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Todos los caminos llevan a la Amazonia: el arte indígena llega a Arco

Convertido en nuevo fenómeno, el arte amazónico llega a Arco. La feria madrileña invita a 15 galerías y 23 artistas a reflexionar sobre la región, lugar clave para regular la temperatura del planeta y una brújula para orientarse ante un futuro incierto

'Lama' (2017), de Uýra Sodoma, artista y activista del Amazonas brasileño, presente en Arco de la mano de Aura Galeria (São Paulo). La participación de las galerías brasileñas en Arco cuenta con el apoyo de ABACT.
'Lama' (2017), de Uýra Sodoma, artista y activista del Amazonas brasileño, presente en Arco de la mano de Aura Galeria (São Paulo). La participación de las galerías brasileñas en Arco cuenta con el apoyo de ABACT.KEILA SANKOFA
Naiara Galarraga Gortázar

Puede que la invitación de Arco a la región sea la prueba definitiva: el arte creado en la Amazonia es la última sensación. La eclosión del interés del sector cultural por la mayor selva tropical del mundo —clave para regular la temperatura del planeta— es evidente en ferias, museos y bienales de medio mundo en estos tiempos de emergencia climática. El peruano Rember Yahuarcani, de 39 años, del clan de la Garza Blanca del pueblo uitoto, es uno de los protagonistas de ese bum; también sus padres, Santiago Yahuarcani y Nereyda López. La etiqueta amazónico le incomoda porque considera que las élites locales se la apropiaron; prefiere “artista indígena o contemporáneo, a secas”. Cuando hace dos décadas se mudó de su aldea a Lima soñaba con exponer de igual a igual con los pintores capitalinos. Ahora tiene una carrera internacional, su obra estuvo en la reciente Bienal de Venecia, llega a la feria madrileña y ya prepara una exposición en solitario en Londres.

Memória dos Carapanãs, de la artista Duhigó, de cultura yepá mahsã, llega a Arco tras pasar por la Bienal de Venecia de 2024.
Memória dos Carapanãs, de la artista Duhigó, de cultura yepá mahsã, llega a Arco tras pasar por la Bienal de Venecia de 2024.Manaus Amazônia Galería de Arte

Rember Yahuarcani creció a orillas del río Amazonas, en Pebas, en la ruta fluvial entre las ciudades de Iquitos y Manaos, en una comunidad para la que es vital que pervivan la palabra y los mitos de los ancestros. Conocedor de los vericuetos de un sector tan competitivo, destaca que el arte contemporáneo brinda a los suyos una oportunidad siempre negada: “El arte, al menos en Perú, nos ha dado algo que Occidente no nos había dado nunca. La antropología nos trata como objetos de estudio. La historia, como sociedades inmóviles en el tiempo. La etnografía, como una especie más en el espacio natural de la Amazonia. Entonces, llega el arte, que nos otorga una voz en primera persona; la libertad de llegar con nuestras historias, rasgos, vestimenta, objetos chamánicos… Nos dignifica. Y nos da la posibilidad de negociar”, explica desde Lima, durante una videollamada, este artista invitado a la feria madrileña. Arco dedica a la Amazonia la sección comisariada Wametisé: ideas para un amazofuturismo. Ahora los indígenas también se asoman a las grandes citas del arte como autores, no solo como inspiración o tema retratado.

'Erva do diabo' (2020), vídeo de Gustavo Caboco, que se expone en Arco representado por la galería Millan.
'Erva do diabo' (2020), vídeo de Gustavo Caboco, que se expone en Arco representado por la galería Millan.GALERÍA MILLAN

Un cambio bien visible en España. La feria madrileña acoge 15 galerías y 23 artistas para reflexionar sobre la Amazonia como brújula para vislumbrar el futuro, mientras el Museo Lázaro Galdiano acaba de inaugurar 80 piezas de 30 artistas, indígenas y urbanos, pertenecientes a la colección Hochschild Correa. Pionera, atesora producciones amazónicas desde 2012. Por su parte, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) tiene en cartel Amazonias. El futuro ancestral, una de las muestras de la temporada, que ofrece un relato visual con aportaciones de científicos, arqueólogos, artistas, antropólogos y fotoperiodistas. La capital catalana también acoge Amazônia, el último gran proyecto del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado.

