“Si no pagas con dinero, pagas con atención”
Evernote, un bloc de notas digital, se ha convertido en la aplicación líder en productividad
Phil Libin, fundador y consejero delegado de Evernote, apuesta por la suscripción como el modelo de negocio adecuado para las aplicaciones dedicadas a mejorar el rendimiento. La suya se ha convertido en la reina de esta categoría, en el nuevo bloc de notas omnipresente. En España cuentan con tres millones de usuarios activos. En Brasil han duplicado, de dos a cuatro millones en el último año. América Latina se ha convertido en su granero de nuevos clientes.
Su sede en Redwood City, a medio camino entre Palo Alto y San Francisco, la ciudad donde terminaban las diligencias, está rodeada de cerezos en flor. Dentro, los empleados carecen de teléfono fijo, no hay despachos pero sí una zona con puestos de trabajo que obligan a caminar como en las máquinas del gimnasio. Se supone que ayudan a mantener la circulación a punto y la mente despejada. La cantidad de chucherías gratis en la cocinas abiertas por todo el edificio es posible que consigan el efecto contrario.
Pregunta: Su mascota es un elefante, elogiado por su memoria, pero, ¿cómo lo hacen inteligente?
Respuesta: Bueno, hace ocho años, cuando empezamos, lo del elefante parecía una buena idea, y ahí sigue. La sección más relevante de nuestra empresa es “inteligencia aumentada”, se dedica a analizar millones de datos para conocer mejor a nuestros clientes y saber qué usan, dónde hay errores o cómo ser más efectivo.
P. Su aplicación comenzó como un programa para ordenador, fue pionera en el móvil y mantiene una posición de privilegio, ¿cómo se mantienen?
R. Porque nuestro plan es durar 100 años. Nuestra misión es hacer más sencillo acceder a la información personal. Nos ponemos en la misma dirección que el consumidor, nuestra misión es ayudarle.
P. ¿No teme que pasen de moda?
R. Competimos en el entorno de la productividad. No cambiamos tan rápido como las redes sociales o el entretenimiento. Nuestro valor está en la confianza depositada, en ser un producto que aman y usan a diario.
P. ¿Le preocupa la competencia?
R. No demasiado. Estamos en una industria muy joven. En otros campos la competencia es feroz, en el nuestro, si se sabe enfocar, hay sitio para todos.
P. Su modelo de negocio se basa en el pago por uso, aunque ofrecen una versión gratis. ¿Cómo les va?
R. No es nada nuevo, seguimos un modelo ‘freemium’, gratis en principio, pero de pago para tener todas las opciones. Queremos ingresos directos. Ni ponemos anuncios, ni jugamos con big data, ni publicidad a medida. Quizá sonemos antiguos, pero tengo la convicción de que a la larga eso no funciona. Si nos dedicásemos a poner publicidad no seríamos efectivos y sería una traición al usuario. No ponemos publicidad. Nuestro negocio es ahorrar tiempo, no distraer la atención.
P. A partir de su aplicación, han nacido otras que se basan en la misma. ¿Alguna vez pensó en crear este ecosistema?
R. Queríamos que pasase, es parte del plan para durar 100 años. Podemos mejorar el uso del email, los SMS, las notas de viajes, anotaciones sobre vinos, comidas… Somos una plataforma abierta y los desarrolladores crean a partir de nuestra base.
P. Han pasado del mundo digital, con las notas en móviles, tabletas y ordenadores, a tener un cuaderno analógico. ¿Cómo funciona?
R. No vamos de modernos, ni de hipsters. Sencillamente, somos prácticos. Si esto es lo que pide nuestra clientela, lo hacemos. No vemos el papel como algo del pasado, sino como un soporte interesante para tomar notas. Cuando algo se escribe con bolígrafo se retiene más, el acto de tomar notas es importante. Lo que hacemos es mejorar la experiencia de modo que con la Moleskine de Evernote se digitalice. Así todo estará también dentro de la aplicación, aunque se pierda el cuaderno.
P. No es el único objeto que ofrecen en el mundo analógico, ¿contradicción?
R. No lo es. Tenemos un escáner Fujitsu pensado en digitalizar las tarjetas de visita e integrarlas en la app. Desde luego que no van a desaparecer, son una forma de acordarte de alguien, pero la información práctica pasa a Evernote rápidamente. También tenemos una versión de post-its. Ambos son objetos cotidianos de uso profesional, prácticos, que integramos.
P. ¿Encuentran mucha diferencia entre iOS y Android?
R. Al principio sí la había, ahora no tanto. Tenemos más usuarios de Android, ganan terreno. En los móviles de Samsung Evernote viene instalada de serie, es uno de los motivos del cambio de tendencia.
P. ¿Cómo es el uso en tabletas?
R. Más relajada, tenemos menos peso.
P. Fueron de los primeros en apostar por la tecnología para vestir, los wearables, ¿cuál es su impresión de este formato?
R. Los wearables van a ser la siguiente revolución. Va a haber un antes y un después del Apple Watch. Los modelos que hay ahora, tanto Pebble como Android, con los que ya tenemos aplicación, son para nerds. Apple hace una propuesta de calidad pero pensando en todos los públicos. En los dos próximos años la evolución va a ser enorme.
P. ¿Tiene sentido el PC?
R. Sí, al menos en Evernote. Yo no pienso en soportes, sino en acceso a la información en cualquier momento.
P. ¿Qué sucede si dejo de pagar por la aplicación?
R. Pierdes el acceso Premium, como las búsquedas o la consulta sin acceso a la red, pero la información sigue ahí.
P. Pero tienen cantidad de notas y datos relevantes, ¿no les interesan para nada?
R. No, nosotros solo pedimos dinero por cuidar de tus datos. Así es y así será siempre. Es el único modelo de negocio que tiene sentido en el campo de la productividad. Los anuncios te distraen, para el entretenimiento está bien, pero nosotros tratamos de ser efectivos y ahorrar tiempo. Prefiero pagar un poco a despistarme.
P. ¿Qué sucede si decido abandonar Evernote?
R. Tenemos unas normas claras. Tus datos son tuyos y los llevas contigo. Eliges el formato y los descargas. No queremos usuarios cautivos.
P. Casi todas las empresas de la zona quieren salir a bolsa o que las compre una más grande, ¿cuál es su caso?
R. Hacer lo que tenga más sentido. Las acciones no son todas mías, tengo unos inversores y una estructura legal. No tenemos ganas de hacer un ‘exit’ (como se denomina en el argot a la venta), pero sí sé que nacimos en el peor momento, en plena crisis y hemos salido adelante. Los tiempos difíciles son los mejores para crear algo. Cuando todo va bien, no hay cambio, sino más de lo mismo. Lo que tengo claro es que, aunque siga en la compañía, no pienso ser siempre el consejero delegado.
P. Cada vez hay más voces que alertan de una burbuja en Silicon Valley, ¿qué opina?
R. Vivimos por ciclos. En 2007 comenzó la crisis. En 2008 fueron los peores momentos y fue cuando empecé con Evernote. Lo que quiero decir es que hay que aislarse del entorno y crear buenos productos, tener ideas. Honestamente, no creo que haya una burbuja pero sí mucho dinero en circulación.
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