El plan B del secesionismo
La nueva estrategia del independentismo es sacar a España de Cataluña
La nueva estrategia del independentismo es sacar a España de Cataluña
La izquierda ha perdido el aprecio por lo común. Al menos lo común español, porque, paradójicamente, en teoría es partidaria de lo común europeo
Cuesta creer que un Estado pueda preservar su unidad a medio plazo cuando sus ciudadanos comparten cada vez menos cosas
El acuerdo entre PSOE y ERC es una transacción donde se negocian intereses particulares: uno obtiene votos para la investidura y otro, un instrumento que calcula le acerca a sus objetivos
Ya administre el rito un funcionario o un sacerdote, el matrimonio es un acto de fe que entona mal con el espíritu de la época, que tiende al descreimiento
Nos preguntamos si España es una nación, cuando lo crucial es esto: que los españoles no podemos, si queremos seguir unidos, permitirnos no serlo
Esta vez, el PSOE lo tiene más fácil de lo que se hace creer
El pacto que necesitamos no es con quien está al lado, sino con quien está enfrente
No sabemos explicarnos cómo durante tanto tiempo un poder autonómico ha podido burlarse de la ley, educar en el odio y hacer un uso brutalmente faccional de las instituciones
Es frecuente salir al paso alegando que un país no son sus símbolos, sino la calidad de sus servicios públicos. Eso es confundir conceptos
La Administración es un engranaje que se atasca y envejece y necesita alguien que apruebe su reforma
Parece que lo único que importa salvaguardar son eso que con sintagma horrible se llaman competencias identitarias
No es fácil cifrar el momento exacto en el que nos convertimos en este país políticamente aspérrimo
Ningún centro en Cataluña cumple con el mínimo legal de 25% de horas en lengua castellana en asignaturas troncales y con el material didáctico en esta lengua
El PSOE puede ofrecer la posibilidad de un acuerdo a PP y Cs, y estos pueden examinarla de buena fe
Siempre será más plural la nación política española, inclusiva y plurilingue, que el mosaico de naciones etnolinguísticas e individuales
Los españoles van a poder ver películas de izquierda y de derecha, nacionalistas y constitucionalistas, y puede que incluso algún director de prestigio logre producir una inspirada película de centro
Lo que el elector encuentra en el programa de Ciudadanos es exactamente lo que uno esperaría encontrar en un partido de centro
Durante las campañas, se excita el morbo por las alianzas, dando a entender que llegar a acuerdos con quien piensa distinto es malo
El espíritu que trajo el autogobierno no es el mismo que se precisa para traer la España federal y pluralista
Para el feminismo es más fecundo proponer campañas concretas y razonadas a las que se pueda sumar toda la gente que cree en la igualdad
El odio antiespañol existe y quizá deberíamos empezar a llamarlo por su nombre
Los políticos españoles han adquirido el penoso hábito de excomulgarse mutuamente
Las componendas de la izquierda: Estado plurinacional, nación de naciones escurren el bulto y no convencen
Hay veces que incluso los políticos dejan de comportarse como polichinelas para ofrecer su cara más noble
La irritación desatada por los desafueros del 'procés' ha sido la levadura que ha inflado a Vox
Si el de 2006 ya fue divisivo y acabó mal, ninguna razón hay para pensar que un nuevo texto, y más aún uno de inspiración nacionalista, no vaya a acabar peor
Cuando gobierna la izquierda, la derecha acostumbra hacer una oposición dura y demagógica; cuando gobierna la derecha, la izquierda acostumbra hacer una oposición dura y demagógica
El nacionalismo no es exactamente una ideología, sino una creencia de corte religioso que anuda a los creyentes en un objetivo
No es desprecio a nuestros militares pensar que un desfile no es el modo más moderno de celebrar hoy un día nacional
No deberíamos creer que nuestro país está preservado de la ola antimigratoria
De la decisión del Gobierno de exhumar los restos del dictador no cabe criticar el fondo, ni siquiera la forma
La diversidad empobrece si se usa como pretexto para la segregación
La moral colectiva de un país es un balance entre el orgullo de los logros y el sentimiento de vergüenza de sus taras
¿No es mejor proyecto para España el de ser una nación europeísta y plurilingüe, cívica e inclusiva, que la de ser un rancio Estado plurinacional, compuesto por yuxtapuestas uniformidades etnolingüísticas mal avenidas?
Hacía falta que alguien nos llevara al mundo de los silencios y las pintadas, las amenazas y los homenajes a los sicarios
La resistencia a hablar de un intento de golpe de Estado en Cataluña quita gravedad a lo sucedido
El actual modelo catalán, defendido con ferocidad digna de mejor causa, es anómalo e injusto
No hay una métrica que permita afirmar que los jóvenes de hoy viven peor que sus padres. Sencillamente, su mundo es distinto
No hay dinamismo social que resista indefinidamente los efectos del mal gobierno