HP registra pérdidas récord

Pudo ser peor. Y eso que Hewlett-Packard presentó unas pérdidas trimestrales de 8.860 millones de dólares (unos 7.066 millones de euros). Son las mayores de la historia del fabricante de ordenadores de Palo Alto, en parte por el lastre de los costes de su plan de reestructuración pero sobre todo por el ajuste en el valor de Electronic Data Systems (EDS). Aunque lo que más dolió fueron las previsiones para lo que queda de año.

El paso atrás de HP es considerable, si se compara con los 1.590 millones (1.267 millones de euros) que ganó hace un año. Los datos corresponden al tercer trimestre de su ejercicio fiscal y se presentaron un día después de los de su rival Dell, que redujo las ganancias un 13%, hasta los 875 millones (697 millones de euros). De lado de los ingresos, la sociedad que dirige Megg Whitman tuvo ventas de 29.670 millones (23.642 millones de euros).

La rentabilidad de HP, como la de Dell, está sufriendo por la moderación en las ventas de ordenadores personales, por la competencia de los nuevos aparatos electrónicos móviles. Aún así, parece por los resultados que el mayor fabricante de computadoras capea mejor la situación que su contrincante. Y en sus cuentas tampoco había muchas sorpresas.

Hace dos semanas, la compañía ya anticipó a los inversores que iba a introducir unas cargas en sus cuentas de resultados, fruto de una rebaja de cerca de 8.000 millones de dólares (6.369 millones de euros) en el valor de la firma de servicios tecnológicos EDS, que había adquirido hace cuatro años por 13.900 millones (unos 11.067 millones de euros). Entonces anticipó que eso provocaría unas pérdidas cercas a los 9.000 millones (7.165 millones de euros).

Los títulos de HP parecieron aguantar bien el golpe inicial, con una ligera caída de medio punto porcentual tras presentar los resultados. Llegó incluso a subir un 4% en los primeros segundos, hasta que se detalló la previsión de beneficios para los próximos meses. Pero el valor se vino abajo y perdió hasta un 7% después de que Deutsche Bank reiterara la recomendación de venta.

Por una lado, están las ventas globales. Hace un año ingresó casi un 5% más, unos 31.190 millones (24.828 millones de euros). En el detalle se constata que su división de ordenadores personales sufrió un retroceso del 10%, peor de los esperado, y que el negocio de impresoras cayó un 3% y el negocio de servidores y de servicios de red un 4%. En mayo, Whitman anunció un primer paso en el ajuste estructural que afectará a 27.000 empleados, o el 8% de la plantilla.

Por otro, están las previsiones de beneficios para el último trimestre del ejercicio fiscal y el de 2013. La nueva consejera delegada de HP ya dijo al poco de asumir el cargo que el proceso de reestructuración llevará su tiempo y pidió paciencia a los analistas. Entonces admitió que la prioridad es estabilizar la compañía y que la incertidumbre económica es un obstáculo.

El problema de HP es común de otras grandes corporaciones de EE UU, dentro y fuera del sector tecnológico, incluida Apple. Sus productos están muy expuestos al optimismo del consumidor y en el caso de las multinacionales juega además el efecto de la apreciación del dólar por la debilidad del euro. El negocio de empresas mejor, pero no lo suficiente como para compensar.

Por todo esto, la exconsejera delegada de eBay reiteró antes analistas que “HP está aún en la primer fase de su transformación”. “Estamos haciendo progresos a pesar del viento de cara”, afirmó. Lo que está por ver ahora hasta donde aguanta la paciencia de Wall Street, mientras Google, Samsung y Apple sigue imparables en el nuevo segmento de la computación sin cables.

El temor ahora es que esas previsiones no se cumplan, en parte por los problemas que persisten en Europa y por anuncios inesperados en el proceso de ajuste, lo que hace que sea difícil poner precio a su acción. La depreciación de activos es algo que también afectó a Microsoft, que en julio presentó las primeras pérdidas desde que cotiza en Wall Street, En el caso de la informática de Redmond, que trata también de retomar el paso en la nueva era digital, se debió a la compra de aQuantive en 2007 por 6.300 millones, una firma especializada en el negocio de la publicidad electrónica.