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Ciberdelincuencia

Tormenta en torno a las cuentas falsas que siguen al Gobierno en redes

Twitter investiga posibles irregularidades en los perfiles de seguidores de Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras asistir al pleno celebrado este miércoles en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras asistir al pleno celebrado este miércoles en el Congreso.Pool (Europa Press)

La existencia de perfiles falsos que siguen a cuentas del Gobierno ha provocado una tormenta en las redes sociales con más incógnitas que certezas. Twitter anunció ayer que investiga posibles irregularidades en el perfil del presidente, Pedro Sánchez, tras una información que aseguraba que sus seguidores habían experimentado un rápido crecimiento y que el 43% de ellos eran falsos. Facebook, por su parte, atribuyó a una red de spam con actividad global la existencia de cientos de cuentas falsas que daban like al Ministerio de Sanidad.

Fuentes del Ejecutivo aseguran que pidieron a Twitter que hiciera un escrutinio de los perfiles que seguían al presidente del Gobierno en cuanto conocieron la noticia, publicada por el diario Abc, pero que la red social ya había iniciado de oficio la investigación. Las mismas fuentes aseguran que no habían detectado un crecimiento anormal de seguidores de Sánchez, más allá del notable aumento que han experimentado todas las cuentas desde el inicio de la pandemia.

La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, aseguró ayer también en Twitter que en los últimos días ha detectado “un extraño crecimiento exponencial” de sus seguidores en la red social. Señala que la mayoría no tienen seguidores y son cuentas creadas este mes, “algunas hace tiempo pero sin actividad”. “Supongo que será una campaña para desacreditar esta cuenta y a mis seguidores”, afirmó.

Twitter ha asegurado que trabaja “permanentemente” por asegurar que su política relativa a la manipulación se cumple y han añadido que prohíbe claramente el spam, la automatización maliciosa (el uso malicioso de bots), y el abuso a través de cuentas no auténticas. La compra de seguidores falsos es un fenómeno relativamente frecuente. En ocasiones se utiliza para engordar la propia cuenta de followers y en otras para desprestigiar el perfil de un tercero.

Porcentajes similares de otros políticos

Pedro Sánchez tiene algo más de 1,3 millones de seguidores en Twitter. Según la herramienta de analítica Sparktoro, utilizada según Abc para elaborar su información, disponible en su versión gratuita en Internet, el 43% son falsos. Sin embargo sometidas las cuentas de otros líderes políticos al mismo escrutinio, arrojan porcentajes similares de bots entre sus seguidores. Pablo Iglesias el 42%, el 41% Inés Arrimadas y el 40% Pablo Casado o Santiago Abascal. Todos quedan muy lejos por ejemplo del 70% de la cuenta de Donald Trump.

TwitterAudit, otra herramienta disponible en la red para medir el número de perfiles falsos que siguen a una cuenta de Twitter ofrece también resultados parejos para los principales líderes políticos españoles, aunque con porcentajes mucho más bajos. Según sus cálculos, el porcentaje de seguidores falsos sería del 17% en el caso de Sánchez, del 19% para Iglesias, del 16% para Arrimadas, del 14% para Casado y del 13% para Abascal.

La alta variabilidad de los resultados que arrojan las herramientas que miden los seguidores falsos obedece a los distintos métodos que usan y a sus limitaciones. TwitterAudit toma una muestra de 5.000 usuarios, mientras Sparktoro, trabaja con 2.000 followers. “La precisión va a depender mucho del número de seguidores que tengas”, señala Lucía Montero, experta en estrategia de redes y profesora de la UOC. Además, como estas aplicaciones tienen acceso restringido a los datos de uso de la red social, sus cálculos se basan en inferencias sobe la información más accesible. TwitterAudit toma en consideración el número de tuits, la fecha del último tuit y la ratio del número de seguidores frente al de seguidos de las 5.000 cuentas que estudia. SparkToro incluye fotos de perfil, nombres, palabras clave en los perfiles.

Ni siquiera para las propias redes sociales es sencillo plantar cara al fenómeno que retratan como “manipulación de la plataforma” y se concreta en difusión automatizada e indiscriminada de contenidos comerciales, acciones para popularizar una cuenta o esfuerzos para influir en las conversaciones a través de cuentas falsas. Según el último informe disponible, entre enero y junio de 2019, la red social abrió investigaciones a más de 97 millones de cuentas para determinar quién estaba detrás de estas prácticas.

Facebook, por su parte, aseguró ayer que investigó las cuentas sospechosas que interactuaban con la página del Ministerio de Sanidad y encontró “un incremento global de spam y de falsos me gusta” que la compañía ha procedido a eliminar, según un portavoz. La actividad de dicha trama no se limitaba a España ni a páginas gubernamentales. La red social asegura que no es posible atribuir una motivación concreta a los impulsores de esta campaña.

El pasado viernes, Sanidad puso en conocimiento de Facebook que se estaba produciendo “actividad fraudulenta” en sus cuentas, según la nota difundida el lunes por el ministerio. Cientos de perfiles falsos, creados recientemente con fotos de mujeres jóvenes y nombres extranjeros, estaban interactuando con sus mensajes. La red social aseguró entonces que investigaría el incidente, como hace cada vez que llega un aviso de posible irregularidad.



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