Las críticas paralizan la renovación de la web de turismo de Extremadura

Con una resolución del 31 de enero, publicada en el BOE del 5 de febrero, la Consejería de Fomento, Vivienda, Territorio y Turismo de la Junta de Extremadura anuncia que se ha suspendido sine die el procedimiento de contratación del servicio “Diseño, desarrollo, Implantación y Mantenimiento del Portal Oficial de Turismo de Extremadura”. La noticia de por sí no tendría mayor trascendencia, si no fuera que la renovación formal y conceptual de la web de la oficina del turismo, había salido a concurso por el nada despreciable presupuesto de 1.050.000, una cifra despropositada en cualquier momento, pero que en la coyuntura actual resulta aún más descabellada. Las redes sociales que ya se encendieron con la noticia, publicada por este diario, del demencial presupuesto de la web del Senado, licitada por casi medio millón de euros, no dejaron pasar indemne a sus críticas este nuevo despropósito. El ingeniero de La Rioja, que en aquella ocasión demostró que la web del Senado se podría haber realizado con software libre a coste cero y con herramientas más eficaces, ha analizado el pliego de condiciones de este nuevo concurso, demostrando una vez más que es posible alcanzar resultados mejores con un gasto incomparablemente menor.

“En el caso del portal de Turismo de Extremadura, si se hubiese tirado adelante el proyecto tal como estaba planteado y las empresas que se lo adjudicaran emplearan sistemas comerciales de gestión de contenidos, sería un suicidio colectivo. Lo más absurdo es que la web actual está basada en un estupendo gestor de contenidos, de código abierto y basado en tecnología Java, el Apache Lenya, que permite añadir módulos y plug-ins para actualizar el sistema, sin tener que cambiarlo”, explica el experto, que prefiere seguir manteniendo el anonimato para que no haya suspicacias sobre posibles conflictos de intereses o voluntad de hacerse publicidad gratuita. Cambiar de sistema tendría sentido solo si Lenya ya no se actualizase, pero no es el caso. El ingeniero se ha encargado de comprobarlo, contactando personalmente los responsables del proyecto. “Me han confirmado que Lenya sigue a toda marcha y que se van a lanzar nuevas versiones, de modo que basta con actualizar el sistema”, asegura.

Además del portal de Turismo, también salió a concurso la web para la promoción del Tajo Internacional con un coste mucho más modesto, 48.400 euros, pero de todos modos innecesario. La noticia de los dos concursos lanzados por la Junta de Extremadura fue como un jarrón de agua fría para el movimiento a favor del código libre, que hasta entonces había sido abiertamente apoyado por esta comunidad, la primera en España en contar con un Sistema Operativo propio. “El proyecto denominado LinEX, una distribución de Linux basada en Debian, era muy avanzado, pero lleva casi un año abandonado”, lamenta el ingeniero riojano.

Otro dato escalofriante se refería a los visitantes, una media de 77 por día que miran cuatro paginas cada uno, en la de Turismo y menos de 10 en la del Tajo. “Ni siquiera proyectos de 40.000 visitas al día llegan a tales inversiones. Incluso a nivel de hosting (alojamiento) con un servidor compartido de dos euros al mes es más que suficiente para este tipo de webs, y no un servidor exclusivo cuyo coste superaría los 500 euros al mes, sin contar el mantenimiento”, añade.

Satisfecho de que la polémica pública sobre los concursos haya empujado la Junta a paralizarlos, el ingeniero les ha ofrecido elaborar un informe gratuito con las necesidades que debería tener el proyecto. En el se demostrarían las alternativas viables para actualizar el sistema operativo y de gestión de los contenidos, y realizar un “lavado de cara completo”, renovando las plantillas que dan forma a la página al 100%. La propuesta no ha parecido entusiasmarles y por lo pronto le han invitado a “mantener una relación adecuada a los procedimientos administrativos”, sea lo que sea que esto signifique. “De momento me han contestado, pero no muy interesados que digamos. Quizás sólo hagan tiempo para que se enfríe la polémica”, concluye.