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La UAB se lanza a prevenir la mutilación genital femenina en Gambia

La universidad crea una fundación para concienciar a profesionales y ciudadanos del país africano Unas 14.000 niñas en España se hallan amenazadas por esta práctica cultural y religiosa

La Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) presentó ayer la Fundación Wassu, para la prevención de la mutilación genital femenina, iniciativa pionera en España que promocionará una estrecha colaboración con la Administración de la República de Gambia, país africano dónde esta práctica ancestral afecta al 78% de las mujeres. "Las gambianas inmigradas tienen la tasa de fecundidad más alta de España, lo que traslada el problema a nuestro país y obliga a hacer prevención tanto aquí como en Gambia", explicó la antropóloga responsable de la nueva organización, Adriana Kaplan.

La fundación formará a profesionales sanitarios, educadores y trabajadores sociales de España y Gambia para evitar esta práctica cultural y religiosa que amenaza a más de 14.000 niñas solo en España, según los expertos. Para ello cuenta con un presupuesto inicial de medio millón de euros y la colaboración del Gobierno de la República de Gambia y de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo. La Fundación La Caixa y la ONG Intervida también aportan recursos para la formación de profesionales y ciudadanos nativos de Gambia.

 "Para intentar cambiar esta práctica los profesionales debemos conocer muy bien su cultura y hacerlo con respeto a sus costumbres. No sirve de nada llegar a Gambia haciendo ondear la bandera de los derechos humanos cuando en ese país no disponen ni de agua potable", afirmó Kaplan. La fundación trabajará buscando el apoyo de los líderes religiosos. "Son una autoridad para los gambianos y tienen mucha influencia en sus costumbres y prácticas", señaló la experta.

La colaboración con la administración gambiana, clave para frenar esta práctica

La mutilación genital femenina es una práctica ancestral vinculada a la cultura africana y la religión musulmana que se está extendiendo a países donde antes no se realizaba: Pakistán, India, Malasia, e incluso Australia están registrando un aumento de este tipo de mutilaciones tras la llegada a estos países de refugiadas somalíes huidas de la guerra de su país. La raíz cultural y tradicional de esta práctica hace que la labor preventiva de médicos y educadores resulte esencial para concienciar a las familias.

Las fuerzas policiales solo deben actuar en última instancia, advirtió Kaplan. "En Cataluña estamos fallando en este aspecto: el equipo de prevención de los Mossos d'Esquadra tiene un buen protocolo, pero no se aplica bien porque se saltan la labor preventiva de médicos y profesores, y actúan asustando a las familias. No son delincuentes", precisó la experta. Recurrir a la actuación policial hace que muchos inmigrantes opten por salir del país con sus hijas para practicar la mutilación en su comunidad de origen.

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El año pasado, solo en Girona -provincia con fuerte presencia de inmigración gambiana- se abrieron 25 diligencias que impidieron a 36 familias practicar la mutilación a sus hijas. La cifra supone un incremento del 30% en relación con el mismo periodo del año anterior, precisaron fuentes policiales.

El año pasado, solo en Girona se abortaron 36 intentos de mutilación genital

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