Sexo, cabezas cortadas e intrigas palaciegas: 10 años del primer capítulo de ‘Juego de tronos’
Es extraño ver ahora el primer capítulo y comprobar cómo cambió la serie en su recorrido
El 17 de abril de 2011, HBO estrenó en Estados Unidos el episodio Se acerca el invierno. El primer capítulo de Juego de tronos levantó una expectación moderada para lo que la serie terminó siendo. Llegaba después de que fracasara un primer intento, con un capítulo piloto que nunca vio la luz y que resultó un desastre absoluto. Aunque un (importante) puñado de fieles de las novelas de George R.R. Martin esperaban ese lanzamiento con ansiedad, para el común de los mortales era la nueva apuesta de la cadena de Los Soprano y se aproximaron a ella con interés evidente, pero cautela, incluso con un punto de escepticismo.
Volver a ver ese primer episodio hoy, exactamente 10 años después de su estreno, es una experiencia curiosa. Se reconocen en él muchas cosas de la serie que terminó siendo, pero también se puede comprobar cuánto cambió antes de concluir convertida en el mayor fenómeno global que ha generado la televisión.
La revisión con ojos de hoy sorprende por cómo ha cambiado todo en tan poco tiempo. En menos de una hora aparecen una decena de cabezas cortadas, varios muertos vivientes con muy malas intenciones (los Caminantes Blancos ya entraban en acción en los primeros minutos de la serie, con esos desertores de la Guardia de la Noche adentrándose en un bosque nevado donde se encontraban con varios seres con ojos azules), y muchos pechos femeninos desnudos. Incluso un pezón en primer plano sin venir a cuento. Llama la atención la cantidad de desnudos y de sexo contenido en un capítulo (en realidad, en aquellas primeras temporadas fue una constante) si se piensa en el recuerdo de los últimos años de la serie. Había que dejar claro que estábamos ante una serie de cable y que esto era fantasía para adultos.
Conocemos a Tyrion bebiendo y practicando sexo en un burdel, donde su hermano Jaime le deja rodeado de prostitutas. A Daenerys Targaryen la vemos casi más tiempo desnuda que vestida, y la dejamos mientras su nuevo marido, Khal Drogo, la viola en su noche de bodas. Otra de las escenas de sexo de este primer episodio estaba protagonizada por Cersei y Jaime Lannister, hermanos mellizos. No falta de nada.
La crítica recibió el capítulo con división de opiniones. Desde quien la describió como una historia demasiado confusa sin calado detrás hasta quienes aplaudieron su ambición. Quizá no ayudaron algunas interpretaciones. Quienes se quejaran de las actuaciones de Kit Harington o Emilia Clarke (por poner un par de ejemplos al azar) en el tramo final de la serie es que no recuerdan su trabajo hace 10 años, sobre todo el de él. Una farola transmite más emociones y tiene más carisma.
Es divertido comprobar cómo cambiaron algunos personajes. Aquel Jaime Lannister arrogante y pretencioso. La jovencísima Sansa cuya mayor ambición a sus 13 años era casarse cuanto antes con el heredero del trono. El travieso Bran de 10 años que escala muros y descubre lo que no debería haber descubierto. Arya, en cambio, ya llegaba con un casco de guerrera dispuesta a recibir a los Lannister en Invernalia. Y mientras, las intrigas palaciegas empezaban a despuntar, con la misteriosa muerte de la anterior Mano del Rey y el peligro que el propio rey parece correr.
Volver a encontrarse con los Stark, Lannister y Targaryen como eran al comienzo de todo provoca un cosquilleo de felicidad, ese que se siente cuando vuelves a un lugar en el que un día fuiste feliz. Luego vinieron años de vaivenes, de diversión, de enfados (claro), de emociones al fin y al cabo. Todo se volvió más espectacular, más ambicioso, la televisión se hizo más grande. Se cuestiona ahora la relevancia de la serie dos años después de su final. Pero, ¿realmente importa su legado con todo lo que consiguió durante su existencia?
Visto ahora, ese primer capítulo de Juego de tronos es, ante todo, una muy buena invitación a adentrarse en los Siete Reinos. Todavía no desarrolla todo su potencial como la superproducción que llegó a ser y se nota claramente que el presupuesto aumentó según avanzaba la serie, pero explica muy bien (mejor de lo que recordaba) las relaciones entre los principales peones del tablero. En esa primera hora ya están presentes los personajes que serán esenciales hasta el final, salvo algunas notables bajas. Luego se incorporarían muchos otros personajes, las intrigas por alzarse con el trono se complicarían, todo se enredaría mucho más. Pero lo básico, lo importante, estaba ya pintado en ese primer capítulo que crece aún más gracias a la icónica partitura de Ramin Djawadi.
Hace 10 años invierno se acercaba y ni nos imaginábamos lo que nos esperaba.
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