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Del profeta Isaías al Black Metal noruego, todas las máscaras del diablo están en los libros

Varios títulos recientes exploran la figura cambiante de Satanás, desde su invocación en la poesía de todos los tiempos hasta su pasado angelical y su encarnación humana

Esculturas realizadas por el músico Nick Cave: 'Diablo niño', 'Retrato de un diablo' y 'El último baile del diablo'. 
Silvia Hernando

Al filo de la medianoche del próximo 20 de octubre se cumplirán 30 años exactos de la venida del Anticristo a Madrid. En las profundidades del esqueleto renqueante de las Torres KIO, rascacielos gemelos erigidos con la forma de la mismísima signatura de Satanás, esa noche aciaga el mal se estrenó en presencia de un cura, un ocultista y un heavy, trío de personajes icónicos del cine patrio interpretados por Álex Angulo, Armando de Razza y Santiago Segura. Aquella visión cómico-milenarista de Álex de la Iglesia en El día de la bestia, consolidada como una de las grandes películas españolas modernas, es solo una de las incontables apariciones diabólicas que han poblado el imaginario del cine y, más incluso, la literatura.

A modo de celebración macabra del número 1.200 de su Colección de Poesía, la editorial Visor lanzó recientemente El diablo en la poesía. Los poetas con el diablo, antología de cánticos a mayor gloria del Príncipe de las Tinieblas reunida por Jesús García Sánchez; una selección que abarca desde el profeta Isaías —cuyo texto Un rey transformado en Lucifer se considera el más antiguo en torno a la caída del ángel— hasta los ensalmos del maldito Leopoldo María Panero, excelso embajador nacional del reverso sórdido de la vida.

A lo largo de las páginas de El diablo en la poesía, el escritor inglés Samuel T. Coleridge celebra que el Traidor “(…) les quitó a los pobres / y a los ricos les dio, / y hasta estrechó la mano de un maldito escocés / pues nunca tuvo miedo”; el poeta español Vicente Aleixandre se asombra de que “Me miras con tus ojos azules, / nacido del abismo. / Me miras bajo tu crespa cabellera nocturna, / helado cielo fulgurante que adoro”; y la autora estadounidense Sylvia Plath le implora: “Oh, hacedor del orgulloso negativo del planeta / oscurece el sol abrasador hasta que se detengan todos los relojes”.

Junto a estos, se suceden en el libro escritores cuyas incursiones al inframundo se han entronizado en clásicos de la literatura universal: nombres como los de Dante, Milton y Goethe, que conviven con los de Charles Baudelaire, Vainica Doble, Nathaniel Hawthorne y Samanta Schweblin —por nombrar algunos de las decenas de heterogéneos autores invocados— en otra compilación siniestra: El gran libro de Satán (edición de Jorge de Cascante, Blackie Books, 2021), que además de poemas incluye ensayos y relatos, algunos inéditos, como este de Laura Fernández titulado ‘Luzz quiere ser (un buen) escritor’, que empieza así: “No quería, el mismísimo demonio (…), el más sabio y más viejo arrastrazapatos de la historia, que el mejor editor del infierno, el esponjoso Ted Bliss LeClair, supiese que aquellos relatos eran suyos”.

Para Carl Jung, el diablo no es tanto una representación del mal como una imagen de nuestro propio lado oscuro

Puede que, efectivamente, hoy en día el Maligno resida en la piel de un pacato aspirante a escritor o que directamente resulte ser, como ya lo pintó Dante, un pelagatos ridículo, pero hubo una época triunfal en la que el majestuoso arcángel ocupaba un lugar destacado en el Paraíso. En un ensayo que llegará a las mesas de novedades este otoño, Jerarquía. La sociedad de los ángeles (Siruela), el filósofo italiano Emanuele Coccia nos recuerda que “el mal fue descubierto por el diablo, pero no fue creado por él”, y, más afiladamente todavía, que el ejército angélico de cuyas filas fue expulsado Lucifer “en cierto sentido, encarna el fracaso masivo del proyecto monoteísta, del intento de reducir la divinidad a un solo sujeto”. Otro título de próxima aparición, Serpientes. Enciclopedia ilustrada de las serpientes a través de los tiempos (de varios autores con edición de Servando Rocha, La Felguera), recorre los senderos sinuosos de la serpiente, animal maldecido bajo cuyas escamas encontró su disfraz más tentador el díscolo Belcebú.

Bien sea la serpiente o la cabra, no cabe duda de que el demonio tiene sus favoritos. Aunque, seguramente, nada como un tierno ser humano para ocupar un cuerpo en el reino de la Tierra. En los años noventa, parece que el Maligno tuvo a bien desplazarse del Hades hasta Noruega para infiltrarse en la escena del Black Metal, un género musical muy dado a asuntos del satanismo que en aquellas gélidas latitudes se encarnó en un puñado de bandas conocidas como el Inner Circle, grupos de actitud (y sonido) infame que sorbieron también de la mitología pagana vikinga hasta desembocar en un festival de sangre y vísceras con asesinatos, suicidios, quema de iglesias y profanación de tumbas incluidos. La historia, delirante, ya ha sido contada en películas y libros como Señores del caos (Es Pop, 2013), de Michael Moynihan y Didrik Søderlind, pero ahora adquiere un cariz juguetón de la mano del premio Nacional de Cómic Magius, quien convierte a Euronymus, el Conde Grishnackh y el resto de greñudos protagonistas del embrollo en niños en el cuidado tebeo Black Metal (Autsaider Cómics).

Ya planteó Carl Jung —de quien Paidós recupera su versión ilustrada de El hombre y sus símbolos— que en nuestra sociedad descreída el diablo no se entiende tanto como representación del mal cósmico, sino como imagen del abismo que todos contenemos. Para el suizo, el diablo es Sombra, el lado oscuro y reprimido de nuestra psique, y en torno a esa idea giran algunos de los títulos de la editorial Dilatando Mentes, entregada en (ejem) cuerpo y alma al género del terror y el weird con apuestas como El diablo cree que soy hermosa, de Charlene Elsby, una historia adolescente de posesión (en realidad, enfermedad mental) en el EE UU deprimente y mísero de los parques de caravanas. Antes del primer capítulo, se advierte de que este texto “es una obra para lectores adultos”. Recuerda al “Dejad toda esperanza, vosotros los que entráis aquí”. Por su depravación inconcebible, en otros infiernos de la mente ni siquiera nos permitimos el acceso. Puede dar fe Luisgé Martín, cuyo libro sobre los filicidios de José Bretón, El odio —donde daba voz al asesino—, fue retirado antes de salir a la venta en abril.

Lecturas

El diablo en la poesía. Los poetas con el diablo. Varios autores. Edición de Jesús García Sánchez. Visor, 2025. 324 páginas. 18 euros.

El gran libro de Satán. Varios autores. Edición de Jorge de Cascante. Blackie Books, 2021. 666 páginas 24,90 euros.

Jerarquía. La sociedad de los ángeles. Emanuele Coccia. Traducción de Marta Serrano Jiménez. Siruela, próxima aparición.

Black Metal. Magius. Autsaider Cómics, 2025. 220 páginas. 25 euros.

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Sobre la firma

Silvia Hernando
Redactora en BABELIA, especializada en temas culturales. Antes de llegar al suplemento pasó por la sección de Cultura y El País Semanal. Previamente trabajó en InfoLibre. Estudió Historia del Arte y Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca y tiene dos másteres: uno en Mercado del Arte y el otro en Periodismo (UAM/EL PAÍS).
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