS en su despacho del Rectorado. Su faceta de presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), que aglutina a 77 universidades, y los temidos recortes por la crisis, la tienen en permanente contacto con los ministerios de Educación y Economía. Catedrática de Biología Celular, acaba de recibir la Medalla de Andalucía por su “compromiso con la excelencia”. “Soy una persona corriente, lo mío es el trabajo y la lucha del día a día”, dijo al saber del premio.
Pregunta. ¿Qué le pasa al sistema educativo andaluz, que recibe tantas críticas?
Respuesta. Creo que no es diferente de otros sistemas educativos. Lo que pasa es que Andalucía partía de una situación bastante penosa hace 30 años, cuando había 1,2 millones de analfabetos. Sin ser determinista, entiendo que los entornos sociales son muy importantes a la hora de desarrollar la capacidad intelectual. Por esto, no hay que mirar los valores absolutos sino los relativos en cuanto a las condiciones del entorno.
P. ¿Qué habría que hacer para mejorarlo?
El sistema educativo andaluz no es distinto, partió de peor situación
El sistema educativo andaluz no es distinto, partió de peor situación
P. ¿Qué sector aconsejaría a alguien que iniciara ahora los estudios universitarios?
R. El consejo no sirve de mucho, sirve la atracción y las facilidades que uno tenga por determinadas carreras o grados. (...) No se puede decir que las tecnologías sean el elemento esencial para encontrar un trabajo, porque las tecnologías no se desarrollan si no existen también humanidades o ciencias sociales.
P. O sea, que no hay carreras abocadas al paro…
R. No, no, no. Ese concepto de decir que la Universidad es una fábrica de parados es totalmente erróneo. Además, siguiendo los datos del INE o de Empleo, cuanta mayor formación hay, más posibilidades de encontrar un trabajo.
Los campus de excelencia pueden traer el cambio social que ansiamos
P. ¿Fomenta la Universidad la creación de emprendedores?
R. Sí. La cultura emprendedora es esencial, es algo a lo que la Universidad se dedicaba poco hasta hace unos cuantos años. Se formaba muy bien, pero se nos había olvidado que debemos participar en un ámbito mayor de la sociedad, el de generar empresas que además tienen más ventajas de llegar al éxito porque suelen partir de un nivel de formación alto, con mayor conocimiento de los mercados y mayor capacidad de desarrollar una idea.
P. ¿La solución a la crisis está en trabajar más horas o en tener un menor margen de beneficios?
R. Uno puede estar en el lugar de trabajo muchas horas y no dar una eficiencia suficiente. Creo que la eficiencia es el elemento esencial.
P. No se sabe muy bien cuál será el futuro del campus de excelencia Andalucía Tech ¿qué le diría al ministro de Educación para que apostara por él?
No es justo que los licenciados se vayan por falta de oportunidades
R. Yo soy una defensora a ultranza de los campus de excelencia. (…) Cuando se establece ese sistema del conocimiento configurado por tres hélices que se sobreponen —empresa, administración y conocimiento universitario— la productividad aumenta más, y aquí es donde se puede producir ese cambio social que todos queremos. No podemos seguir con los mismos modelos de hasta ahora, se han agotado, ahora el modelo es dar valor al talento y al conocimiento. No es algo original de España, sino que es un modelo que ya se ha aplicado en nuestros países vecinos y se ha visto que es muy efectivo.
P. Hace poco dijo que le preocupaba la falta de liquidez de las universidades. ¿Cuánto tiempo se puede aguantar en esta situación de incertidumbre?
R. Todas las universidades en general lo están pasando mal, pero no todas están en el mismo punto. Espero que esto se solucione en un espacio relativamente corto. De lo contrario, se podría producir la quiebra del sistema por no poder dar respuesta al pago de nóminas, proveedores... Los mismos problemas que han tenido los ayuntamientos y las administraciones públicas. Espero que no llegue ese momento.
P. ¿Cómo se están aplicando los recortes del Gobierno en materia presupuestaria?
R. La verdad es que cada uno está haciendo una interpretación del decreto [publicado el pasado 30 de diciembre]. Esta situación frustra enormemente, puesto que nosotros tenemos una larga carrera profesional y es necesario estimular y mantener la esperanza en el sistema de promociones que hasta ahora llevábamos en las universidades.
Si las medidas de igualdad sirven de espejo, bendito espejo
P. ¿Qué opina del posible endurecimiento de los requisitos académicos para obtener becas?
R. He repetido muchísimas veces que es esencial la igualdad de oportunidades. Ya existen unos criterios que también miden la eficiencia de las becas, que probablemente se puedan cambiar. No lo tengo muy claro, pero si se modifican en algún sentido se tiene que tener muy en consideración que no todas las titulaciones tienen el mismo nivel de dificultad.
P. ¿Es bueno que los licenciados se vayan al extranjero?
R. Aquí lo que se tiene que producir más que una fuga es un intercambio de talento y dar oportunidades a irte y volver, algo que ocurre de forma muy natural en Estados Unidos porque hay un sentimiento de ser americano. Lo que no es justo es que esta movilidad venga impuesta por falta de oportunidades en tu propio país. Y eso sí que puede ser peligroso. Aún así, tampoco hay que ser alarmistas.
P. ¿Es usted partidaria de imponer cuotas en los órganos de gobierno de la Universidad?
R. Lo de las cuotas siempre me ha sonado muy raro. Sí creo que las medidas de igualdad para estimular la presencia de la mujer en los órganos de gobierno son muy importantes porque todavía existe una gran diferencia. Además, si eso sirve de espejo para que repercuta en el resto de la sociedad, pues bendito espejo.
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