Los nombres de las calles nos retratan: muchas vírgenes, santos y nobles, poca ciencia y menos mujeres que hombres
Una aplicación gratuita en internet permite analizar las denominaciones de las vías de España, otros 14 países de Europa y Estados Unidos para desvelar qué valoramos
“Los nombres son parte de cómo creamos el mundo que vivimos, entendemos y en el que creemos. No solo están ahí; estamos creando [con ellos] el significado de nosotros mismos”, afirma Natchee Barnd, profesor de Estudios Étnicos en la Universidad de Oregón (EE UU) y autor de un estudio sobre topónimos. Barnd sostiene que las denominaciones de los lugares son un retrato de las sociedades y su evolución muestra qué quieren ser. Una aplicación gratuita en internet, desarrollada por investigadores de las universidades Pablo de Olavide (UPO) y de Sevilla (US), permite observar, a través de los nombres de las calles, de dónde venimos y adónde vamos. Los nombres religiosos no son exclusivos de España o Italia, los científicos escasean, los de mujeres (hasta ahora minoritarios) ganan terreno en los nuevos barrios, los de empresarios se reducen al ámbito de sus lugares de origen, los de artistas mantienen su pujanza y los ominosos de la historia desaparecen o empiezan a ser cuestionados.
“Hemos creado la herramienta para el público en general y para los investigadores del uso de los topónimos como indicadores socioculturales”, afirma Daniel Oto-Peralías. Este profesor de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la UPO, junto a su compañero de departamento Demetrio Carmona Derqui y Dolores Gutiérrez Mora, de la Escuela de Arquitectura de la US, han desarrollado dentro del programa Stnames Lab un buscador que se nutre los datos del callejero del censo electoral español —”permite disponer de datos de muchos años”, explica Oto-Peralías — y Open Street Maps (un programa colaborativo de acceso libre) para otros 14 países de Europa y Estados Unidos.
Religión. Con criterios sencillos de búsqueda, la aplicación permite ver que, del casi millón de calles de España, las nombradas por santos, santas, vírgenes y cristos ascienden a 45.116. Las palabras virgen o Cristo predominan en la mitad sur del país y, especialmente, en Madrid, por su mayor número de calles, Sevilla, Córdoba y Murcia. La evolución desde 2001 no ha sido decreciente. Todo lo contrario, han aumentado en un millar.
Oto-Peralías, en una investigación publicada por OSF, explica: “La población en áreas de España con un mayor porcentaje de calles con nombres relacionados con la religión tiende a tener creencias y comportamientos religiosos más fuertes, lo que apoya la existencia de una relación entre los nombres de las calles y los valores culturales de la población”.
El buscador europeo arroja otro país donde las calles de santos, más que de santas o vírgenes, es común: Francia. En el país vecino, con más población que España, dispone de más de 48.000 calles con estas denominaciones, superior en términos absolutos, pero proporcionalmente menor que en España. Por el contrario, en las zonas con más tradición protestante de Alemania, Holanda o Bélgica, estas denominaciones casi desaparecen.
El profesor de la UPO aclara que, además del vínculo religioso, hay que tener en cuenta “el peso histórico o la inercia en mantener los nombres”. “Hay que ver las tendencias actuales”, añade.
Ciencia y nobleza. La historia pesa también a la hora de nombres de científicos. En España son escasos y predominan los relacionados con los premios Nobel Ramon y Cajal (1.383 calles), Severo Ochoa (481), Marie Curie (106) o Alexander Fleming (929). Sin embargo, en el recuerdo a la nobleza, España duplica al resto de Europa con más de 3.000 vías denominadas conde, duque o marqués.
Género. Un estudio previo del mismo equipo reveló que solo el 12% de las calles españolas llevan nombre de mujer, tan solo 2,5 puntos más que hace 20 años. Gutiérrez Mora consideró tras ese estudio: “No se trata, desde luego, de un avance significativo en términos de igualdad, sin embargo, hay que decir que es lo esperable”. En este campo, España no es la única. Otro estudio publicado en PLoS ONE señalaba que solo el 4% de calles de París están dedicadas a mujeres, el 25% de las vías las honran en Nueva York y el 40% en Londres y Viena.