Mientras, la pasada Bienal de Venecia, comisariada por el brasileño Adriano Pedrosa, quiso dar voz a los tradicionalmente excluidos y otorgó un enorme protagonismo al arte indígena. Al tiempo que cosechó críticas, dio un impulso al proceso de descolonización de las colecciones que impregna el sector. El colectivo de artistas Huni Kuin pintó el mural colorista con una enorme serpiente que daba la bienvenida a la Bienal de Venecia. Galerías y museos son ya parte de la vida cotidiana. Pero ¿cómo recuerda la primera exposición? “Me emocioné. Allí estaban, en la tela, los secretos de nuestros espíritus. Y la gente me preguntaba: ‘¿Qué significa?”, responde el fundador, Ibã Huni Kuin.

La obra 'Rashuaka', (2022), de Kássia Borges y Ibã Huni Kuin, del colectivo Mahku. Se puede ver en la exposición 'Amazonias. El futuro ancestral' del CCCB (Barcelona).
La obra 'Rashuaka', (2022), de Kássia Borges y Ibã Huni Kuin, del colectivo Mahku. Se puede ver en la exposición 'Amazonias. El futuro ancestral' del CCCB (Barcelona).CCCB

Sus leyendas llegan a públicos allende los mares, mientras el dinero que ganan con el arte les sirve para comprar lotes de tierra amazónica que después reforestan. La crisis climática y sus crecientes estragos sobresalen entre los factores que, según comisarios, galeristas y artistas consultados, han llevado al sector cultural, siempre ávido de novedades, a posar su mirada en la selva amazónica. Desde el aire, es un manto verde infinito en el que se distinguen poco más que ríos que serpentean. Siete millones de kilómetros cuadrados que se extienden a nueve países son el hogar de 400 pueblos originarios y una de cada diez especies del mundo. Para unos, Amazonas; para otros Amazonia, con o sin tilde.

La colombiana María Wills, comisaria de la sección comisariada de Arco junto al artista indígena brasileño Denilson Baniwa, atribuye el creciente interés en la Amazonia a que “las crisis en las formas de entender el mundo motivadas principalmente por el modelo capitalista heteropatriarcal” han llevado a la sociedad civil y política “a buscar crear puentes con esos pensamientos alternativos sabios y milenarios que parecen entender mejor cómo cuidar el planeta y convivir de manera más armónica”. Recalca la comisaria: “Aunque podría parecer una contradicción enunciarlo desde una feria comercial, es importante entenderla como un espacio necesario de intercambio también simbólico”.

El díptico 'Aquellos otros mundos' (2024), de Rember Yahuarcani, incluido en  'Amazonias. El futuro ancestral', en el CCCB. En Arco, el artista indígena expondrá en el expositor de la galería peruana Crisis.
El díptico 'Aquellos otros mundos' (2024), de Rember Yahuarcani, incluido en 'Amazonias. El futuro ancestral', en el CCCB. En Arco, el artista indígena expondrá en el expositor de la galería peruana Crisis.CCCB

Wills aspira a tender puentes, a contribuir a que “Occidente dialogue con las perspectivas que existen en el Amazonas y se superen esas ideas sobre lo exótico y lo primitivo que se tienen en los centros de poder hegemónicos”. La presencia de Uýra Sodoma, que el 7 de marzo hará una performance en el Museo Reina Sofía, se enmarca en ese afán de superar las categorías de lo humano y lo natural. Artista y activista, se define como “persona no binaria, como una persona flor o un árbol que camina”, explica la comisaria. Al seleccionar las galerías, Wills y Baniwa privilegiaron aquellas que estuvieran en los territorios, como una de Manaos.

Los cuadros, esculturas, máscaras, obras textiles y vídeos creados por estos artistas suponen una plataforma más para reclamar sus derechos, los de las tierras que habitan, y exigir una revisión histórica. La mirada indígena completa los relatos de los exploradores/explotadores con la perspectiva y el sufrimiento de sus víctimas. Por ejemplo, Santiago Yahuarcani retrata la fiebre del caucho con una perspectiva que es la antítesis del teatro Amazonas, inaugurado en 1896 por los barones que impulsaron ese episodio extractivista para cultivar el espíritu a la manera parisiense en una Manaos rodeada de selva.

