Facebook se rebela contra el 'spam oficial'
Más de un millón de usuarios de la red social exigen poner coto a las invitaciones automáticas y no deseadas
Los usuarios de Facebook se han rebelado contra Facebook... otra vez. Más de un millón de usuarios de esta red social (una de las mayores de Internet) se han unido a un grupo creado por los usuarios que pide que se ponga fin al creciente spam que genera el propio sistema.
Facebook ofrece desde hace un tiempo a sus usuarios la posibilidad de desarrollar sus propias aplicaciones para la plataforma. Este nuevo servicio puede resultar tremendamente útil para todos los usuarios ya que son ellos los que mejor conocen sus propias necesidades.
Desde que fuera activada esta posibilidad, se cuentan por cientos las aplicaciones creadas expresamente para Facebook: cuestionarios, apuestas, encuestas, un sistema para integrar las fotos de Flickr, otro para subir vídeos e incluso uno que permite crear una lista con tus aplicaciones más odiadas (o amadas).
Este nuevo servicio, tan útil para muchos, se ha convertido en la última pesadilla de los administradores de Facebook. El problema surge porque al darse de alta los usuarios en algunas de estas aplicaciones, éstas envían una invitación de forma automática a sus amigos, que ven cómo su bandeja de entrada se llena de mensajes ofreciéndoles un servicio que ellos no han pedido. Puro spam.
Facebook responde
Y la dimensión del problema es mayor cuantos más amigos tiene un usuario: te puede llegar la misma invitación decenas de veces y, sin tú saberlo, invitar a su vez a todos tus conocidos de Facebook. Además, estos mensajes no deseados se entremezclan con otros que sí lo son y que pueden perderse entre tanto ruido.
A finales del pasado mes de febrero, Facebook respondió de manera oficial a quienes les exigían una solución al problema. Paul C. Jeffries, jefe del proyecto, escribió en el blog oficial de la red un mensaje en el que daba cuenta de las mejoras añadidas para poner coto al Application Spam.
La compañía entiende que algunos desarrolladores han utilizado el sistema en beneficio propio y, aseguran, han comenzado a trabajar para ponerle remedio. Además, piden a los usuarios que denuncien los abusos que detecten para poder subsanarlos. Éstos, no obstante, no se dan por satisfechos y mantienen activa su protesta, que gana adeptos cada día.
No es la primera vez que esta red social ve cómo su activo más importante, sus usuarios, llaman al orden a sus dueños y responsables. A finales de 2007 una movilización similar a la actual echó por tierra un sistema de anuncios que también fue tildado de spam por sus detractores y que, además, ponía en entredicho el nivel de privacidad de Facebook.
En aquella ocasión, como ahora, la empresa de Palo Alto (California) ha escuchado a sus usuarios y, con mayor o menor éxito y celeridad, ha tratado de corregir el rumbo porque, al final, cuanto más contentos estén los internautas en Facebook más crecerá un negocio que, en apenas tres años, genera más de 100 millones de euros al año en publicidad.
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