Un aparato solo para tuitear, una máscara antiarrugas y otros fracasos de grandes tecnológicas
Compañías como Apple, Amazon o Nintendo han lanzado dispositivos que nunca encontraron un hueco en el mercado
Incluso los gigantes tecnológicos como Apple, Amazon o Nintendo a veces fracasan, al igual que muchas otras empresas. “Múltiples compañías piensan que están trabajando en un nuevo dispositivo como el iPhone y, aunque en algunos casos puede ser cierto, en la mayoría no lo es”, cuenta Narek Vardanyan, CEO de Prelaunch. Esta compañía ha aprovechado el CES, la mayor feria de electrónica del mundo, para exhibir algunos de los fracasos tecnológicos más masivos e inesperados de las últimas décadas.
Un dispositivo solo para tuitear
TwitterPeek era un dispositivo que solo funcionaba con una red social: Twitter. “¿Por qué tener un ‘segundo teléfono’ solo para twittear? Es como tener un automóvil que solo conduce a un lugar”, afirma Vardanyan, que asegura que el 80% de los productos fallan porque no hay demanda en el mercado. Este aparato, desarrollado por la compañía Peek y lanzado en 2009 por unos 200 dólares (190 euros), fue un fracaso debido a que “los grandes usuarios de Twitter ya tenían móviles capaces de twittear, por lo que realmente no tenía sentido llevar dos dispositivos encima”. “El TwitterPeek es tan tonto que me duele el cerebro”, opinaba un experto del portal especializado en tecnología Gizmodo.
Una mascarilla propia de una peli de terror
A la compañía Rejuvenique le pareció una buena idea lanzar en 1999 una máscara que parece salida de una película de terror. Se ajustaba a la cabeza para intentar tonificar los músculos faciales mediante estimulación eléctrica y reducir las arrugas. “Pese a que la FDA [la agencia del medicamento en EE UU] declaró que era insegura, un año más tarde salió al mercado”, cuentan desde Prelaunch. Su final fue tan enigmático como la máscara en sí: “Desapareció misteriosamente”.
Una consola que marea
La consola Virtual Boy, que tenía como objetivo explotar los gráficos 3D, se convirtió en un quebradero de cabeza para Nintendo. Además de que el efecto 3D no estaba muy logrado, generaba fuertes mareos en los jugadores. Desde el portal Nintenderos destacan que tampoco ayudaba el tamaño del aparato: “Lo que en un principio se planeó como una consola portátil pasó a ser una consola pesada y enorme, que no se podía trasladar”. Los usuarios tenían que inclinarse hacia adelante mientras jugaban, lo que también les causaba dolor de cuello. Nintendo echó el freno a la producción de este dispositivo en 1996, un año después de su lanzamiento.
Un coche con ‘alas de gaviota’
El DMC-12 Car, fabricado entre 1981 y 1982 por DeLorean Motor Company, “tenía alas, pero no volaba”. Así lo afirman desde Prelaunch: “Fue un auto fenomenal que fracasó debido a la mala gestión y la forma en que se comercializó”. Este coche, recordado por su aparición estelar en Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985), destaca por unas puertas de ala de gaviota y la carrocería de acero inoxidable pulido. “Si la película Regreso al futuro se hubiera lanzado unos años antes, podría haber salvado a la compañía de automóviles”, afirman desde Prelaunch.
Unos altavoces poco portables
Apple presentó en 2006 el iPod Hi-Fi como un sistema de altavoces de alta fidelidad para el iPod que redefinía el concepto de equipo de música estéreo doméstico. Pero, como explica Prelaunch, lo abandonó después de solo 18 meses, ya que no cumplió con sus expectativas de ventas. “A pesar de que produjo un sonido de calidad y fue bastante bien recibido en el lanzamiento, no era tan portátil como el iPod, lo que socavaba su portabilidad”, afirma la compañía. A ello se suma que en el mercado existían opciones más económicas y con mejor calidad de sonido, como indica el portal Applesfera.
Un móvil ‘gaming’ incómodo
En la cabeza de Nokia, el N-Gage era un win-win (una estrategia ganadora): un teléfono y una consola a la vez. Este aparato, lanzado en 2003, era una de las primeras apuestas del mercado móvil para abrazar las consolas portátiles. Pero finalmente fracasó “por un error de implementación”, según Vardanyan. La compañía falló en el diseño, al crear “un producto que no era ni un teléfono cómodo ni una consola portátil cómoda”. Además, para cambiar de juego, “la gente tenía que desmontar el dispositivo”.
Un mando con más de 80 botones
Google TV Remote fue un intento de integrar televisión e Internet. Cuando se lanzó, en 2012, el objetivo era que el gigante de las búsquedas llegara a las salas de estar de los consumidores. Pero lo que se esperaba que fuera un gran éxito, terminó fracasando. El control remoto de Sony, que tenía más de 80 botones y controles separados, era difícil de usar. “Si pensabas que Google TV haría que mirar Internet en tu televisor fuera tan simple como hacer clic en un botón, tenías razón a medias. Implica un botón. Bueno, en realidad, 81″, indicaba The Guardian.
Un móvil cargado de suposiciones
Jeff Bezos, fundador y consejero delegado de Amazon, anunció en 2014 la fabricación y venta del Fire Phone para competir con Apple y Samsung. Este móvil, que recibió críticas negativas desde un principio, dejó de venderse un año más tarde. “En lugar de realizar una investigación exhaustiva, Amazon hizo suposiciones sobre lo que les importaba a sus clientes, cuánto estaban dispuestos a pagar e incluso las aplicaciones que querían”, cuentan desde Prelaunch. Todas estas suposiciones “resultaron ser incorrectas, lo que provocó que el teléfono fracasara estrepitosamente”.
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