'Little Boys and Girls' (1975), obra de Anna Bella Geiger, en la galería brasileña Danielian.
'Little Boys and Girls' (1975), obra de Anna Bella Geiger, en la galería brasileña Danielian.DANIELIAN GALERÍA

Christian Bendayán, peruano y cocomisario de la muestra Amazonía contemporánea. Colección Hochschild Correa-Perú, destaca que “el arte amazónico se fundamenta en una perspectiva ecocosmológica, donde la relación con la naturaleza se basa en el respeto, el merecimiento y un diálogo horizontal”. Sostiene que la creciente valoración de las piezas de la región obedece a que, “desde su estética particular, emergen nuevos temas y lenguajes expresivos que amplían y enriquecen la escena artística, fortaleciendo su reconocimiento y legitimando las voces y la autorrepresentación de sus creadores”.

Hena Lee, de la galería Millan de São Paulo, que representa a artistas indígenas contemporáneos desde 2020, recuerda que su primer fichaje de ese colectivo, Jaider Esbell, del pueblo macuxi y fallecido en 2021, fue descubierto durante una visita a una colección particular. No llegó solo a la galería. Él les presentó la obra de Daiara Tukano y a Gustavo Caboco —ambos estarán en Arco— y, a partir de ahí, establecieron nuevas redes con la vista puesta en “promover debates actuales y seguir renovando el circuito artístico”. Lee no teme que el arte amazónico sea una moda pasajera porque, defiende, sus autores “traen cambios estructurales a la escena artística”. “Representan un cambio de paradigma, que se expande para incluir expresiones y definiciones descuidadas durante mucho tiempo”, asegura.

Patrones de kené de Olinda Silvano, en la exposición 'Amazonia contemporánea. Colección Hochschild Correa' del Museo Lázaro Galdiano (Madrid).
Patrones de kené de Olinda Silvano, en la exposición 'Amazonia contemporánea. Colección Hochschild Correa' del Museo Lázaro Galdiano (Madrid).MUSEO LÁZARO GALDIANO

Como buen conocedor de Brasil, Claudi Carreras, comisario de la exposición del CCCB, enfatiza que la región solo se puede entender en su pluralidad. Celebra este momento de efervescencia y que, en plena crisis geopolítica, “las personas amazónicas tengan un papel central”. Destaca que, además de su arraigo en el territorio o su rica cosmología, el arte indígena muestra que “el tiempo no es lineal, sino circular. Cualquier cosa que hagamos ahora tendrá sus consecuencias”. Los indígenas conocen íntimamente los frágiles equilibrios que gobiernan la naturaleza. Gracias a unos saberes construidos desde tiempos inmemoriales y transmitidos entre generaciones han logrado preservar su hábitat como nadie, como queda claro en la Amazonia. “La cuestión clave es si el arte contemporáneo indígena se convertirá en un nuevo extractivismo. Es decir, cómo incorporamos al circuito las prácticas de artistas que no han estudiado arte”.

La relación con el mercado es compleja porque muchos de los artistas son ajenos, al menos al principio, a los códigos de la industria. Rember Yahuarcani, que gestiona hace años la carrera de su padre, lo expresa sin rodeos: “Cuando hablamos de remunerar a los abuelos y a las abuelas, siempre es un tema incómodo. Como si el indígena no tuviera que cobrar”. También considera esencial que las colaboraciones sean horizontales y transparentes para que los artistas indígenas entiendan cómo se usará el conocimiento que aportan.

'La última cena Shipiba', de Luis Martínez Dávila, es otra de las obras incluidas en la muestra 'Amazonia contemporánea. Colección Hochschild Correa', en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid.
'La última cena Shipiba', de Luis Martínez Dávila, es otra de las obras incluidas en la muestra 'Amazonia contemporánea. Colección Hochschild Correa', en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid.MUSEO LÁZARO GALDIANO

