La tecnología 5G viene de China
El país asiático toma el relevo en la nueva generación tecnológica tras el dominio europeo y norteamericano en los estándares 3G y 4G
El 5G está destinado a ser un importante motor económico de las sociedades digitales, pero sus tripas aún están por definirse. A finales de 2018 está previsto que se cierre la primera fase de estandarización y en diciembre de 2019 se completará la definición. Desde ese momento todas las compañías jugarán con la misma moneda. Hasta entonces, cada una trata de influir a su manera en la creación de la tecnología.
En la feria tecnológica Computex 2018, celebrada en Taipéi, representantes de diferentes compañías y organismos internacionales exhibieron sus trabajos durante una jornada dedicada enteramente a debatir sobre el 5G. David Randolph Hoelscher, director de la unidad de redes de Huawei, habló sobre todo de las aplicaciones de la tecnología y de productos que su firma ya tiene listos o en desarrollo.
Hoelscher citó el sistema de reconocimiento facial que ya funciona en 16 provincias chinas y permite hacer 3.000 millones de búsquedas de caras por segundo. Alimentar un sistema con esta cantidad de datos sin saturarlo solo se puede hacer con 5G. La capacidad de la tecnología también se usa ya para inspeccionar infraestructuras industriales mediante drones, que envían vídeo en tiempo real para su análisis. Otra de las pruebas de campo de la compañía china se lleva a cabo en fábricas, donde robots y sensores envían un torrente de información que ayuda a su mantenimiento. En este terreno industrial también tiene cabida la realidad aumentada, que permitirá equipar a los técnicos con gafas inteligentes para facilitarles el acceso a la información durante las operaciones.
Los representantes de las escandinavas Ericsson y Nokia, segundo y tercer fabricante de equipos de telecomunicaciones después de que Huawei se aupara al primer puesto, impartieron charlas de corte más académico. La de Ericsson, conducida por Marie Hogan, responsable de ancho de banda y de Internet de las Cosas (IoT) en Ericsson, trató sobre la adaptación del ancho de banda para Internet de las cosas. Rajeev Agrawal, responsable de innovación en algoritmos de Nokia, se centró en la introducción de la inteligenciar artificial en las redes 5G, en los beneficios que esto traerá y en los retos técnicos que existen por delante.
La temática que cada compañía escogió para sus ponencias puede servir como reflejo de las diferencias regionales. En China se ha ido al grano, con pruebas de campo. Mientras que Europa se ha centrado más en los fundamentos técnicos. “En 4G las compañías europeas fueron las pioneras en innovación y estandarización”, indica el profesor Rahim Tafazolli, invitado a la jornada de la Computex por su condición de director del Centro de Innovación en 5G de la Universidad de Surrey. “En 5G vemos una mayor movilización global. Todas las compañías de Europa, Estados Unidos y, sobre todo, China y el Lejano Oriente están siendo muy activas en la estandarización”.
Tafazolli cree que la tecnología se desplegará primero en China, Japón o Corea, para llegar después a Estados Unidos y, después aún, a Europa.
El envite chino
El papel de las compañías chinas en la definición del estándar 5G es cada vez mayor. Las empresas de esta nacionalidad cuentan con 10 de las 57 posiciones de presidencia y vicepresidencia en el 3GPP, el grupo internacional que supervisa el proceso de estandarización. Hace unos meses, la cumbre celebrada en Chennai (India), para avanzar en este proceso, apuntó la misma tendencia.
La firma china Huawei llegó con 40 delegados a Chennai. Solo Samsung llevó más representantes (41), mientras que de la estadounidense Qualcomm acudieron 30, de Ericsson había 25 y de Nokia, 18, según publicó The Wall Street Journal. Huawei expresó su voluntad de avanzar más rápido y sumar tareas, mientras que Ericsson pidió rebajar la carga de trabajo y centrar el tiro en ciertos aspectos.
La rivalidad entre las dos compañías –enconada en lo comercial– también se percibe en el desarrollo del 5G. A principios de 2017, Huawei había enviado 234 contribuciones al organismo 3GPP para el estándar de la nueva tecnología. Ericsson, por su parte, envió 214, según el especialista en patentes inalámbricas InterDigital. Los datos de la World Intelectual Property Organization también señalan el ascenso de las compañías chinas. En 2016 las que más patentes registraron fueron ZTE y Huawei, primera y segunda respectivamente, seguidas de la Qualcomm.
Pero después de hacer todo el trabajo de I+D hay que desplegar las redes. Para esto hace falta una fuerte inversión, que en Estados Unidos se traducirá en 275.000 millones de dólares durante siete años por parte de las operadoras, según la consultora Accenture. Algo más se espera en China, donde el Ministerio de Industria e Información Tecnológica prevé un desembolso de 2,8 billones de yuan (unos 437.000 millones de dólares) entre 2020 y 2030.
En Europa, un estudio de la Comisión Europea sobre 5G estima que las operadoras necesitarán invertir unos 56.600 millones de euros para dar una cobertura completa a la región. Aunque desde Deutsche Telekom apuntaron que serán necesarios entre 300.000 y 500.000 millones de euros. En todo caso, cifras alejadas de la voluntad expresada por las operadoras regionales hasta la fecha.
Un papel estratégico en lo económico y lo social
Los esfuerzos por posicionarse en el desarrollo del 5G van más allá de la carrera tecnológica. El profesor Tafazolli afirma que las nuevas redes tendrán unas implicaciones económicas y sociales mucho mayores que las del 4G y el 3G. “Creo que ahora los diferentes gobiernos se han dado cuenta de lo importante que es el 5G. No solo para las comunicaciones sino para transformar y modernizar diferentes industrias, como la fabricación, la sanidad o la automoción”, destaca.
El estudio de la Comisión Europea apunta que el 5G podría crear 2,3 millones de puestos de trabajo y traer un crecimiento de 113.000 millones de euros en 2025, repartidos entre el sector de la automoción, la sanidad, el transporte y la energía. El gobierno chino también ha previsto este valor, pues ha incluido como prioridad el 5G en su programa económico ‘Made in China 2025’ y en el decimotercero de sus planes quinquenales.
“El 5G es mucho más que el ancho de banda móvil”, apunta Tafazolli. “Por eso hay una gran cantidad de investigación financiada por los gobiernos, mucho mayor que en generaciones anteriores”. Todos los países quieren estar bien posicionados para la implantación y China se ha colocado en la primera línea de la parrilla.
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