Conexión Oteiza-Kurosawa
Juan Antonio Urbeltz se adentra con ‘Crónlech vasco y zorro japonés’ en los universos metafóricos de la cultura popular
Un dicho, dos culturas como la vasca y la japonesa, Jorge Oteiza y Akira Kurosawa de fondo y el mosquito como eje de una investigación que utiliza la etimología para desvelar metáforas y desmontar refranes. Con estos elementos, el experto en folclore vasco Juan Antonio Urbeltz y su hijo Mikel, filólogo, confeccionan el entramado de Crónlech vasco y zorro japonés, un ensayo que descubre la importancia de renovar e interpretar la cultura popular.
Los crónlech, monumentos megalíticos que estudiaba Oteiza y equiparaba a los vacíos de sus obras, son el punto de partida del libro publicado por el Museo Oteiza. Urbeltz (Pamplona, 1940) estudia el origen de la palabra y descubre que el crónlech, “donde se resguardaba el ganado del ataque de los tábanos”, también se llama mairu-baratz que significa huerta del moro. El autor señala que el moro en euskera y otros idiomas no hace referencia tanto al moro del Islam sino a lo ajeno, a lo que invade. Así llega a una serie de conexiones simbólicas que lo identifica con el mosquito.
¿Pero qué tiene que ver el director de cine japonés Kurosawa con el insecto? En el primer capítulo de Los Sueños (1990) el realizador habla de un dicho: “Cuando hay lluvia y sol boda de zorros”. Urbeltz recuerda que cuando salió del cine el día que vio la película pensó que en el País Vasco también existía el mismo dicho: Eguzkia eta euria axeri boda. "¿Cómo es posible que haya dos dichos similares en dos tradiciones tan lejanas?", se planteó. Le dio la vuelta al refrán y llegó a la conclusión, tras enredar en libros y diccionarios durante años de investigación, que el zorro es una metáfora del mosquito. “Los zorros no se casan ni se aparean cuando hay lluvia y sol, se da la eclosión del mosquito”, explica. No se nombra el mosquito porque en muchas culturas euroasiáticas representan lo diabólico.
El autor descubre un mismo refrán en Euskadi y en Japón
Urbeltz, antropólogo autodidacta, desenmascara así el refrán del zorro. “Era un desafío enorme porque en Japón, un país con 15.000 años de antigüedad y 125 millones de personas, se habrá oído este dicho durante milenios. ¡Y qué hacemos aquí los Urbeltz desmontando la metáfora!”, bromea.
El fundador del grupo de danza Argia, explica el hallazgo etimológico: “En japonés zorro es kitsune y éste es el mensajero de Einari la divinidad del arroz, pero para que éste salga en el encharcamiento hay más millones de mosquitos que granos de arroz. Este zorrito es el mosquito; su zumbido anuncia que viene la cosecha de arroz”.
El escritor completa con su obra una vieja relación con el escultor
Para rematar la compleja y original tesis del ensayo, Urbeltz añade otro elemento más; el vino. El zorro y el mosquito están unidos por el vino. "Borrachera se dice coger una buena zorra, pero en inglés se dice hand the fox, (cazar el zorro) y en euskera decimos aseri larrutzen ari da (está pelando el zorro) que significa está pasando la borrachera". Un juego de palabras que Urbeltz resume en una idea: "El zorro es borracho y el mosquito se ahoga en vino".
El ensayo supone para el autor completar una vieja relación con Oteiza a quien conoció durante el rodaje de Ama Lur (1968), película en la que Urbeltz bailaba y también dirigía. “A los dos nos gustaba hablar de metáforas, una forma de renovar e interpretar. Si queremos entender muchas de los aspectos culturales de nuestros antepasados hay que interpretar las metáforas como si fuera la Cábala. Hemos perdido muchas metáforas”, concluye.
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