El brasileño Ibã Huni Kuin, que fundó el colectivo Mahku en su aldea indígena de Acre, en la frontera con Perú, cuenta que aterrizó en el corazón de la industria tras colgar hacia 2012 un vídeo en internet. Como quien lanza una botella al océano. Mostraba el proceso de traducir a un lienzo los cánticos ancestrales y las alucinaciones fruto del té sagrado nixi poe (ayahuasca) que por generaciones solo se habían transmitido oralmente. Le llegó una llamada del extranjero con tantas preguntas como excitación: “Ese trabajo que estoy viendo, ¿es suyo? ¿Dónde vive? ¿Puedo ir a visitarle?”, relata Huni Kuin, divertido, a través de la pantalla del móvil. Luce el cocar (un adorno de plumas) porque, explica, es su identidad y unas gafas graduadas que le han cambiado la vida. El caso es que la visita llegó a la aldea y, en nada, la Fundación Cartier exhibía las pinturas de Mahku en París. Mientras, el MoMA de Nueva York acaba de comprar por primera vez una gran obra de un artista indígena amazónico, el cuadro Cosmovisión, del mencionado Santiago Yahuarcani. Años atrás, las vendía a los turistas.

Cuatro artistas a seguir en Arco

DENILSON BANIWA_AR25. Artista Amazónico.

Denilson Baniwa

Nacido en 1984 en Río Negro, en el interior del Amazonas brasileño, el comisario de la sección Wametisé en Arco (junto a María Wills) es un artista y activista del pueblo baniwa. A través de medios como el dibujo, la pintura, la escultura y la performance, explora la herencia del colonialismo en América y también los modos de resistencia contra él. Su obra reutiliza imágenes de archivos coloniales y reinterpreta el lenguaje visual de la cultura pop occidental. Baniwa subvierte su significado para desafiar los relatos dominantes y recorrer episodios históricos que abarcan desde el primer encuentro entre los europeos y la población nativa hasta el borrado cultural impuesto en los siglos posteriores.
07-05-24. (DVD 1212). Daiara Tukano, feminista brasileña,  en la Casa Encendida en Madrid.
 Jaime Villanueva

Daiara Tukano

Artista, educadora, militante y comunicadora de 42 años, Daiara Tukano investiga el derecho a la memoria de los pueblos indígenas. Descendiente de los yepá mahsã, fue coordinadora de Rádio Yandê, la primera radio indígena en línea de Brasil. Su obra, influida por la medicina ayahuasca y la visión mística hori, se desmarca de la noción clásica de arte en la tradición occidental y se concibe más bien como un mensaje que trasciende lo estético. Tukano explora la idea de lo sagrado y el duelo provocado por la pérdida de conocimientos ancestrales. Su obra se expone en Amazonias. El futuro ancestral en el CCCB y también en Arco, de la mano de la galería Millan, de São Paulo.
VENICE, ITALY - APRIL 17: MAHKU members (fundador: iba huni kuin, la otra es Kássia Borges)  attend the illy Art Collection Presentation During Art Biennale 2024 on April 17, 2024 in Venice, Italy. (Photo by Daniele Venturelli (GETTY IMAGES)

Mahku

El Movimiento dos Artistas Huni Kuin (Mahku) fue creado en 2013 en la región del río Jordão, en la frontera entre Brasil y Perú. Su fundador es el artista Ibã Huni Kuin, txana o maestro de cantos tradicionales de este colectivo (en la foto, junto a otra miembro del Mahku, la artista, comisaria y militante karajá Kássia Borges). Asumieron un papel protagonista en la Bienal de Venecia del año pasado, cuando pintaron un gran mural para la fachada del pabellón central de los Giardini, que relataba un mito huni kuin sobre el paso de Asia a América a través del estrecho de Bering. Participan en la muestra del CCCB y en Arco, donde estarán representados por Carmo Johnson Projects.
Rember Yahuarcani, artista. Fotografía: CCCB

Rember Yahuarcani

Nacido en 1985 en Ebas, en la Amazonia peruana, Rember Yahuarcani es un artista visual, escritor, comisario y activista en defensa de las culturas indígenas. Su obra recoge la memoria de su pueblo, el clan aimeni de la nación uitoto, a través de pinturas que combinan la herencia mitológica de esa cultura con técnicas propias del arte occidental. Sus paisajes oníricos e intrigantes, en los que conviven animales, plantas, espíritus y humanos, ya se expusieron en Venecia. Ahora se pueden visitar en el CCCB, donde Yahuarcani es una de las presencias más destacadas. Y, a partir de la semana que viene, también en Arco, donde se podrá ver en el expositor de la galería limeña Crisis. ÁLEX VICENTE

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).
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