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En colaboración conCAF

Entre la incertidumbre y el pésame: así ven en la COP28 la llegada de Milei a la Casa Rosada

No es la primera vez que el país vive un cambio de presidente durante las cumbres del clima, aunque sí la primera que se trata de un negacionista que toma el poder. Durante la COP21 en París, el país cambió de bloque de negociación

Mariana Mazzucato y  Cecilia Nicolini, durante el panel 'From a Financing gap to outcomes -oriented finance' en la COP28 en Dubai (EAU), 4 de diciembre de 2023.
Mariana Mazzucato y Cecilia Nicolini, durante el panel 'From a Financing gap to outcomes -oriented finance' en la COP28 en Dubai (EAU), 4 de diciembre de 2023.RS
María Mónica Monsalve S.

“Nuestro más sentido pésame”. Estas fueron las primeras palabras que Mariana Mazzucato, economista y profesora del University College London le dijo a Cecilia Nicolini, hasta hoy secretaria de Cambio Climático de Argentina durante un dialogo de financiamiento climático durante la COP28 que se celebra en Dubái. La delegación argentina, que llegó a la cumbre con nueve negociadores y bajo las instrucciones que dejó el Gobierno de Alberto Fernández, vivirá el cambio de presidente a solo dos días de que se acabe oficialmente la cumbre del clima. Y aunque no se trata de la primera vez que esto sucede – por la fecha de la asunción presidencial, es algo habitual – sí es la primera vez que, durante este evento, llega al poder una persona que es abiertamente negacionista del cambio climático: Javier Milei, que llegará a la Casa Rosada este domingo.

“No quiero que todos los discursos que doy se transformen en un discurso de despedida”, también dijo Nicolini días después, desde el pabellón del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “Pero es importante resaltar que pase lo que pase, Argentina debe mantener su política climática”.

Lo que rodea a la delegación argentina durante la COP28 es en realidad incertidumbre. “No hay claridad sobre lo que va a pasar”, dice uno de sus miembros, que prefiere no identificarse. Se sabe, hasta ahora, que el Ministerio de Ambiente desaparecerá y los temas pasarán a manejarse bajo la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes. Aunque inicialmente el equipo de La Libertad Avanza que lidera Milei no había confirmado si enviaría a algún enviado a la cumbre tras el cambio de Gobierno, el viernes en la noche se conoció que Marcia Levaggi, actual embajadora en Senegal, llegará a Dubái para continuar con las conversaciones climáticas.

“Es una cara conocida”, dice otro de los negociadores de Argentina tras conocer la noticia. “Me da tranquilidad saber que es alguien que cree en la agenda climática y que ayudó a construir posiciones históricas del país en estas cumbres como lo es el financiamiento para la adaptación”.

A lo largo de la COP28, el equipo argentino ha aprovechado para dejar en firme algunas decisiones antes del cambio de Gobierno. Hizo parte de los más de 100 países que se unieron a un compromiso para triplicar las energías renovables a nivel mundial para 2030 y, por ejemplo, el 29 de noviembre, un día antes de que empezara la cumbre, presentaron ante Naciones Unidas el Quinto Informe Bienal de Actualización de Cambio Climático, un documento que resume las acciones climáticas que ha hecho cada país y cómo piensa mejorarlas.

Hasta el último día bajo el Gobierno de Fernández, los negociadores seguían trabajando. “Hubo una instrucción para las mesas de negociación de seguir con la línea que lleva construyendo Argentina desde hace décadas”, explicó Nicolini a América Futura. “Son visiones que se compartieron con la futura canciller y, hasta que no se den instrucciones contrarias, seguiremos trabajando así”.

Los precedentes de cambio de Gobierno en la COP

Lucas Di Pietro es uno de los negociadores argentinos que más tiempo llevan sumergiéndose en las discusiones de cambio climático. Cumple ya 15 años llevando estos temas, lo que significa que esta es la tercera vez que le ha tocado vivir un cambio de Gobierno durante la COP. La primera vez que fue testigo de cómo se movían estas fichas fue durante la COP21, celebrada en 2015 en Francia. Se trataba de una cumbre clave, pues dio nacimiento al Acuerdo de París - el documento que ha guiado todas las conversaciones climáticas hasta hoy - y para ese entonces el cambio de presidencia era entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.

Argentina, antes de 2015, negociaba en las cumbres del clima bajo la sombrilla de un grupo conocido como los LMDC por sus siglas en inglés (Like Minded-Group of Developing Countries), un curioso bloque de negociación que, actualmente, incluye a países como Bolivia, India y Arabia Saudita. Pero en medio de la COP21, la delegación recibió el mandato de salir de este grupo, y Macri, como nuevo presidente, envió a que Carlos Villalonga, exdirector de Greenpeace, se sumará a la delegación para cerrar las negociaciones. Tiempo después, Argentina se unió a otro grupo apodado como ABU, que incluye a Argentina, Brasil y Uruguay.

“En la COP25, realizada en Madrid, el cambio fue mucho menos crítico”, asegura Di Pietro. La presidencia pasó de las manos de Macri a las de Fernández sin un cambio de línea muy relevante. Y, por lo menos, hasta ayer, Argentina seguía negociando bajo el mandato de ABU.

El negacionismo climático y las COP

No es la primera vez que la cumbre del cambio climático se enfrenta a un negacionista en el poder. El expresidente de Estados Unidos Donald Trump pavimentó el camino abandonando el Acuerdo de París en 2020. Y aunque el exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro coqueteó con la idea y casi desmanteló toda la política climática interna del país, nunca abandonó ese tratado.

Las señales apuntan a que, el caso de Milei, podría ser similar al de Brasil. Es decir, que mantenga los tratados climáticos internacionales – a la final, le conviene estar en esas discusiones – pero que, a nivel doméstico, busque poner la casa patas arriba. “El presidente Milei se ha manifestado en favor de honrar los compromisos internacionales asumidos por el país y, en este sentido, Argentina tiene una serie de compromisos climáticos. Queda entonces por conocer cuál será el camino que tomará la Argentina en los próximos tiempos”, dice Andrés Nápoli, director ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y parte del Climate Action Network para Latinoamérica.

Sin embargo, desde la COP28, los delegados de Argentina sienten que dejaron unos pilares construidos para blindar la política climática del país y evitar que Milei acabe con todo. Ante la ONU, han presentado y actualizado sus compromisos climáticos y publicaron el segundo Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático a 2030, así como la Estrategia de bajas emisiones a largo plazo, a 2050.

“La política climática de Argentina debe ser una de Estado”, escriben cinco ex secretarios de Cambio Climático del país, entre los que se encuentra Nicolini, en una carta abierta. “La continuidad y coherencia en estas políticas es un activo nacional. Incumplirlas nos posicionaría dentro de un minoritario grupo de erráticos países negacionistas, con relevantes consecuencias para el desarrollo nacional”.

Sobre la firma

María Mónica Monsalve S.
Periodista de América Futura en Bogotá, Colombia. Antes trabajó en El Espectador. En 2020 fue ganadora del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Máster en Cambio Climático, Desarrollo Sostenible y Políticas de la Universidad de Sussex (Reino Unido).

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