Oto-Peralías cree que la tendencia en España apunta a una corrección de la desigualdad observada en las últimas dos décadas. En este sentido, señala que “las calles nuevas y renombradas en los últimos años con nombres de mujeres suponen alrededor de un 30%”. “Se va corrigiendo. No hay paridad todavía, pero la nueva tendencia denota cómo los valores actuales de mayor igualdad se están reflejando”.
Relevancia histórica y social. Los nombres de personajes de esta categoría tampoco responden a un patrón uniforme. En Estados Unidos, a pesar de que se recurre a menudo a denominaciones comunes y números (Broadway, Market Street, 5ª Avenida), cabría esperar un callejero repleto de vías Martin Luther King. Sin embargo, solo existen 1.085 calles en su honor, el 79% de ellas en Estados del sur, donde, según el estudio de OSF, “las tensiones raciales han sido históricamente, y todavía son, más notables”.
Del mismo modo, en Europa, para los filósofos del socialismo Karl Marx y Friedrich Engels, Alemania es la única reserva del callejero. En este país se concentran las 751 del millar de calles del continente con sus nombres, la gran mayoría en lo que fue la República Democrática de Alemania.
Algunos países europeos recurren a plazos temporales antes de designar una vía con el nombre de un político tras su muerte. En España no hay una legislación al respecto, pero se suele evitar usar denominaciones de personajes en activo. “En la mayoría de los municipios, sobre todo los pequeños, no hay normas. Sería una buena idea que se regulase”, comenta Oto-Peralías. Un total de 204 calles llevan el nombre de Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno de la actual democracia española. El nombre Constitución se repite en 2.722 calles españolas, pero figura en un número muy reducido en Cataluña, al sur del País Vasco y Navarra.
Acontecimientos y personajes ominosos de la historia. Es muy difícil encontrar calles que hagan alusión a figuras dictatoriales. El buscador no arroja vías denominadas Benito Mussolini en Italia, Adolf Hitler en Alemania o António de Oliveira Salazar en Portugal. Sin embargo, la aplicación muestra tres calles Francisco Franco en España, 44 denominadas Generalísimo y ocho Miguel Primo de Rivera. La aplicación de la ley de Memoria Histórica ha ido borrando estas calles. Antes de su aprobación en 2007, aún había 491 calles con el rango militar que se atribuyó el dictador.
La existencia de personajes cuestionados se ha observado también en topónimos de monumentos naturales de Estados Unidos. La investigación de la Universidad de Oregón liderada por Barnd analizó 2.241 nombres de lugares en 16 parques nacionales y en todos hallaron al menos un lugar con el nombre de personas que apoyaron ideologías racistas, colonialistas o actos de genocidio, según el estudio. El trabajo resalta como ejemplos los casos de Cadillac Mountain de Maine, en honor del colonizador francés Antoine de Cadillac, o Hayden Valley, en memoria Ferdinand Hayden, un geólogo que escribió: “A menos que los nativos americanos sean asimilados por la fuerza, en última instancia, deben ser exterminados”. También hallaron nombres, muchos de ellos descriptivos y sin relevancia, como Clear Creek (Arroyo claro) o Long Pond (Estanque alargado), que sustituyeron a la denominación nativa original.
Laboral. El mundo de la empresa tampoco está representado en el callejero español. Personajes actuales y recientes como Juan Roig, Amancio Ortega, Emilio Botín y Ramón Areces (los fundadores de Mercadona, Inditex, Banco de Santander y Corte Inglés) o históricos como Ramón Ybarra, Ramón de la Sota o la familia Osborne, apenas cuentan con una o seis calles, principalmente localizadas en sus lugares de origen. Por el contrario, Alemania sí dedica 42 vías a Karl Benz y 178 a Gottlieb Daimler, fundadores de Mercedes Benz.
Lo contrario sucede con dirigentes sindicales históricos españoles, como Marcelino Camacho, fundador de Comisiones Obreras, que cuenta con 38 calles. “La población general se ve más representada con los trabajadores que con los empresarios por la estructura social”, explica el investigador de la UPO.
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