Ford imagina ciudades sin coches
Mark Fields, consejero delegado de la empresa que democratizó los automóviles, apuesta por el vehículo autónomo y compartido
Pocas veces se ve una concentración de directivos tan alta como en el rancho Palos Verdes, al sur de Los Ángeles. La conferencia Recode ha conseguido unir a los máximos directivos de Tesla, Google, Amazon, Twitter o Ford para debatir el futuro de sus industrias y el impacto que tendrán en el mundo. Mark Fields, de Ford, asume que su empresa afronta grandes cambios, pero insiste en que no van a vender menos unidades.
“La clase media mundial se va a doblar en los próximos años. ¿Sabéis lo primero que hacen al llegar a ese nivel? Compran un coche. La industria del coche está creciendo es un mercado creciente. Otra cosa es que esté cambiando a ser una industria de movilidad en algunas partes del mundo”, defendió.
La siguiente pregunta era evidente: ¿entonces declina en Estados Unidos? Y cedió: “En ciertas zonas, sí. Cada vez hay más concentración de habitantes en las ciudades. Creo que habrá menos coches por las calles, no habrá espacio para tenerlos. Algunas ciudades prohibirán su uso privado en el centro. Se verá menos densidad”. Quizá con los inversores en mente, repitió su mensaje inicial: “Pero no vendemos menos. Vamos a vender más coches y van a estar más tiempo en uso. Su tiempo en carretera será más constante, pero seguramente no será tuyo”.
Kara Swisher, estrella tecnológica periodística, dirigió la conversación con mordacidad:” ¿Tener un coche será como tener un caballo?”. Fields asintió:“Desde el punto de vista urbano, puede ser algo similar. Pero si piensas en Iowa, o en Kansas, seguirán ahí”.
La visión de Fields pasa por seguir haciendo coches: “Nuestro núcleo es diseñar y hacer los mejores coches posible, pero también estar atentos a las tendencias. Nuestra empresa tiene una herencia. Una herencia con un futuro, claro”.
Creo que habrá menos coches por las calles, no habrá espacio para tenerlos. Algunas ciudades prohibirán su uso privado en el centro
No perdió ocasión para loar la figura de su fundador, renovador del tejido industrial, creador de la cadena de montaje e impulsor de la clase media: “Henry Ford fue un gran innovador. Hizo mejor la vida de mucha gente. Fue un auténtico revolucionario”.
Fields se erigió en responsable de la siguiente revolución: “Mi visión es pasar de una empresa de coches a una de movilidad. Cada vez vamos a ofrecer más servicios a clientes que no quieren tener un coche. En la movilidad hay una oportunidad de negocios dos o tres veces superior a la industria de los coches en sí. Los próximos años van a definir nuestro futuro”.
Fields ha mantenido conversaciones con Google y Uber, pero se resistió a reconocerlo: “Hablamos con todo el mundo. Antes de hacer un trato intentamos asegurarnos de que hay un equilibrio, que todos ganan, no que uno aniquila a otro”. No reconoció si irán en este nuevo mundo en solitario, pero sí tienen un centro de investigación en Palo Alto: “Hemos aprendido mucho. La mentalidad de las startups, para empezar. Hasta ahora íbamos a lo grande. Ahora no tenemos las respuestas para todo. Sencillamente, iteramos”.
Lanzó un mensaje a los reguladores: “No queremos que California tenga unas reglas y Connecticut otras. Necesitamos una regla nacional. Creo que va a funcionar porque ven los beneficios de mejorar las ciudades con menos coches, con ahorro energético”. A corto plazo asumió que tienen que llegar a acuerdos con ciudades concretas para dar los primeros pasos.
Definirse como empresa tecnológico obliga a pensar en nuevas debilidades. ¿Qué pasa si se hackean los coches? “Hemos visto algunos de los ejemplos en BlackHat -la convención más importante de seguridad que se celebra cada agosto en Las Vegas- y estamos alerta. Hay partes críticas del coche que debemos proteger. No es lo mismo el motor, los frenos, la seguridad en sí, que el sistema de entretenimiento. Analizamos las conexiones entre sí para evitar ataques”.
Otro problema que deben asumir será la actualización del coche como pasa con los móviles y ya se hacía con los ordenadores. Tanto de piezas como de programas. En este nuevo escenario afrontan algunos retos, como la creación de programas informáticos. Algo que todavía no manejan con la facilidad que desean.
Casi al final dio su opinión sobre Elon Musk, fundador de Tesla, una auténtica estrella para los jóvenes de Silicon Valley: “Ha hecho un gran trabajo dando a conocer el coche eléctrico. Tenemos mucho que aprender de todos”. Pero sí fue crítico con su sistema de venta. Tesla cuenta con sus propias tiendas mientras que el resto de la industria los vende a través de concesionarios de terceros. “Yo no estoy en contra de Tesla, pero pido las mismas reglas para todos. Si todos los fabricantes las respetamos no entiendo por qué ellos no”, destacó.
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