La mitad de los programas informáticos que se usan en España son ilegales

Tan sólo uno de cada dos programas informáticos instalados en los ordenadores españoles cuentan con la licencia de uso, lo que se traduce en pérdidas de unos 113 millones de euros para la industria de Tecnologías de la Información. Es la conclusión de un estudio de la Business Software Alliance (BSA), que pretende promover un mundo online seguro y legal.

El estudio de BSA sobre piratería informática, que ha sido presentado hoy, sitúa a España (49%) en segundo lugar de Europa en uso de software ilegal, sólo por detrás de Grecia, donde el índice alcanza el 64%, a doce puntos de la media continental (37) y a nueve de la mundial (40). Con estos resultados, el presidente de BSA, Alfons Sort, reclama que la Administración, la industria y los usuarios tomen conciencia del problema y pongan todos los medios necesarios para corregirlo.

Sort, que también es el director general de Adobe en España, achaca este alto índice al "desconocimiento" que hay en muchas empresas y profesionales, "que no saben que los delitos de piratería informática están tipificados en el Código Penal y tampoco son conscientes de las pérdidas que representa". Por ello, asegura que la "mejor forma de atajar el problema es informando a las empresas que usan los programas".

Según el estudio, el sector español de tecnologías de la información podría crecer un 67% en cuatro años si el índice de piratería del software se redujera en diez puntos porcentuales, incremento que sería el más alto de los experimentados por cualquier otro país de Europa Occidental. BSA afirma que este sector podría ser el "mejor combustible" para el crecimiento económico español. De hecho, entre 1996 y 2002 España redujo su tasa de piratería en 16 puntos, lo que impulsó la industria del software en un 15,9%, generando 13.000 millones en ventas y revirtiendo en la creación de 25.000 nuevos puestos de trabajo.

A nivel mundial, una reducción del 10% en cuatro años dejaría la piratería de software en el 30% y supondría un crecimiento económico de 400.000 millones de dólares, 1,5 millones de nuevos puestos de trabajo y 64.000 millones de dólares de impuestos para las Admnistraciones.