Bienvenido, Land
La prosa incandescente de Rodrigo Fresán se desplegaba en mi ordenador y yo iba ascendiendo en una espiral de santificación lectora de la mano de su personaje protagónico
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.
La prosa incandescente de Rodrigo Fresán se desplegaba en mi ordenador y yo iba ascendiendo en una espiral de santificación lectora de la mano de su personaje protagónico
Uno no debe creerse, uno debe repetir la presión, fingirse infalible hasta que algo se presenta como si hubiera sido dicho por otro
Lancé unas cuantas señales de ajuste y, después de un momento de zozobra, pasé al otro lado del espejo. Era un día pomposo por donde se mirara
No hay que buscar respuestas. Sólo hay que aventurarse y seguir
Un círculo oscuro: una multitud acepta los azotes de su dominador y, a su vez, pide azotes contra su prójimo, un poco para ser cómplice y otro poco para vengarse de los azotes del que domina
Nos habíamos visto dos horas antes, volveríamos a vernos en casa en pocas horas más, pero nos abrazamos como desconocidos y nos despedimos con dificultad, como si no fuéramos a reencontrarnos nunca
La Iglesia propaga un mensaje de aparente inclusión de los homosexuales y las personas transgénero que, en el fondo, dice lo de siempre: “No son como nosotros”
Al cumplir cuatro décadas de democracia, el país elige como presidente a un hombre que defiende acabar con los políticos, aunque él sea el principal de ellos
La polarización de la campaña ha logrado que la palabra “libertad” no signifique lo mismo para todos. Se ha abierto una zanja que deja a los de un lado agitando las banderitas progres de los derechos adquiridos y a otros retrocediendo a toda velocidad hacia décadas pasadas
Gane quien gane, Sergio Massa o Javier Milei, el país será un lugar distinto. Gane quien gane, hay algo que ya ganó
La Libertad Avanza, el partido de Milei, cree que los piojos y la mugre son símiles idóneos para referirse al matrimonio igualitario
Martín Gambarotta escribió: “Todo sistema comienza / estafándose a sí mismo / para así poder idear la manera / más eficaz de estafar a los demás”
El domingo, los partidarios de Sergio Massa parecían convencidos de haber triunfado, pero la decisión del voto ha sido como una versión desesperada de un conocido juego de mesa
Ando entre la gente pensando: “Ese hombre votó a Milei, aquella mujer también”, con una alarmante sensación de estar amenazada por los que, se supone, son los míos
Me tendí al lado de mi padre. Le toqué la cara. Fue una cercanía extraña. Jamás lo había tocado así y supe que no volvería a hacerlo
Si uno se aferra a sus arenas movedizas puede quedar hundido en ellas. Es combustible de riesgo y debería venir con instrucciones
¿Dejar de pensar? ¿Existe un horror más grande que ese? Aunque siento reverencia por la idea de aquietar la mente, y sé que eso no se logra en 10 minutos, me puse de pie y me fui a correr
Leyó en voz alta, de atrás para adelante, un poema que en la primera lectura, en el orden correcto, había sido incomprensible, y se hizo nítido
No sé si hay muertes mejores. Sé que los mejores hombres intentan procurarlas.
Intenté responder los correos asombrados de amigos, pero tampoco entendí qué había pasado en las primarias en Argentina
Si uno —pequeño burgués con necesidades materiales bastante cubiertas— necesita algo tiene dos opciones: dejar de necesitarlo o hacerlo existir
Por el tipo de consultas que hacemos, la inteligencia artificial puede llegar a la conclusión de que, si bien la humanidad tuvo alguna vez entre sus miembros a personas como Leonardo Da Vinci o Isaac Newton, ahora está formada por sujetos grotescos
Mi amigo parece entender completamente su deseo. Eso me admira porque yo sigo siendo un misterio para mí misma
Imagino que el amor, cualquier amor, es eso. Una navegación en solitario con un punto en común, cada tanto
Christopher Reeve apoyó en 1987 a los actores perseguidos por la dictadura de Pinochet. Hoy el recuerdo se desvanece
Aunque no entiendo el arte del fútbol, en ese mundo habita un hombre al que escucho. Habla poco. Dice: “Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente se desarrollan, combaten, se esfuerzan y ganan muy de vez en cuando”
Es muy relevante mostrar a personas dando alaridos, recién impactadas por el horror, en nombre de “Estamos haciendo nuestro trabajo, tenemos que mostrarlo”
Quedé sumergida en la misma alegría que producen los juegos a la hora de la siesta y en el asombro de haber presenciado la aparición de un objeto desconocido en el cine nacional
A lo largo de muchas semanas, durante una época irreal en un sitio indeterminado de la Costa Brava, todo eso fue mío
No hubiera querido estar en ningún otro sitio: dos personas mirando algo con poco interés, la cabeza perdida en ensoñaciones
Me faltaba lo simple. La casa donde vivo desde abril en la Costa Brava, sus paredes blancas, el mar cubriendo las rocas como un encaje, el cielo azul Pantone
Me imaginé cortando lazos, apagándome de a poco. ¿Cómo sería?
El hombre estaba sentado sobre un muro, mirando su teléfono. Sabía muchas cosas de mí. Es un sitio chico, los rumores corren rápido, como en el pequeño pueblo argentino en el que crecí
Ahí estábamos. Dos desconocidos girando sobre un trozo de roca y fuego sin más objetivo que el de respirar un rato o existir mejor
En ‘Succession’, el hijo menos relevante les dice a sus hermanos algo extraordinario: “Lo bueno de tener una familia que no te quiere es que te adaptas. Ustedes son esponjas necesitadas de amor”
Con textos que no están fechados, algunos escritos en estricta cuarentena, ‘Dysphoria mundi’, de Preciado, es un libro premonitorio, visionario
Le pregunté a mi padre: “¿Ustedes no tenían miedo de que me cayera?”. Me dijo: “No. Porque te ponías tan contenta”. Como si la felicidad hubiera sido un escudo
Como muchos, lo copié, le robé, lo imité. Jamás dijo: “No, señor, esa manera es mía, invente usted la suya”, quizás porque cuando algunos nos acercábamos trabajosamente al sitio donde estaba, él ya se había ido a otra parte”
Durante un tiempo fui devota del ‘room service’, de cenar en el hotel mirando películas. Pero ahora busco restaurantes silenciosos
La “ideología de género” debe tener, en su imaginación, la forma de una turba de educadores y padres persiguiendo a niños y niñas