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El sobrepeso y la obesidad infantil bajan en España, pero crece la brecha entre familias ricas y pobres

El estudio Aladino, del Ministerio de Derechos Sociales, muestra que los escolares españoles de seis a nueve años mejoran ligeramente sus datos de peso excesivo, salvo aquellos de hogares más vulnerables

Un niño se come una hamburguesa.
Un niño se come una hamburguesa.Aitor Diago (Getty Images)
Miguel Ángel Medina

La obesidad infantil es, cada vez más, una cuestión de clase social. Los escolares españoles de seis a nueve años mejoran ligeramente sus datos de peso respecto a los de hace cuatro años; sin embargo, la brecha no deja de aumentar entre niños de familias de rentas altas y aquellos con menos dinero. Así lo muestran los datos preliminares del estudio Aladino 2023 que elabora el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y que se han presentado este miércoles. Uno de los factores que más influyen es el de la publicidad: los niños de familias pobres ven el doble de anuncios de alimentos insanos que los de ricas. El Gobierno tiene preparado un decreto para regular estos anuncios desde 2021, pero ha sido incapaz de aprobarlo por tensiones entre ministerios.

España lleva décadas manteniendo unas preocupantes tasas de exceso de peso (que engloba sobrepeso y obesidad), que desde 2011 superaban el 40% de los menores en esta franja de edad. Los nuevos datos, recolectados en 2023 a partir de más de 12.000 escolares de más de 300 colegios, muestran que por primera vez esa cifra baja al 36%, algo que ha valorado el ministro, Pablo Bustinduy: “Quiero celebrar los buenos datos que nos presenta este estudio. La proporción de escolares con exceso de peso se ha reducido un 4,5% en cuatro años, algo que es una buenísima noticia”.

Sin embargo, ahí acaban las buenas noticias. “[Esas cifras] no pueden hacer que caigamos en la complacencia, porque es reducción no se ha dado por igual en todos los niveles socioeconómicos de la población. Las prevalencias de exceso de peso son mucho mayores en rentas bajas que en rentas altas, y de ello cada vez hay más evidencia científica”, ha añadido el titular de Consumo.

El estudio divide a las familias en tres grupos: con rentas familiares inferiores a 18.000 euros, de 18.000 a 30.000, y por encima de esta última cifra. Así, la prevalencia de la obesidad —el peso más problemático— en los pequeños en los hogares más ricos ha pasado del 11,9% en 2019 —anterior edición— al 10,9% en 2023; en el mismo periodo, ese peso problemático ha pasado del 23,2% al 23,6% en los hogares más pobres. La brecha, por tanto, pasa de 11,3 puntos a 12,7.

El ministerio se muestra alarmado por este problema. “El determinante de la renta es uno de los principales riesgos para situaciones de sobrepeso, por la diferencia de hábitos que se producen entre familias de distinta renta: en familias de menor renta se registra con menos frecuencia el consumo diario de frutas y verduras; se tienden con mayor frecuencia a un desayuno incompleto y suelen consumir más refrescos con azúcar”, ha apuntado Andrés Barragán, secretario general de Consumo y Juego del ministerio.

Cristina Recuero, secretaria del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha destacado que se trata de la primera ronda de este estudio que se realiza tras la pandemia del covid, si bien todavía no se han analizado los datos que han impulsado la mejora a nivel general. En cualquier caso, es fundamental seguir haciendo estos estudios: “El sobrepeso y la obesidad infantil suponen un grave problema de salud pública, porque generan problemas a lo largo de toda la vida”, entre ellos diabetes, cardiovasculares y muchos más.

Peores hábitos alimentarios

La experta ha incidido en que los niños que crecen en hogares de rentas bajas tienen, en general, peores hábitos alimentarios y de actividad física, lo que redunda en problemas de peso: “Por ejemplo, el 7,8% de niños en familias con menos renta toman refrescos con azúcar más de tres días a la semana, mientras que en los de mayor renta son un 0,9%; un 41,4% de los primeros ve pantallas más de dos horas al día, mientras que en el otro extremo son solo el 22%; en cuanto a ejercicio físico, hay 20 puntos de diferencia entre menor y mayor renta”.

El estudio Aladino, que AESAN realiza cada cuatro años en España, se puso en marcha a instancias de la Organización Mundial de la Salud, preocupada por los datos obesidad infantil en Europa. Arrancó en 2007, aunque España se incorporó en 2011. Se trata de un sistema armonizado de todos los estados de la UE, que comparten una metodología común, para comparar resultados entre países. Esa comparación podrá hacerse un poco más adelante, cuando se publiquen todos los estudios completos.

Diferentes estudios han constatado que los niños españoles reciben al menos 4.000 impactos publicitarios de alimentos insanos al año, que les incitan a comer ultraprocesados y les dificultan aprender a alimentarse de forma saludable. Los niños cuyas familias tienen rentas bajas ven el doble de anuncios de productos no saludables que los de más nivel adquisitivo, y eso se traduce en unas mayores tasas de obesidad. El Gobierno sigue sin aprobar el decreto para regular esta publicidad, preparado desde 2021 y que Agricultura frenó durante la pasada legislatura. “La legislación vigente basada en la autorregulación de la industria alimentaria se ha demostrado insuficiente”, ha señalado este miércoles Bustinduy, para añadir que “el ministerio está comprometido con su aprobación”, todavía sin fecha.

El ministro ha reiterado que hacen falta “nuevas medidas” para mejorar la alimentación de los escolares, y en este sentido ha reiterado que su departamento está preparando un decreto para regular los comedores escolares, adelantado por EL PAÍS: “Menos de la mitad de los niños comen fruta a diario, y menos de una cuarta parte comen verdura a diario. El comedor escolar debe jugar un papel fundamental para educar en una dieta sana y equilibrada, deben ser espacios de igualdad de oportunidad. Por eso estamos tramitando el decreto de comedores saludables y sostenibles, que busca que al menos cinco comidas a la semana sean saludables y sostenibles”.


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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.
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